El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 257

Cuando Oscar llegó a la puerta, su móvil sonó de repente y se escuchó una voz masculina, fría y ronca.

-El gran jefe Oscar eres de verdad un enamoradizo. Viniste en persona antes de que te llamo, pero no está mal. pues así puedo ahorrar muchos problemas, y no necesitaré darte otra llamada. Tampoco tendré que hacerle nada a tu bella esposa para demostrar la autenticidad de la llamada.-

-¿Qué quieres?-

Oscar tenía una mirada heladora y aterradora. Los guardaespaldas que le rodeaban obviamente sintieron el mal humor de su jefe, por lo que todos querían alejarse lo máximo posible de él.

-¿Que qué quiero hacer?-

El hombre, se burló y dijo sarcásticamente, -¿Qué puedo hacer yo? Solo quiero intercambiar opiniones con el gran jefe Oscar. Si no uso esta manera, cómo podría un don nadie como yo, tener la posibilidad de hablar cara a cara con el gran jefe Oscar.-

-¿Qué es lo que quieres realmente?-

Oscar mientras lidiaba con Antonio Pliego por teléfono, indicaba al mismo con la mirada a los guardaespaldas a que se colaran en el chalet.

-No hagas tontería, jefe Oscar, tu esposa está a mi lado ahora. Dile a tus guardaespaldas que se retiren. De lo contrario, no puedo garantizar la seguridad de tu esposa.-

Oscar levantó la cabeza cuando escuchó sus palabras y miró a un hombre, que vestía una capa negra que le cubría completamente, que estaba en el balcón del segundo piso.

Obviamente, el hombre también vio a Oscar, y en silencio agitó un par de veces el teléfono que tenía en la mano, con una sonrisa presuntuosa en el rostro. Claramente le estaba diciendo a Oscar que fue él quien secuestró a Laura.

-¿Me has visto? No me importa, deja de hacer tus trucos, y tampoco intente hacer nada en mi punto ciego para poder rescatar en secreto a tu esposa, es inútil. He puesto cámaras de vigilancia por toda la casa, si tus hombres se atreven a dar un paso más adelante, le cortaré un dedo a tu esposa.-

-¡No te atreverás!-

Oscar le miró con frialdad. Si las miradas fueran capaces de matar a otros, Antonio ya se habría convertido ahora en un colador.

-¿Por qué no ? Ahora tengo el control, ¿no es así? Por supuesto, si no te importa la seguridad de tu esposa, puedes hacerlo.-

Cuando terminó, Antonio se paró en el balcón, miró a Oscar condescendiente y volvió a hablar, -¿Quieres salvar a tu esposa? Si lo quieres, entra en la casa solo, no hagas ningún truco. Si me doy cuenta, voy a matar a tu mujer en seguida-

-Si lo haces, no tendré más escrúpulos, y solo acabarás peor que mi esposa.-

Oscar también se rio con sarcasmo. En este momento, su corazón ansioso finalmente se calmó. Aunque todavía estaba muy preocupado por la seguridad de Laura, estaba básicamente seguro de que Laura estaba a salvo en este momento, porque Antonio todavía tenía que usar la seguridad de Laura para lograr sus objetivos.

-Eres realmente muy inteligente.-

Antonio no lo negó, estaba de acuerdo con Oscar,

-Entonces, jefe Oscar, ¿vas a entrar?-

-Por supuesto.-

Oscar dejó de malgastar el tiempo con Antonio. Después de colgar el teléfono, indicó a los guardaespaldas que se quedaran esperando afuera luego entró en el chalet solo.

En ese momento, Antonio estaba mirando fríamente las imágenes de la cámara de vigilancia, Oscar había entrado al chalet, volvió la cabeza y miró a Laura, quien estaba muy inquieta, tratando de liberarse.

-Mira, tu marido ha arriesgado su vida por ti. Deberías estar muy orgullosa, ya que has demostrado que tienes un gran encanto. ¿No?-

-¡Qué tontería!-

Laura estaba muy preocupada, las lágrimas cayeron por sus mejillas lentamente, haciendo que diese aún más pena.

-Mientras yo esté aquí, jamás te dejo dañar a Oscar.-

-Qué romántico.-

Antonio seguía sonriendo. Se levantó del frente del monitor y caminó lentamente hacia Laura. Se puso en cuclillas, acarició suavemente sus mejillas y suspiró.

Laura lo miró ferozmente cuyos ojos rojos como conejos miraban fieramente a Antonio. Pero desde el punto de vista de Antonio, esta mujer dealnte de él no solo no se veía feroz, sino que daba aún más pena a la gente por sus lágrimas.

Antonio solo mirándola se sintió atraído.

-No es de extrañar que Oscar esté tan enamorado de ti. Tienes esa capacidad. Si me ayudas, puedes quedarte a mi lado después de que muera Oscar. No te preocupes, aunque eres de segunda mano, no te despreciaré.-

-¡Ni pensarlo!-

Laura no pudo soportar más la humillación por parte de Antonio, especialmente después de escuchar su plan y escupió con fuerza a la mejilla de Antonio.

-¡Una escoria como tú, Dios definitivamente te castigará!-

Antonio se enfadó,y luego da una bofetada a Laura con fuerza.

-Puta, ¿ qué tipo eres. Deberías sentirte contenta porque quiero aceptarte. Tu marido está a punto de morir, y pronto descubrirás que todo esto es tu culpa.-

Cuando terminó, Antonio directamente se puso de pie, volvió al lado del monitor de vigilancia y conectó su imagen al proyector que estaba en el centro del chalet.

-Hola, jefe Oscar, estoy aquí.-

Antonio estaba sentado en una silla y detrás de él estaba Laura, que estaba atada con fuerza.

-¿Quieres salvarla? Soy una persona amable, no puedo soportar ver a amantes que se ven obligados a separarse. Así que jefe Oscar, te daré una oportunidad. Hay un cuchillo debajo del sofá. Si cortas de tu mano derecha, te dejaré ver a la señorita Laura.-

Oscar miró la pantalla blanca el proyector, allí estaba reflejado el rostro del hombre.

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