-Estoy aquí para verte, te fuiste demasiada deprisa ese día, no tuve tiempo de despedirme de ti.-
-¿Vienes a verme?-
Manuela se quedó atónita por un momento, se señaló a sí misma con un dedo, no lo podía creer.
Fue la mujer gorda que estaba al lado deManuela quien reaccionó instantáneamente, sacó una sonrisa halagadora, y se acercó a Iker.
-Ay, ¿ha venido el señorito Iker a ver a nuestra Manuela? Estaremos contentos con que tenga esta intención, no hace falta que vinieras en persona. Nos hubieras avisado que venías, te hubiéramos recibido con flores y abrazos.-
La gente que estaba alrededor vio que vino un niño, se dispersó porque sabía que la discusión no continuaría. Abandonó el lugar sintiendo decepcionado. Solo se quedaron los de la familia de Manuela e Iker.
El hermano mayor de Manuela todavía estaba aturdido, no entendía qué había sucedido, por lo que se quedó inmóvil.
Al ver esto, la mujer gorda pellizcó fuertemente el brazo del hombre. El hombre inmediatamente se despertó con el dolor, se dio cuenta de la situación, siguió halagando a Iker como lo hizo la mujer gorda.
-Claro, señorito Iker. Deberías avisarnos con antelación que ibas a venir, definitivamente mandaría a mi inútil hermana para que fuera a por ti y evitar que tuvieras que venir solo. ¿Qué pasaría si te encuentras con algún peligro en el camino siendo tú un niño tan pequeño?-
Al mencionar esto, Manuela reaccionó de inmediato. Miró a su alrededor y descubrió que no había visto a nadie conocido.
-Señorito Iker, ¿viniste aquí solo? ¿El mayordomo te dejó venir solo y no te mandó con algún sirviente?-
Iker bajó los ojos, un rastro de astuto brilló rápidamente en sus ojos, y cuando volvió a levantar la cabeza, ya no transmitía nada. Asintió casualmente, como si no le importara.
-Por supuesto, el mayordomo pensó que fui a la casa de un amigo. Después de todo, hiciste algo feo, si el abuelo mayordomo supiera que venía aquí, definitivamente no me dejaría.-
Al escuchar esto, Manuela no pudo evitar cambiar de expresión. Pensaba que este niño vino a burlarse de ella nuevamente, pero no esperaba que cambiase de repente el tono.
-También pensé seriamente sobre lo que dijo Manuela ese día. Creo que tenías razón. Pase lo que pase, el amor verdadero no debe ser restringido. Además, no hiciste nada dañino, es solo que no pudiste controlar tus sentimientos. El mayordomo fue demasiado duro contigo.-
Manuela estaba atónita, no podía creer que estas palabras salieron de él.
-Señorito Iker, ¿de verdad piensas así?-
-Por supuesto.-
Iker asintió con fuerza, la sonrisa en su rostro era demasiado prominente.
-También creo que mamá se pasó contigo. En verdad, solo es un pequeño asunto. Así que, Manuela, vine a verte, de paso quiero disculparme contigo. Realmente no fui intencionado lo que sucedió ese día, por mi ignorancia te he dicho tantas cosas para lastimarte, de verdad que lo siento.-
Manuela se quedó atónita por este cambio repentino. Parpadeó y tardó mucho en darse cuenta de lo que había oído.
-Señorito Iker, ¿hablas enserio?-
-Por supuesto que sí.-
De repente, Manuela recibió 20 mil euros en efectivo. Sintió que estaba en una nube, no sabía ni cómo reaccionar, solo pudo comportarse como un robot y tomó la tarjeta bancaria sin comprender.
-Muchas gracias, señorito Iker, pero...-
“Pero no deberías dármelo bajo esta circunstancia” Antes de que Manuela terminara de hablar, la mujer gorda arrebató la tarjeta bancaria que tenía en la mano.
-Ay, ni pero ni pera. Es un detalle del señorito Iker, solo podemos aceptarlo. Si sigues dudando, no vas a conseguir nada en la vida.-
Iker miró sorprendido a la mujer gorda, -Mi dinero no es para ti. ¿Qué haces con él? Devuélveselo a Manuela ahora mismo.-
La sonrisa en el rostro de la mujer se congeló, un destello de vergüenza brilló en sus ojos, pero también sabía perfectamente que no podía ofender al pequeñajo, por lo que tuvo que hacerse la tonta.
-Ay, señorito Iker, no sabes de una cosa. Desde la infancia, las cosas de Manuela nos pertenecen. Todos somos una familia y todos compartimos. Por supuesto, el señorito Iker vienes de una familia adinerada y no lo comprendes.-
-Ah, vale.-
Iker asintió con la cabeza, puso una cara de haberse aclarado, y luego miró a Manuela. Al ver que tenía una mala expresión, sabía que había conseguido su objetivo, contuvo su sonrisa y luego dijo.
-Entonces, Manuela, el dinero ya está entregado, ya me voy a ir. De ahora en adelante, la familia Rasgado ya no tendrá nada que ver contigo.-
Después de que Iker terminó de hablar, se fue de la multitud con su mochila…
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