El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 37

-¿Si no estoy de broma? -dijo perezosamente.

Se quedó aturdida, creía que no era uno que quería bromar, ¿estaba en serio?-

-Tú…- Ella podía ver algo diferente en los ojos de Oscar, pero no sabía qué quería hacer realmente.

Un hombre horrible y incontrolable.

Laura lo miró con molestia.

-¡Tu respuesta!- dijo el con frialdad.

-¡Quiero volver a casa! -Se puso a levantarse, tenía miedo de que le impidiera, pero no, por eso ella se relajó y caminó hacia la puerta.

Sin embargo, cuando Laura tocó la manilla, él se le acercó y la abrazó con fuerza.

-¡Sueltame!- regañó forcejeando con voz estridente, no le gustaba que nadie le tocara, sobre todo, aquel hombre era terribley fuerte, Laura no era capaz de lucharse..

Cada vez cuando había hombre que se le acercó, la recordó aquella noche cuando tenía diecisiete años.

La decepción, el pánico y la tristeza le envolvieron quella noche.

Ella se quedó atónita cuando vio el próximo movimiento del hombre.

Le abrió el escote a la fuerza, los botones cayeron por todo el suelo, aparecieron su ropa interior y la piel blanca.

Laura estaba tan pasmada que olvidó gritar, ¡este hombre delante de ella era una bestia!

Una mano fina movió por su cuello liso, ella se apresuró a cubrir su seno con la ropa

No dijo nada, una mirada como fiera parecía que estaba declarando algo.

"¡Aquí todo es mío!"

Laura se sentía vergonzosa,

-¡Eres un loco!-

Aunque lo dijo así, no se atrevía a moverse porque tenía miedo de que volviera a provocar su acto más loco.

-¿Tienes miedo?- dijo con voz baja y ronca.

Ella asintió.

Parecía que él podía sentir su latido rápido.

de repente, el hombre sonrió.

Acarició su cabeza, la besó,

-Todo es mío.-

Después de la declaración tiránica,la besó otra vez hasta que ella no podía respirar, él pegó su pecho contra suyo y dijo contentamente,

-Sepárate de él, ¡sea quién sea!-

-Estás loco.- Se agarró de la ropa fuertemente con las manos temblantes, reinaba la tiranía del hombre en el aire.

Por fin ella se dio cuenta de que no era una broma.

-¡Sí! ¡Estoy loco! ¡Loco por ti!- maldijo de repente.

Le acarició la espalda suavemente, dijo al su oído con tono bajo.

-No permito que tengas novio, tú eres mi mujer, no quiero ver que haya otro hombre a tu lado, de lo contrario, ¡lo mataré!-Ella volvió a temblar.

¡Lo dijo en serio!

Él rio de nuevo, besó su cuello hacia abajo.

-¿Tienes miedo? No te voy a pegar, solo quiero que los que te persiguen mueran.-

En este momento, ella estaba segura de que había provocado a un hombre poderoso.

Su corazón de piedra nunca abrió puerta a ningún hombre, pero ahora se tembló por lo que dijo él.

¿Todos los hombres eran tan tiránicos o solo él?

-Jefe, era mi culpa, no me amenaces, ¿vale?- Aunque sabía que estaba en serio, ella optó por hacerse la tonta.

Sin embargo, los ojos brillantes parecían que estaban diciendo algo, "¡No te hagas la tonta!"

Ella se puso nerviosa, cuando miró sus ojos se le escogió el corazón, ella mostró inquietud y bajó la cabeza, y sus manos se estaban agarrando de la ropa.

-¡Sepárate de él! ¡Te lo digo por última vez!- Su paciencia casi llegó al límite.

-No.- Ahora era la sociedad legal, si tuviera el novio, no iría a rendirse ante su amenaza.

-¿Quieres que se muera?- La voz peligrosa le hizo temblar.

No supo por qué, ella estaba miedosa.

Sonó la voz del hombre, -¡No salgas con ningún hombre!-

¡Qué dijo! Ese hombre perturbado, lo había repetido dos veces.

-No me permites salir con los chicos, pero jefe, ¿la que quieres no será una virgen? ¡No soy virgen!-

A pesar de que era un poco vergonzosa decirlo, ahora a ella no le importó nada.

-¡Sueltame!-

-¿Quién te ha dicho que solo quiero las vírgenes?- Él levantó las cejas.

-¡Los hombres siempre dicen lo mismo!- Ella tragó la saliva.

¡Mierda! ¿Por qué habló de esto con él? ¡Ella quiso irse! Pero parecía que no era tan fácil, ella tuvo miedo de hacerle enojado, también temió que iba a violarla.

En esta situación, ella era un cordero que esperaba la muerte, y él, era un lobo hambriento. A lo mejor la huida provocaría su bestialidad.

-¿Todos dicen lo mismo?- Oscar parpadeó los ojos y la miró tranquilamente, -Pues puedes recuperarte el himen, ¡y puedo fingir que la eres!-

-¡Pervertido!- dijo sin pensar, ¡ese cabrón incluso quiso una virginidad falsa!

De verdad tuvo aficiones especiales, ¡era un completo pervertido!

-¿Era la actitud que tienes hacia tu salvador?- Él se puso serio, ¡era la primera vez que le regañó como un pervertido!

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