El Jefe romance Capítulo 43

No tenía idea de porque rayos había salido corriendo del casino, lo único que supo fue que al ver a esos dos hombres caerse a golpes no quiso ver los resultados. Nuevamente se vio corriendo por la calle, pero, ¿A dónde demonios pensaba ir? Recordó su apartamento ¿seguiría siendo de ella? tenía que averiguarlo.

Encamino sus pasos hacia la primera parada de taxi que diviso, en cuanto se disponía a llamar a uno una enorme van color negro se detuvo ante ella… la puerta se deslizo a un lado dejando ver a dos hombres encapuchados en su interior. Su primera reacción era retroceder y regresar a la seguridad del casino pero fue demasiado tarde, un hombre la tomo de la cintura metiéndola a los golpes en la furgoneta.

— Noooo… grito. Pero un golpe seco recibió a cambio justo en la cabeza. El mundo de Eileen se volvió negro…

[…]

— Lión… estas en el casino, ¿recuerdas? La voz de Kara a sus espaldas interrumpió las intenciones del mafioso de volarle la cabeza al idiota de Severu.

— Saquen a este infeliz de mi casino. Exclama a sus hombres quienes se mantuvieron a raya de la pelea.

En cuanto giro su cuerpo con la mirada busco a Eileen, pero no había rastro de ella. Paso el dorso de la mano por su labio limpiando la sangre que corría por su piel.

— ¿Dónde está Eileen?

— No lo sé… responde encogiéndose de hombros.

— ¿No lo sabes? Lión le propina una cachetada a la mujer. — Te he dado una orden de vigilarla, ¿eso es muy difícil para que lo comprendas? Suelta con molestia.

— No soy la maldita niñera de esa perra.

La tensión de Lión aumento considerablemente… paso a un lado de la mujer quien se masajeaba la mejilla.

— Estas despedida Kara.

— ¿Qué? Grita está viéndolo marchar.

Walker condujo sus pasos hasta la oficina de seguridad, necesitaba revisar las cámaras y ver donde carajos se había metido su imprudente esposa… pero al inspeccionar los dispositivos de videos se fijó que ella había abandonado el hotel. Apretó la mandíbula, podía estar en cualquier parte. Saco el móvil de su saco para realizar una llamada…

El jefe de la policía le tenía los videos de las calles cercanas al hotel, se les fueron enviadas tan solo en 20 minutos al casino… en cuanto la reviso la vio, corría por las calles (típico de ella) éste negó. Adelanto el video, y fue cuando la vio como era subida a una furgoneta que desconocía.

— ¡Maldita sea! Golpea la mesa.

[…]

Algo no iba bien con ella… se sentía muy mareada, su cabeza estaba que reventaba del dolor. Eileen abrió lentamente los ojos, aunque uno no logro abrirlo completo ya que algo se lo impedía. Parecía como una especia de líquido pegajoso. Pestañeo intentando abrirlo, y fue cuando se dio cuente de lo que pasaba.

Sus manos y pies se encontraban atados conjuntamente, estaba sobre el mugriento pavimento cubierto de polvo. Miro sus piernas, ambas rodillas sangraban y le escocían. Al parecer tiraron su cuerpo inconsciente en el suelo sin ninguna delicadeza. Intento mirar hacia todos lados, pero no veía nada concreto. Todo estaba oscuro, miro hacia arriba solo un farol la alumbraba a ella lo demás era oscuro.

— Cuando él sepa que eres tú, no la contaras.

— ¡Oh! La gatita tiene garras después de todo.

Con fuerza Kara voltea el rostro de Eileen por la cachetada que descargo en su mejilla. La rubia giro el rostro de tal manera que sintió dolor en el cuello, entonces escupió lo que guardaba en su boca fijándose que era sangre.

— Eso te ganas y mucho más… no sabes cómo me voy a divertir contigo mujerzuela.

Eileen recibía golpes tras golpe por parte de Kara. La mujer descargaba su furia en ella, mientras que la rubia ya no podía más con su cuerpo.

— Eres una idiota si creíste que Lión vendría a salvarte, él ni sabe sobre este lugar. Jamás te encontrara. Se ríe. — Este será tu fin estúpida, solo espero que tus bienes pasen a buenas manos. Has sido muy molesta, ¿lo sabias?

La mujer levanto la mano nuevamente para golpearla…

— ¡Kara! Una fuerte voz masculina resonó en aquel lugar, la mujer giro su cuerpo buscando la voz que la llamaba.

El corazón de Eileen palpito de emoción al escuchar aquella voz familiar… la chica pensó que al fin saldría de ese lugar y la loca de Kara tendría su merecido. La rubia levanto la mirada, sonríe de medio lado.

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