El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 78

Laura se vio muy nerviosa como aquella noche de hace cinco años en que ella estaba asustada y perdida. De repente, él le se ocurrió ese sabor de la primera vez, ¡resultó que una mujer haciendo amor con él podía hacer que un hombre la echara tanto de menos!

-¡Voy a ver cómo pasan los niños!- Laura no quería seguir de forma tan incómoda. Cada vez que estaba con él, estaba tan apurada.

Después de decir eso, casi se va de huir.

Detrás de ella había una mirada aguda, como si viera a través de su corazón, tan fijada en su figura que el corazón de Laura tembló aún más.

Después de una tarde de jugar en el parque infantil, comiendo y bebiendo, los niños estaban un poco cansados.

-¡Volvamos!- Laura miró al cielo, que se hacía tarde, tenía que ir a la tienda a comprar ingredientes. Hoy era una cena para cuatro personas, tenía que preparar más.

-¡Bien! Podemos volver y comer la comida cocinada por ti.- Andrés fue el primero en animar.

-¡Has estado comiendo toda la tarde!- Oscar se quedó sin palabras.

-¡Pero ni siquiera es tan bueno como lo que cocinó Laura!- dijo Andrés.

-¡Entonces volvamos rápido!- Oscar sintió que esto ya era como una familia.

El coche se detuvo en el hipermercado. Iker gritó, -¡Mamá, vamos a comprar ingredientes juntos!-

-¡Sí! Corre despacio.- Laura dio instrucciones.

Justo bajaron del coche, mucha gente se asomó con envidia y el guardia de seguridad de la entrada no pudo evitar hablar, -¡Señora y Señor, sus gemelos son muy monos!-

Laura se quedó atónita y sonrió torpemente, sin saber qué decir.

Oscar, por su parte, esbozó una leve sonrisa y respondió, -¡Gracias!-

Los dos niños fueron a empujar el coche, siguiéndoles Laura y Oscar. Se inclinó cerca de ella y dijo en voz baja, -¡Sería perfecto que Andrés y Iker fueran gemelos!-

Ella miró de reojo, mientras que él giró repentinamente la cabeza también, así que ella cayó en la mirada suave de inmediato. Temblando su corazón, ella admitió que sus ojos, tenían suficiente encanto.

-¡Si es así, debe ser delirante!- Laura terminó con una carcajada, -¡Ni siquiera se parecen!-

-¡De dos huevo diferentes! ¡Podemos decir que son los gemelos de huevos diferentes! ¿Por qué me parece que Andrés se parece un poco a ti?- Oscar parpadeó y dijo.

Sin embargo, Laura convergió su sonrisa en ese momento, -Sí, mucha gente dice que Iker se parece a mí, ¡probablemente tenga una cara corriente!-

Se quedó sin palabras. Había cierta confusión en su corazón. Según la razón, ¡Andrés debería parecerse más a él! ¿Por qué Iker se parecía más a él que Andrés?

En ese momento, el teléfono sonó de repente. Oscar sacó el teléfono y le dijo a Laura, -¡Vayáis a comprar primero y yo atenderé una llamada!-

-¡Vale!- Laura fue a elegir ingredientes con dos niños. En el supermercado, mucha gente la miraba y a los dos niños en su lado con envidia.

-Andrés, ¿qué quieres comer?- preguntó Laura mientras miraba a su alrededor.

-¡Cualquiera sea perfecto, mientras lo cocines!- Andrés respondió con buen humor.

Al otro lado, Oscar respondió al teléfono.

-¡Oscar!- una voz llegó desde el otro extremo.

-¡Dime!-

-Se sacan los resultados que pidió. Señorita Laura sí recogió a un niño hace cinco años en que no tuvo novio viviendo con ella. ¡Sus antecedentes están limpios! Iker tiene cinco años, según la hora, ¡no puede ser el hijo dado a luz por Señorita Laura!-

Oscar asintió, -¿Seguras que no ha tenido más hijos desde entonces?-

-¡Sí, estoy muy seguro!-

-¡Bien!- Oscar asintió, -¡Envía el informe detallado a mi oficina mañana!-

Al colgar el teléfono, sus ojos miraron suavemente a las tres personas que estaban escogiendo comida en la sección de verduras. Quizás hasta él se sorprendió, ¡resultaba que una vida tan ordinaria era lo que más anhelaba!

Les siguió y observó que Laura fruncía el ceño ante un montón de tallos de judías.

-Compras este que es el mejor.- Oscar eligió el mejor y el más caro!

Sin embargo, Laura le apartó la mano de inmediato, -¡Este no, vamos a comprar el más barato!-

Estaba aturdido.

-Oscar, hay platos rebajados que solíamos comprar. No puedes vivir con manera ahorrativa, lo que Laura odia mucho!- explicó Iker.

El corazón de Oscar se estremeció de repente y le dolió, ¿siempre había comprado cosas con descuentos baratos?

Finalmente, como Oscar le pidió, compró lo más caro y fresco y por supuesto lo pagó todo. Escogió un montón de cosas y de bocadillos para los niños, metiéndolos directamente en el coche sin considerar las protestas de Laura.

Al abrir el maletero, Laura vio de repente una gran caja de cartón tan grande y resultado algo familiar.

Se quedó atónita por un momento.

Oscar también le siguió y se asomó, una vez que se giró y vio la cara de Laura enrojecida. Primero se extrañó un poco, mirando la caja, lo comprendió. -Dudo qué estaba pensando alguna persona quien abusaba de un niño de tal manera, le dejando vender los condones.-

Estaba un poco avergonzada, sin saber qué decir. Pero no fue tímido al respecto, -¡Y no eres una buena persona por comprar tanto a la vez!-

Mientras comía, el timbre de la puerta sonó de repente.

Laura se congeló, preguntándose quién vendría en ese momento y se levantó para abrir la puerta.

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