El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 261

-Sois vosotros los que estáis equivocados. Si no fuera por vosotros, no me habría convertido así en absoluto, y vosotros, que pensáis que podéis dominar la vida y cambiar el destino de todos, ¡en realidad, ni siquiera vosotros sabéis qué sois!-

Antonio se emocionó cada vez más mientras hablaba. Al final, ni siquiera él mismo sabía de qué estaba hablando, solo que quería echar toda la culpa a los demás.

Todo esto era culpa de los demás, y Antonio no había hecho nada malo.

Al escuchar lo que dijo Antonio, Laura solo quería reír. Ni siquiera en este momento podía entender por qué..

-Piensas que todo lo que te ha pasado es por culpa de los demás, ¿verdad? Y la razón por la que estás ahora en esta situación es en realidad culpa nuestra, ¿no es así?-

Antonio se burló, esperando el profundo odio escondido en los ojos de Laura.

-¿Acaso no es así? ¿Por qué me lo preguntas de nuevo? Ahora vosotros tenéis la ventaja. Estoy en vuestras manos. Haced lo que queráis conmigo, ¿por qué humillarme así?-

Laura miró a Antonio que seguía obsesionado, y de repente sintió pena por él.

-Crees que todo esto es culpa de los demás, pero ¿alguna vez has pensado es culpa tuya que estés en esta situación? Al ver que otros escriben mejores novelas, no solo no aprendes de las ventajas de la otra persona, sino que utilizas formas despreciables para reprimirle. En cuanto a mí, si hubieras parado aquí, no me hubieras secuestrado, y no me hubieras utilizado para amenazar a Oscar, ¿cómo irías a caer a esta situación?-

Antonio se quedó atónito por un momento, y de repente luchó histéricamente, sus ojos se abrieron por la sorpresa y miró a Laura con insatisfacción, como si quería hacerle añicos.

-Estás diciendo tonterías, obviamente eres tú, perra despreciable y desvergonzada, que sigues queriendo echarme toda la culpa, ¡incluso en el último momento!-

Cuanto más Antonio obsesivo era, más quería Laura que viese la realidad con claridad. Aunque era bondadosa, no pensaba que sentiría compasión por las personas que la habían lastimado.

Si una persona como Antonio nunca reconociese sus propios errores, jamás recibiría el máximo castigo, aunque se muera.

Al pensar en ello, la mirada de Laura parecía más fría.

-¿Qué te estoy echando la culpa? ¿Cómo es que no te das cuenta de que, si no fuera por tu maldad, nadie te culparía deliberadamente? Todo esto es fruto de tu propio pecado. Es inútil, aunque no quieras admitirlo. Además, ¿realmente no lo sabes? ¿O eres consciente de ello, pero todavía te sigues autoengañando?-

Antonio volvió su cabeza con ojos enrojecidos, no quería volver a mirar a Laura. Apretó los dientes y se marcaron las venas de su frente, pero aún no quería admitirlo.

-No sé de qué estás hablando.-

-Déjalo.-

Laura retrocedió dos pasos y miró a Antonio burlonamente, -Es muy triste que la gente se engañe a sí misma.-

Después de decir eso, Laura miró a Oscar, parecía cansada, -Oscar, os dejo esto a ti y a Milagros, estoy cansada, quiero volver primero.-

-Vale.-

Oscar respondió en tono suave, pero en el momento en que miró a Antonio, cambió la expresión de su rostro.

-Llévalo a la comisaría..-

El guardaespaldas de negro asintió y arrastró a Antonio hacia el exterior.

Pero a Antonio ya no le importaba su situación. Parecía preocuparse mucho por las palabras de Laura. En este momento, mirando la espalda de Laura que se estaba marchando, histérico y usando toda su energía, gritó,

-No te preocupes, mami. Aunque papi sea viejo e inútil, ni no pueda protegerte muy bien, Iker puedo hacerlo. Iker ahora soy un hombre, y también he aprendido artes marciales con mi abuelo. En el futuro, nadie podrá hacerte daño, ni siquiera papá.-

-De qué tonterías está hablando el mocoso.-

El rostro de Oscar se sintió un poco enojado por lo que dijo Iker.

-Hay alguien más a quien protegerás en el futuro, pero no es tu mamá. Pero bicho,has aprendido a luchar por tu mami con tu papá.-

Laura miró la cara de Oscar y no pudo evitar reírse.

-Ya está, Iker no se equivoca, si te atreves a aprovecharte de mí, llamaré a Iker para que me proteja.-

En realidad, Laura estaba bromeando, pero Oscar no lo creía. Su mirada recorrió el cuerpo de Laura y finalmente aterrizó en su pecho.

-¿Estás segura de que, llegado el momento, quieres llamar a Iker para protegerte?-

Dicho esto, Oscar agregó, como si estuviera esperando lo que pudiera suceder más tarde.

-Si insistes, entonces tendré que hacerlo.-

A estas alturas, Laura finalmente entendió lo que quería decir, y de repente, se sonrojó y golpeó a Oscar tímidamente.

-Qué estás diciendo, Iker todavía está aquí.-

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El hombre con la máscara de zorro