— Oh ¿así que no quieres casarte? Entonces no lo haremos...
Tangning sonrió.
—Esperemos a que ya no estés ocupado, podemos hablar de eso más tarde.
Yufan se veía intranquilo. Extendió su mano y la colocó sobre los hombros de Tangning. Con una mirada enojada en sus ojos, preguntó:
—¿Acaso ya no me amas?
—¿Y tú, qué? ¿Me amas?
Tangning se deslizó cuidadosamente fuera de las manos de Han Yufan. Le había prometido a Mo Ting que no iba a tener contacto físico con otro hombre.
Han Yufan estaba aturdido. Abrió la boca, pero no salió ninguna palabra, porque él nunca había tenido sentimientos hacia Tangning. Sólo la estaba usando. Relajó lentamente sus manos.
—Ya estamos en la etapa de casarnos, ¿por qué cuestionarías nuestro amor? Te convertirás en mi esposa pronto, ¿no puedes pensar en mí por un momento? No fue fácil para Yurou ser nominada a Las Diez Mejores Supermodelos. Tangning, me molesta que no puedas ser más comprensiva.
Tangning se distanció lentamente de Han Yufan. Ella se mantuvo serena.
—Entonces, a partir de ahora, es posible que tengas que
acostumbrarte a cómo soy ahora.
Después de la conversación, Tangning dejó a Han Yufan allí plantado mientras salía del edificio.
Han Yufan estaba desconcertado, no entendía por qué la actitud de Tangning había cambiado tanto. Pero, después de pensarlo detenidamente, asumió que todavía estaba celosa de él y de Mo Yurou. Sin embargo, él no tenía la energía para persuadirla. Después de todo, Mo Yurou aún necesitaba consuelo y Tangning nunca había sido alguien que preocupara a los demás.
Luego de que su ira disminuya, las cosas probablemente vuelvan a la normalidad. Ella siempre ha sido tan inútil, sin ningún carácter para defenderse.
Tangning sabía que Han Yufan no iba a perseguirla. Su corazón ya había renunciado a él. En lugar de eso, se apresuraba a llegar a casa para ver a Mo Ting. Al pensar en Mo Ting, el corazón de Tangning se sintió como si fuera invadido por una luz brillante.
—Tangning, te llevaré a casa primero para que puedas recuperar tus energías. Mañana, firmaremos un contrato para que filmes en el estudio —dijo Long Jie alegremente.
—Long Jie, cancela el contrato de alquiler de tu casa y múdate a mi antiguo hogar. Dale un poco de vida a mi casa. También puedes cambiar las cerraduras. Si Han Yufan pregunta, solo di que te has mudado para cuidarme, y que ya no es conveniente que él tenga las llaves —sugirió Tangning. —Mañana, firmaré un nuevo contrato contigo.
—Muy bien...me parece perfecto, de esta forma puedo ahorrar algo de dinero.
Después de la conversación, Long Jie miró a Tangning con una sonrisa ambigua:
—El poderoso presidente de Hai Rui Entertainment, ¿cómo es en ese aspecto?"
—No seas tan entrometida, ¿de acuerdo? —replicó Tangning, mirando a los ojos de Long Jie.
Después de regresar a casa, Tangning tenía mucho tiempo libre ya que Mo Ting todavía estaría fuera. Se dirigió a la cocina y encontró a los sirvientes cocinando. Recogiéndose las mangas, ella les ofreció:
—¡Permítanme ayudarles!
—Señora, ¿cómo podríamos molestarla?
La chef a cargo de las comidas era una mujer de mediana edad de más de 40 años. Tangning, le cayó bien enseguida, ya que transmitía una vibra tranquila.
—¿Qué le parece esto? Usted se toma el resto del día para descansar y me permite cocinar para Mo Ting esta noche.
Tangning llevó a la chef fuera de la cocina.
A la hora en que Mo Ting llegó a casa, ya era tarde en la noche. Sin embargo, tan pronto como entró a la casa, lo primero que hizo fue buscar a Tangning. Mo Ting encontró a Tangning concentrado en la cocina, con un delantal y descalza. Se sorprendió cuando la miró en silencio. Inmediatamente fue atraído por sus largas y esbeltas piernas. Él caminó directamente hacia ella y la abrazó por detrás mientras la besaba suavemente en la oreja.
—Presidente Mo, no ensucie, estoy preparando pescado...
Mo Ting extendió la mano y apagó la hornalla.
Levantando su mentón, se dirigió directamente a sus labios.
—Jamás he dudado de ti.
Mo Ting sirvió algo de comida en el plato de Tangning. Sus ojos se encontraron, ambos mirándose con admiración.
Por supuesto, Mo Ting tenía muchas ganas de ver a Tangning avanzar lentamente y ver cuán miserables serían Han Tufan y Mo Yurou.
Después de una noche ventosa, comenzó a llover ligeramente.
Al regresar a la casa de Han Yufan, Mo Yurou tomó todo lo que pudo y lo arrojó al suelo, rompiéndolo en pedazos. Especialmente cuando pensó en Tangning firmando el contrato mañana, su corazón no podía aceptarlo. Lo peor de todo es que Han Yufan realmente había ayudado a Tangning: esto era lo más insoportable para ella.
Han Yufan abrió la puerta para encontrar una escena impactante frente a él. Vio a Mo Yurou de pie con un jarrón en sus manos. Inmediatamente, corrió y envolvió a Mo Yurou en un abrazo:
—No estés tan molesta, no es bueno para el bebé..
—Me sorprende que sepas lo que es malo para el bebé, a pesar de que acabas de ver como Tangning se robó mi contrato.
—Todavía tenemos muchas oportunidades. Ya estoy trabajando para asegurar una colaboración aún mayor. Deja de prestar atención a Tangning. Incluso si ella se convirtiera en portavoz, ¿qué ocurriría?
Han Yufan le dio una palmadita en el hombro a Mo Yurou.
—Cariño, escúchame, no te tortures.
—Incluso si haces esto, todavía no estoy convencida. — dijo Mo Yurou, y levantó la cabeza con lágrimas en los ojos. —Te ha estado reteniendo durante tantos años, definitivamente no le permitiré tener lo que quiere.
En realidad, ella ya había ordenado a su asistente que creara una conmoción entre sus fanáticos, y ya estaba viendo resultados. Sus fanáticos ya habían comenzado las discusiones sobre destruir a Tangning y le lanzaban insultos.
Si ella iba a perder, no iba a permitir que Tangning ganara.
Y lo más importante, ordenó a su asistente que publicara los detalles de la agenda de Tangning mañana, dando a los anti fanáticos la oportunidad de causarle problemas a Tangning.
¿De verdad cree Tangning que es tan fácil ser un vocero? Mañana, se convertirá en la modelo más vergonzosa y estúpida del aeropuerto.
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