El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 245

Entonces, simplemente pensaba que era porque su libro era malo, por eso nadie lo leía.

En cuanto a la repentina popularidad de después, podría deberse al continuo aumento en el número de actualizaciones, por lo que los lectores se fueron enganchando, y esto hizo que su libro se hiciese popular, al menos Laura siempre lo había pensado así.

Pero, ahora esta persona le estaba diciendo que, ¿todo lo que había conseguido había sido gracias a la ayuda de Oscar a sus espaldas?

Laura cerró los ojos con fuerza, sus largas y espesas pestañas no paraban de temblar, y su rostro estaba muy pálido. La alegría de que los resultados del libro habían mejorado mucho desapareció en este momento.

¿Cómo podría ser esto? Si todo esto fue planificado por Oscar en secreto, entonces, ¿qué significaba su perseverancia de estos días?

¿Era realmente capaz de completar su propia carrera laboral?

Todo tipo de pensamientos inundaron la cabeza de Laura uno tras otro, haciéndola incapaz de pensar. Sus lágrimas, como cuentas rotas, cayeron incontrolablemente una tras otra por sus mejillas.

En ese momento, se abrió la puerta del dormitorio. Oscar entró lentamente desde afuera con la chaqueta del traje en un brazo. Como Laura estaba de espaldas a él cuando entró, el hombre no se dio cuenta de la anormalidad de las emociones de la mujercita que estaba sentada en la cama.

-Laura, ¿en qué estás pensado? Ni siquiera te diste cuenta de que tu marido ha vuelto.-

Oscar puso su abrigo en la percha de la puerta del dormitorio sonriendo, luego caminó rodeando por detrás a Laura, y sus brazos envolvieron fuertemente su cuerpo esbelto y su barbilla se apoyó sobre sus hombros.

Hasta que no se acercó, Oscar no se dio cuenta de que Laura estaba diferente.

-¿Laura?-

El hombre frunció el ceño inconscientemente, agarró los hombros de Laura y la giró hacia él, solo entonces se dio cuenta de que, sin saber desde cuándo, ella estaba llorando.

Casi instantáneamente, Oscar sintió como si una mano gigante estuviera estrujando su corazón fuertemente, estaba tan incómodo que casi no podía respirar.

-¿Laura?-

El ceño de Oscar se arrugó más, y el surco entre las cejas era tan profunda que casi podría matar a una mosca.

-Laura, ¿qué te pasa? ¿Alguien te ha hecho algo? ¿Por qué lloras tan fuerte?-

Oscar estaba muy nervioso, abrazó a Laura sin dejar de preguntarla, incluso su voz estaba temblando.

-No es nada.-

Laura se mordió los labios con fuerza y sacudió levemente la cabeza, luego extendió la mano y apartó al hombre que se estaba preocupando por ella.

Ella levantó la cabeza y sus grandes ojos miraron a su marido sin parpadear.

-Oscar, quiero hacerte una pregunta, debes decirme la verdad.-

-Sí.-

Oscar asintió sin pensar, las lagrimas de Laura le dolía. Solo esperaba poder hacer algo rápido para hacerla feliz.

-Oscar, ¿interviniste en el asunto de mis novelas a mis espaldas?-

Después de que Laura terminase de hablar, miró fijamente a Oscar. No quería perderse ningún cambio en la expresión de su rostro.

Efectivamente, después de que el hombre escuchase las palabras de Laura, se quedó atónito por un momento, luego su mirada parpadeó y miró hacia todos los lados. No esperaba que Laura se enterase de este asunto tan rápidamente.

Cuando Laura vio que Oscar no hablaba, su última esperanza desapareció por completo en ese momento.

Se sentó en el suelo, exhausta, con la mirada perdida.

-Entonces, la razón por la que mi libro es visto por tanta gente es en realidad porque tú estabas detrás de todo, ¿verdad?-

Laura levantó la cabeza, miró fijamente a Oscar con sus grandes ojos encharcados llenos de lágrimas. Quería una respuesta, aunque la respuesta ya estaba clara.

-Lo siento.-

Oscar bajó la cabeza y abrazó a Laura aturdida, ambos se sentaron en el frío suelo.

-No me esperaba que tu reacción fuese tan grande, y las cosas no son lo que parece.-

-¿Y cómo son?-

Laura lo miró Por un momento, sintió que estaba causando problemas sin razón. Él obviamente lo había hecho por su bien, pero este tipo de bondad no era lo que ella quería en absoluto.

Laura movió el dedo suavemente, no podía sostenerse, quería enfadarse con él, culparle, pero también parecía que no tenía ninguna razón para hacerlo.

¿Decirle el qué?

¿Decirle que, aunque no fuera capaz, seguía queriendo hacer un buen trabajo con sus propios esfuerzos? ¿Decirle que a pesar de que Oscar lo había hecho de buen corazón, pero ella seguía estando muy enojada, e incluso sentía un ligero rencor hacia él?

La educación que Laura había recibido desde la infancia no le permitía hacer esto, de repente sintió una sensación de impotencia que se expandió a todo su cuerpo en pocos instantes.

Se puso de pie con dificultad y caminó hacia fuera del dormitorio, tambaleándose en cada paso que daba.

-Oscar, estos dos días he estado un poco cansada. Separémonos durante un tiempo. Calmémonos. También quiero descubrir cuál es mi verdadero valor después de dejarte.-

Oscar quería abrazarla le preocupaba mucho una mujercita tan débil como ella.

Oscar quería explicárselo, decirle que las cosas no eran realmente lo que ella pensaba.

Aunque adquirió el sitio web y también cambió las reglas del sitio web, la razón por la que este libro se hizo popular era porque ella tenía esa capacidad, el libro que escribió conectó con la mayoría de los lectores, y las reglas del contrato de ese sitio web eran, de hecho, demasiadas estrictas y abusonas, quería que no se enfadase. Si a ella no le gustaba, no lo volvería a hacer la próxima vez.

Pero justo cuando Oscar estaba a punto de dar una explicación, las palabras de Laura hirieron por completo su corazón.

-¿A dónde vas?-

Oscar se puso de pie abruptamente, agarró la delgada muñeca de Laura con su mano, tiró ferozmente a la mujer hacia atrás y la arrojó hacia la cama, pero en el momento en que se iba a caer, inconscientemente cambió de posición con ella, de modo que Laura aterrizó sobre su cuerpo.

Tras asegurarse de que Laura no saldría herida, Oscar volvió a ponerse encima de ella y volvió a tomar la iniciativa, el rostro del hombre estaba sombrío y los ojos fríos y aterradores. Sus dos manos agarraron fuertemente las muñecas de la mujer.

-Laura, ¿qué acabas de decir? No escuché con demasiada claridad.-

-¡Oscar Rasgado!-

Los ojos de Laura se abrieron más por sorpresa y su corazón latió con fuerza ante el cambio repentino, se asustó especialmente cuando vio la expresión lúgubre del hombre.

-Suéltame primero, ¿qué estás haciendo?-

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