El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 253

-Son ellos quienes no eran capaces de soportar la mirada de tanta gente en Internet, lo que lleva al autismo y a la retirada en la red. ¿Qué tiene que ver conmigo estos comportamientos hipócritas? Si era tan ínfima su asequibilidad personal, aunque realmente se volviera popular, tampoco tendrá un buen resultado. Solo he ayudado a que alcanzaran con antelación el resultado que finalmente tendrían que enfrentarse. ¿Por qué os unís para demandarme?-

En el momento que la noticia de esta persona fue publicada en facebook, atrajo al instante innumerables bombardeos de los internautas. Incluso los internautas que no sabían lo que había sucedido, no pudieron evitar sentirse avergonzados por cómo de descarado era, después de enterarse de lo sucedido.

-Oh, Dios mío, cómo puede haber una persona tan descarada en este mundo.-

-Así es, cómo podía estar tan tranquilo echando todos sus fallos a los demás y luego disfrutarlo todo.-

-Este hombre es simplemente un loco. Por supuesto, tengo que agradecerle por mostrarme un lado diferente del mundo. De lo contrario, antes de eso, no podía creer que hubiera una persona tan desvergonzada.-

-Y que lo digas, me ha roto los cristales de las gafas al ver el caso.-

Aunque la persona clamaba con alegría, finalmente tuvo que acudir al tribunal, y con el ímpetu de Oscar, el veredicto llegó pronto sin lugar a duda y los autores recibieron la compensación debida.

-¡Maldito sea!-

En la entrada del supermercado, un hombre completamente armado, con gafas de sol y sombrero, miraba con amargura y odio a la gran pantalla en el centro de la ciudad, el video de la entrevista sobre Oscar con los dientes apretados.

Era este hombre, todo lo que sucedió fue gracias a este hombre. Si no hubiera sido la venganza por su esposa, ¿cómo podría haberse convertido en una rata oscura, tras haber perdido mucho dinero, seguía teniendo que vivir a escondidas?

No, arruinó su vida de esa manera. ¡Tenía que vengarse!

Vaya, al hombre le surgió una buena idea y una sonrisa apareció de repente en su cara. Todo lo que sufrió venía de esa mujer, si no fuera por la puta de Laura, quien no estaba tranquila en su vida millonaria y tenía que crear competencias con la gente normal. ¿Cómo podría ofender a Oscar?

¡Esa perra debería pagar por lo que hizo!

***

En ese momento, Laura estaba ocupada preparando el lanzamiento de la primera edición de la revista de la compañía, y no se dio cuenta por completo de que en un rincón oscuro había una serpiente venenosa, que la había fijado con precisión.

Laura dejó la muestra de la revista que estaba preparando para su lanzamiento, miró a todos los empleados de la sala de reuniones y habló con una sonrisa.

-He leído esta edición de la revista de la empresa que vamos a publicar. No está mal, pero tiene un pequeño error en la maquetación. ¿Quién era el responsable de esta parte? Ten más cuidado para la próxima vez.-

-Vale, jefa Laura.-

Valeria Angustín, la editora de la revista de la compañía, asintió.

Después de que Laura se fue, la cara de Valeria cambió. Cogió la muestra de la revista y miró el diseño editorial de todos los artículos. Luego, su rostro se puso muy seria y golpeó la muestra de la revista sobre la mesa.

-Bianca, si mal no recuerdo, te encargas de la maquetación de la revista.-

-Sí, editora Valeria, soy yo.-

Bianca se mordió los labios con fuerza, sus dedos agarraron inconscientemente la chaqueta de vaquero blanquecina y miró a Valeria dando pena.

-Lo siento mucho, editora Valeria, no fue mi propósito. Pero nunca había tenido experiencia en este área, así que todavía tengo mucho que mejorar.-

-¿No tienes experiencia en este área?-

Valeria enarcó las cejas y se burló directamente. No soportaba para nada a la actitud de Bianca, quien obviamente hizo mal las cosas, pero parecía que los otros la estaba acosando e intentaba dar pena.

-Entonces dime, ya que nunca has tenido esta experiencia, ¿cómo postulaste para nuestra empresa? En mi impresión, nuestra empresa no contrataba a becarios sin experiencia.-

Bianca bajó la cabeza, en un rincón oculto destelló una mirada de odio, y cuando volvió a levantar la cabeza, todavía tenía esa expresión inocente.

-La jefa Laura me contrató personalmente. Lo siento mucho, editora Valeria. La jefa Laura sabe de mi situación, pero dijo que me parezco a ella cuando era joven y por eso me contrató para aprender y desea que crease un buen futuro.-

Como editora responsable de la compañía, Valeria sabía quién contrató a Bianca. Pensando en las noticias que había escuchado hace unos días, la ira interna de Valeria se hizo aún más fuerte.

-Vaya, por supuesto que sé que fuiste contratada por la jefa Laura, pero no sabía que la intención real de la jefa Laura era para que aprendieras. No obstante, había oído que antes de eso los trabajadores de tu departamento ya te habían dado un plan de maquetación perfecto, fuiste tú quien lo negó. ¿E insististe en usar el plan erróneo?-

-No es así, solo pensé que...-

-No necesito saber lo que pienses.- Valeria frunció el ceño ferozmente e interrumpió la explicación de Bianca. Al mismo tiempo, sacudió impacientemente con la mano, mostrando que no quería escuchar la defensa de Bianca.

-Bueno, te daré un día para corregir todos los diseños incorrectos de esta revista. Si no puedes corregirlos, es posible que no encajas bien en este puesto, solicitaré la jefa Laura para cambiarte de departamento.-

Bianca apretó los dientes y se sintió más avergonzada. Ella sabía que los demás estaban celosos de ella y siempre intentaban humillarla, porque a pesar de que su educación y habilidad no eran tan buenas como los otros, trabajaban en la misma empresa y encima ella recibía tratos especiales de la jefa Laura.

¿Y decían cosas de errores o fallos, todos eran excusas para excluirla? Pero no era gran problema, cuanto más la excluían, significaba que más la valoraba la jefa Laura.

Al pensar en esto, Bianca se relajó de nuevo, se obligó a sonreír y miró a Valeria.

-Está bien, editora Valeria, completaré la tarea.-

Valeria lanzó una mirada fría a Bianca, no tenía ganas de pensar más sobre ella y se alejó a grandes pasos pisando los tacones de diez centímetros.

Por otro lado, Laura caminaba por la calle cuando de repente alguien la detuvo.

El hombre se vistió con una gabardina negra y era alto, llevaba un bolígrafo en una mano y un libro de firmas en la otra, miró a Laura con sorpresa.

-¿Laura? ¡Eres la señorita Laura!-

-Sí.-

Laura se detuvo repentinamente, se asustó y volvió a mirar a la otra persona. Él parecía como si la conociera y ella no pudo evitar dar un paso atrás, -¿Me conoces?-

-Por supuesto.-

El hombre asintió de repente. Obviamente, era alto, pero tenía un par de dientes caninos como colmillo de los animales felinos, que le hacía parecer particularmente inofensivo, -Señorita Laura, no esperaba encontrarla aquí, ¡soy su fan!-

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