El Idiota De Mi Jefe (COMPLETA) romance Capítulo 40

Los rayos del sol dando a mi rostro, el viento moviendo mi cabello castaño ondulado de un lado para otro despeinandome, ya hacía mucho tiempo que no venía, la última vez, fue casi un año porque me llamaron por una plaga que estaba matando nuestras platas en el viñedo, ese día solo me la pase dos días y me regrese lo más rápido ya que no pida estar lejos de mis pequeños y mis responsabilidades en la empresa.

Hace 20 minutos que el avión había aterrizado y ahora estábamos tomando rumbo a la casa, el viaje fue muy cansado que por estar horas sentados íbamos a quedar como tablas en el trasero, en el avión no había mucho espacio para caminar así que ya sabrán, las quejas de Amanda de que tenía entumecido el trasero se escucharon en todo el camino a la casa y una que otra queja de mi hermano que pasaba por lo mismo.

Yo ya estaba acostumbrada que no me quejaba por el dolor mejor me lo reservaba, habíamos dejado el pueblo atrás para tomar calle al capo, es un paisaje hermoso, los campos, las montañas verdes a los lejos, lagos y pequeños ríos, es magnífico este lugar.

Mi vista cae a una enorme reja negra con un letrero con letras color doradas "viñedo Miller" una pequeña sonrisa aparece en mi otros al saber que al fin llegamos porque...

¡Quiero ir al baño!

El guardia sale de la caseta y al ver a mi hermano, mi madre y a mí, se regresa y nos abre, saludando nos con un gesto con la cabeza, estaba moviendo mucho mi pie izquierdo que Luke me miraba de reojo intentando averiguar por qué estaba a si de impaciente, cuando rodea la gran fuente que está en medio y para en frente de la casa abro la puerta muy rápido.

Subo las escaleras rápido, y veo como la gran puerta de madera se abre mostrando me a una mujer del servicio.

-Hola, Li...

- ¡Lo siento, tengo que ver cómo está el baño! -grito pasando a su lado y corriendo en busca del trono de los tronos.

Nada es mejor que hacer lo que tienes que hacer en el baño, la paz, el alivio es indescriptible.

—No entiendo, había un baño en el avión —me dice mi hermano cuando llegó a la sala.

—Sera que no tenía ganas en ese momento y las tuve camino aquí.

—Bueno —se encoge de hombros— ¿Ahora que?

—Ustedes pueden ir a la playa o salir a explorar... Yo tengo unos asuntos que atender —miro a Amanda que esta con Mateo en brazos— Amanda te puedo encargar...

—No lo digas dos veces —me interrumpe— con mucho gusto cuido a estas ternuras.

Sonrio— Gracias.

Miro a Luke quien está arrullando a Camila, ella está aferrando su manita a un dedo de el, que está sonriendo.

Salgo de la sala y tomo camino al viñedo, está lejos un poco de la casa a si que iré en caballo.

—Lili —una señora del servicio se acerca.

—Si.

—El caballo ya esta listo, esperando mi señora.

-Gracias, linda -caminamos hacia la puesta- Algo nuevo que haya pasado y tenga que saber.  

-Nada en realidad -sonríe de lado- bueno hace unos días intentaron meterse al viñedo -paro en seco y la miro- según los guardias no lo logro por los perros 

-Eso no es para nada bueno -me llevo una mano al mentor- ya checa ron las cámaras de seguridad.

-Ya.

-Y... ¿Bien?.

niega con la cabeza despacio- Nada, su rostro no aparece en ningún momento en las cámaras, es... como si ¿Supiera muy bien en donde están colocadas? -frunce el ceños

-Mi hermano sabe de esto.

-No.

-Que bueno y ni que se entere, se podre ria peor que una mujer cuando le llega su periodo.

suela una risita- Usted misma lo ah dicho.

cuando abro la puerta afuera ya me hace esperando un caballo color café claro con cabello blanco con su cilla de montar. dos hombres ya hacían esperando me montados en su caballo que cuando me ven me saludan.

-Señorita Lili, es bueno tenerla de vuelta aquí, no sabe lo que se ah estado perdiendo. . .

-Hola, chicos -me subo al caballo y me acomodo en la silla- es bueno ver los de nuevo como han estado.

bufa uno- con mucho trabajo el captas nos tiene para haya y para acaba, no se como tiene muchas energías si con esa edad yo estaría con un bastón y gritando a todos los niños -se aclara la garganta- Niños malos -solté una carcajada por su voz de viejo.

-Ya veo -dijo después de un rato- pero ya saben como es el, tomo muy enserio su trabajo.

-¡Si! -alza la voz desesperado- se merece unas buenas vacaciones a ver si ha si se le quita lo gruñón y las inmensas ganas de explotarnos en el trabajo.

Suelto otra carcajada- No has cambiado para nada Chris.

tomos las riendas de mi caballo y un sonido hago que avance, el prado es hermoso, la hierva alta se movía de un lado para otro al compás de la brisa, partes secas partes verdes y una que otras arboles y pinos frondosos, amo como loca este lugar todo tranquilo y el único sonido o ruido es el canto de las aves y la melodía que hace la brisa con las hiervas al mover las.

-Veo que extraño mucho este lugar.

-No tienes idea Fran -miro el camino que nos lleva al viñedo- es como mi refugio aparte de ser un lugar muy importante para mi, aquí estoy tranquila sin cámaras por todos lados y preguntas.

-Le esta pasando muy mal por lo que veo en Florencia.

-No, tienes la menor idea, han sido unos años muy difíciles para mi -sonrió- bueno no tanto, la llegada de mis pequeños cambio mi mundo por completo, ellos son el motivo por el que estoy de pie.

-No cabe duda -lo miro- es igual a su padre y su abuelo -abro los ojos- ellos igual como usted amaban mucho venir aquí en ves en cuando se iban a un lago no muy lejos del viñedo a pasar el rato.

-Somos familia al fin y en cuenta.