El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 281

Pronto, solo se quedaron Oscar y Laura en la habitación.

Laura se quedó en silencio por un rato y rompió el silencio.

-Está bien, hablemos de ello. ¿Qué pasó con esa chica? ¿Por qué apareció en nuestra habitación, y sólo llevaba una ropa interior?-

Oscar tampoco esperaba que, por no querer romper con sus principio, hizo que Laura viera esta escena.

En este momento, el hombre que siempre había sido frío y distante, aunque no mostraba mucha expresión en su rostro, en el interior estaba nervioso, su cabeza estaba funcionando rápidamente pensando en cómo solucionar este asunto. Pero después de mucho tiempo, no se le ocurrió ninguna solución, por lo que solo pudo fingir estar tranquilo.

-No sé por qué esa mujer apareció de repente. Pensé que era Emma que estaba detrás de mí. No me esperaba que estuviera desnuda tan pronto como me di la vuelta. No me atreví a mirarla, por eso no pude hacerla nada, solo pude quedarme allí y escuchar las tonterías que dijo. Luego ya entraste, no ha pasado nada entre nosotros.-

Oscar habló muy rápido y le explicó a Laura todo el asunto, temía que Laura malinterpretara la relación entre él y la mujer a causa de este incidente.

Mientras explicaba, observaba atentamente la expresión de la mujer. Al verla tranquila y escuchándole con atención, no pudo evitar suspirar de alivio.

Afortunadamente, Laura no se enojó por esto.

Pero pensando en esto, Oscar se sintió triste. Tiró de Laura y la abrazó en su regazo, contándole con pena el comportamiento frenético de Manuela.

-Laura, ¿sabes qué? Estaba realmente enojado porque esa mujer entró de repente y me asustó, le había advertido severamente, pero ella seguía hablando de tonterías, no sé qué de que me amaba, de que no quería arruinar a mi familia y que estaba dispuesta a seguirme, aunque no le diese un nombre. Laura, confía en mí, aunque me había dicho esto, no sentí nada tentado.-

-¿Y qué?-

Laura volvió la cabeza y miró a Oscar, dijo suavemente, sus ojos estaban tan tranquilos que no había ningún rastro de sentimientos en ellas. Esto hizo que el hombre que había estado observándola entrara en pánico.

-Todo lo que has dicho ha sido lo que te dijo ella. ¿Y tú qué le dijiste? Además, si no has mostrado nada ante ella, ¿por qué has tenido tal paciencia de escuchar a una mujer bonita desnuda diciendo todo esto? ¿Por qué no le echaste en seguida?-

Al mencionar esto, Oscar daba aún más pena. Frunció la boca como si fuera un niño, ¿por qué parecía una pobrecilla?

-Yo tampoco quería, pero no tenía otra forma. En verdad quise empujarla, pero ella estaba desnuda y yo no llevaba guantes. Si la toca, ¿no me ensuciaría? No permitiré que eso sucediera.-

-¿Te ensuciarías?-

Laura arqueó las cejas, no sabía si reír o llorar con las palabras del hombre.

-Entonces, ¿le has dejado hablar tanto porque no querías tocarla sin guantes?-

-Sí, así es.-

Oscar asintió con la cabeza, parecía muy sincero porque temía que Laura no le creyera.

A Laura además de estar enojada, le dio risa.

No sabía que este hombre había dado tanta importancia a su casticidad, incluso fuera esa la razón por la que se quedó quieto sin moverse.

Pensando en esto, le dio la risa otra vez, no pudo evitar mirar hacia arriba. Miró al hombre y se burló de él con una sonrisa.

-Entonces esto es porque Iker y yo hemos regresado temprano, lo que te permitió salir del apuro, pero si me he quedado esperándote en la empresa, ¿qué le harías?-

-En realidad, antes de que volvieras, ya lo hice.-

Cuando Oscar habló de esto, sintió remordimiento. Sabía muy bien que a Laura no le gustaba que pegara a las mujeres, y él siempre se había comportado como un caballero. Esta fue la primera vez que golpeó a una mujer.

-¿Me vas a culpar por eso? Es que no pude soportar las tonterías de esa mujer, así que la pateé.-

-¿Cómo te voy a culpar por eso?-

Laura se sorprendió por lo que dijo, sintió que estaba perdida con la mentalidad de ese hombre.

-Simplemente lo hiciste porque no querías estar atrapado por alguien. ¿Por qué me voy a enfadar si no habéis hecho nada?-

Laura abrazó a Oscar con fuerza, sonrió y calmó las emociones del hombre. Su voz dulce sonó en sus oídos, parecía un calmante que relajó el corazón estresante del hombre.

-Laura, qué comprensiva eres. Es mi suerte tener a una esposa como tú.-

Oscar cerró los ojos, abrazó firmemente a la mujer y no pudo evitar suspirar.

A la vez, se sintió afortunado por haber encontrado una buena mujer que no le condenó por cosas sin pruebas.

Laura miró la expresión de Oscar, como si acabara de salvarse la vida, no pudo evitar sentirse divertida.

Era extraño. Él era el hombre, pero parecía una jovencita que había sido abusada y se había dado la vuelta, lo cual le parecía interesante.

En este lado, Oscar y Laura estaban coqueteando, sin ser afectados por el incidente de Manuela en absoluto.

Por otro lado, la situación de Manuela ya no le era tan agradable.

Iker no hizo caso a Laura de regresar directamente a la habitación para hacer su tarea, sino que fue a buscar al mayordomo, Julio del Pozo

-Perdone, ¿qué está haciendo?-

Iker ladeó su cabecita redonda, parpadeó sus grandes ojos y miró a Julio con una expresión de dudas.

-¿Qué hay de interesante?-

Julio se quitó las gafas, acarició el cabello de Iker y apartó la mirada de la orquídea.

-Hola señorito Iker, esta es la orquídea que me gusta mucho últimamente. Por eso hay que regarla con mucho cuidado. Creo que está punto de llover, esta orquídea parece un poco decaída. Estoy viendo si hay algún bicho en ella.-

-Ah, ya sé.-

Iker asintió con la cabeza.

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