El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 230

Aunque lento, los dias siguen avanzando, el tiempo no se detiene por nadie ni por nada.

La gran familia se prepara para celebrar los dos años de los bebes quienes cada dia son mas inteligentes, despiertos, activos e independientes.

Y aunque para las parejas la idea de celebrar un hermoso año mas de preciosa vida de sus bebes es motivo de felicidad absoluta, para Lorelay el sentimiento mas bien es agridulce.

Su amado esposo Edward se aferra a aseverar que esta bien todo el tiempo, creyendo que podra engañarla, pero la chica ha observado detenidamente a su guapo y melancolico esposo cuando esta solo o cree estarlo como ahora.

"Buenos dias mi amor."

Saluda Lorelay con voz un tanto adormilada a Edward quien se seca el sudor de su frente con una pequeña toalla blanca.

"Buenos dias cariño, tuviste una buena noche de sueño?"

Cuestiona amablemente Edward mientras quita las pesas de la barra que estaba cargando para colocar unas de mayor peso, Lorelay cierra su bata de dormir con mas fuerza pues el ambiente del gimnasio de la villa esta inexplicablemente frio.

"No podias seguir durmiendo mi amor?"

Acariciando su brazo desnudo, Lorelay trata de conectar con la mirada de su esposo quien parece evitarla mirandose en la pared de espejos frente a ellos.

"Lo siento cariño, te desperte sin querer?"

"Porque no vuelves a la cama otro rato, aun faltan un par de horas para que amanezca."

Pide amable pero frio Edward esquivando a su esposa quien, cansada de que la evite toma con sus manos la cara de su esposo para que la enfrente.

"No puede seguir este comportamiento distante y frio de tu parte, nos amamos, somos esposos, pero tu..."

"Tu pareces ahora el Edward que conoci hace tantos años, uno que se encerraba en si mismo para protegerse."

Rogandole con los ojos que deje de poner barreras para escudarse, Lorelay acaricia las mejillas angulosas de su esposo, Edward toma las manos de su esposa con las suyas.

"Ya te dije que estoy bien mi amor, no pasa nada conmigo, solo tenia ganas de entrenar y eso no es nada malo, tu tambien deberias entrenar al igual que los demas."

Comenta a la ligera Edward, molestando a Lorelay.

"Mi amor, tu sabes que lo hacemos, todos entrenamos diariamente."

"Edward por dios, son las tres de la mañana, deberias estar conmigo arriba, en nuestra cama, dormidos juntos!"

Lorelay enlaza sus manos con las de su amado mientras externa su preocupacion latente.

"Te haz estado matando en el gimnasio, cargando pesas y entrenando con Paul y Dániel mas de la cuenta."

"Casi no duermes, te he visto comer menos, ya no quieres pasar tiempo con nosotras, dices estar muy ocupado con la empresa pero ambos tenemos las mismas responsabilidades."

Lorelay tose un poco y respira para tranquilizarse pues lo que esta por decir la  tortura por dentro.

"Se que estamos de luto por la perdida de las abuelas pero tu..."

"Ya no me tocas, no me acaricias o abrazas como antes, no hemos hecho el amor desde hace tiempo!"

"Te necesito mi amor, te necesito ahora mas que nunca."

Edward se mantiene en silencio antes de responder.

"Tienes razon, estamos de luto, cada quien lo maneja de diferente modo."

"Necesito estar solo un tiempo para ser como antes."

"Si eso es todo lo que querias decirme, vuelve a la cama mientras yo termino mi sesion de pesas antes del entrenamiento matutino."

Lorelay mira a su esposo desviar la mirada de la suya para volver a concentrarse en las pesas.

"No, claro que no es todo lo que tengo que decirte."

"Estoy harta de ser paciente y comprensiva contigo, de ignorar tus comentarios frios, cortantes y descorteces."

"Estoy harta de disculparte con todos porque los evitas cuando estan en casa!"

"Estoy harta que no me abraces por las noches, que seas frio conmigo y con nuestra bebe Emily!"

"Es que todo lo que aprendimos, lo que vivimos y nos amamos ya no significa nada para ti?"

Cuestiona Lorelay elevando la voz, el eco resuena en el gimnasio.

"No eres el unico que ha perdido a su abuela!"

"Ha sido duro para toda la familia pero ponemos una sonrisa porque nuestros bebes nos necesitan."

"Ellos son nuestra esperanza y felicidad, no puedes verlo?"

"Nuestra hija esta por cumplir dos años y haz cambiado demasiado en este corto tiempo!"

"No es justo Edward, no es justo que vuelvas a ser frio como antes!"

Con los ojos ligeramente humedos, Lorelay se acerca a su esposo quien se mantiene serio.

"De alguna forma que no comprendo haz dejado de amarme o a nuestra hija?"

"Ya nos amas como antes?"

Abrazando a su esposa Edward cierra los ojos mientras deja escapar un suspiro profundo que sale del alma.

"Lo siento mi amor, es solo que jamas crei que un dia mi abuela no estuviera conmigo."

Lorelay enreda sus brazos en el torso aun mas definido y fibroso de su esposo, tratando de brindarle el alivio que necesita.

"Por favor mi amor, todos sobrellevamos las perdidas juntos."

"Juntos, un dia a la vez, saldremos adelante del luto en nuestras vidas."

Ruega la bella chica acariciando suavemente la espalda de su esposo con sus manos.

"Lamento haberme alejado de ti."

Apartandose un poco para mirarlo hacia arriba, Lorelay tratando de ver si miente pero la mirada de Edward es sincera.

"Sube, quiero dormir abrazada a ti."

Pide con voz dulce Lorelay, Edward acepta apagando la musica y las luces del gimnasio.

Vistiendo solo un boxer oscuro que delinea bien su delgada y desgarrada figura masculina, Edward se recuesta con Lorelay quien recarga su cabeza contra su pecho antes de quedarse dormida.

Mirando al techo Edward trata de apagar los crueles pensamientos de remordimiento que destruyen su mente.

Ahora no solo se siente culpable por no haber apreciado a su abuela, tambien siente que no esta valorando el precioso tiempo que pasa con su hermosa Emily y su amada esposa.

El sueño los vence a ambos de nuevo, en sueños ambos se encuentran con sus abuelas con las que se funden en un abrazo perpetuo.

Por la mañana, la familia empieza su rutina matutina.

Aunque al principio fue un caos por los desgarradores fallecimientos de los abuelos, la familia ha retomado lo que las abuelas les inculcaron en este ultimo tiempo por lo que se reunen de momento en la villa Situ Baek para entrenar juntos, desayunar y partir a sus obligaciones laborales.

"El desayuno para todos esta listo."

Informa Thomas, Tim vigila a su pequeña hermosa quien juega con todos los bebes en los juegos infantiles.

"Gracias Thomas."

Agradece Lorelay con una sonrisa amable pues esa mañana se siente mucho mejor que anoche.

"Supongo que todo va mejorando?"

Cuestiona Carolina a su amiga al verla, la chica asiente.

"Todo esta mejor."

Ambas chicas miran a sus esposos charlar animadamente mientras caminan hacia el comedor.

Edward le guiña el ojo a Lorelay antes de seguir escuchar a Dániel y Paul quienes discuten estrategias mercantiles.

"Niñas, vayamos a desayunar, tenemos que discutir el festejo de los bebes."

La abuela Arana invita a las dos amigas quienes asienten, Amairani aparece para servir de apoyo a la amable abuela.

"Donde esta mi amada nieta?"

Cuestiona la abuela fingiendo no ver a la hermosa niña quien camina de la manita de Erik, el comandante camina detras de la parejita vigilandolos. personal.

"Qui abuela!"

Indica la niña riendo, la abuela se hace la sorprendida.

"Escuche claramente a mi nieta adorada pero no se donde esta!"

La actitud de la abuela hace reir a Alondra, Erik tambien rie antes de correr para estrellarse suavemente contra la abuela.

"Qui estoy abuela!"

Grita la pequeña Alondra quien abraza con una mano a su abuela pues Erik se no suelta la mano de la hermosa niña.

"Oh mis niña pense que eras invisible!"

"Aqui esta el pequeño Erik tambien!"

"Como es que no los vi?"

Tanto los pequeños como los adultos sonrien por la juego inocente de la abuela, despues de besar las mejillas de los bebes entran al amplio comedor.

Reunida la familia en la mesa,  todos disfrutan del suculento desayuno.

Cuando las infusiones calientes llegan a la mesa la abuela Arana se levanta de su asiento para hablar.

"El segundo cumpleaños de los pequeños es dentro de tres dias."

La abuela mira a todos reunidos en el gran comedor, los bebes siguen comiendo ayudados de sus niñeras.

"Como es una fecha muy especial para mi, pues hemos experimentado perdidas de nuestros seres queridos en este ultimo tiempo, me encargare de toda la organizacion de la fiesta de cumpleaños de los pequeños herederos."

"Tengo en mente una fiesta tematica que sera inolvidable!"

El entusiasmo con que la abuela habla contagia a los bebes quienes aplauden  mientras siguen masticando su comida.

"Me gustaria usar la villa de la abuela Freda para realizar la fiesta si no tienes inconveniente mi niña."

Cuestiona con voz dulce la abuela a Lorelay quien niega con la cabeza antes de decir que le parece una buena idea.

"Comenzare de inmediato a contratar lo que necesito!"

"Esta bien señor Yuzura, solo deme un momento para despedirme de mi esposa."

Comenta Edward mientras camina fuera de la sala de juntas.

"Por supuesto, oh el amor!"

"Es tan glorioso e inspirador el amor que usted profesa a su esposa e hija!"

"Lo esperare en el estacionamiento señor Edward Situ."

Se despide esta vez con una reverencia formal el señor Yuzura al igual que su equipo entero antes de desaparecer dentro del elevador privado.

"Entonces, iras con ese hombre a su villa?"

Cuestiona Lorelay cuando Edward le informa de la invitacion del hombre.

"Ire contigo."

Declara Lorelay quien firmeza, Edward toma la bolsa y abrigo de su esposa pero justo cuando ambos salen de la oficina de ella, el celular comienza a sonar por lo que la bella mujer contesta.

"Emily se siente enferma, no para de llora, la niñera me pide que vaya por ella."

Comenta Lorelay a su esposo cuando termina la llamada.

"Entonces vayamos juntos a recoger a nuestra pequeña."

Edward determina antes de avisarle a Teresse que se iran juntos pues Emily se siente enferma, la chica asiente diciendoles que se hara cargo de los pendientes.

Cuando ambos descienden al estacionamiento subterraneo las puertas del elevador se abren para dejarlos salir.

La camioneta blindada ya espera a la pareja, en ese momento el rugir de un motor potente resuena poderosamente al fondo del estacionamiento.

"Señor Edward Situ, lo estoy esperando!"

Alzando la mano y sonriendo felizmente el señor Yuzura sale del poderoso, lujoso y costoso auto de alta gama, edicion limitada, Edward se detiene un momento indeciso.

"Señor Yuzura, temo que tengo que declinar su invitacion, mi pequeña esta enferma y debo ir por ella a la guarderia, usted comprendera."

Se disculpa Edward, la sonrisa del hombre asiatico se transforma en una mueca de tristeza.

"Por supuesto que comprendo señor Situ!"

"Solo me siento un poco triste pues traje este bebe conmigo desde la ciudad costera para que usted lo manejara, es una terrible lastima!"

Se queja afligidamente el señor Yuzura cuando un oscuro auto identico al potente auto plateado se empareja.

"Mi oferta para comer se extiende a cualquier dia señor Situ, señora Situ."

Lorelay se mantiene atenta a la conversacion y la actitud de su esposo al ver los poderosos autos frente a él.

"Ire por nuestra hija, tu acepta la invitacion a comer con el señor."

Las palabras de Lorelay asombran a Edward.

"Estas segura mi amor?"

Lorelay asiente ya que seria una descortesia hacia el empresario no aceptar su invitacion a celebrar el cierre de un trato comercial.

"Te vere mas tarde en la villa con nuestra hija."

Se despide rapidamente Edward de su esposa con un fugaz y casi inexistente beso en los labios.

El señor Yuzura recibe con los brazos abiertos y sonriente a Edward antes de explicarle que coloque su huella en el encendido del auto que prefiera manejar.

Lorelay sentada en la camioneta mira cuando su esposo coloca su huella en el auto oscuro para entrar en el, pronto, los veloces y potentes autos de lujo hacen rugir sus ruidosos motores para salir de prisa del estacionamiento.

Despues de recoger a Emily en la guarderia y que tanto la niñera como las miss encargada de la pequeña le explicaran cual era la molestia de la pequeña Lorelay abraza a su pequeña en brazos quien duerme por fin tranquila.

Sören duerme en brazos de su niñera pues se nego a quedarse en la guarderia si Emily se marchaba.

El suspiro profundo y sentido de su nena hace que la bella mujer mire a su tesoro mas preciado.

Mirando por la ventana, un sentimiento de incertidumbre y preocupacion comienza a crecer dentro de ella al preguntarse si habra hecho lo correcto al dejar ir a Edward con ese hombre pero...

Es solo una comida mas de negocios con un socio inversor mas.

Lorelay no cree que tenga nada de que preocuparse pues ahora los dos estan bien, Edward le dijo por la mañana que todo volveria a ser como antes.

Y si es asi porque Lorelay tiene un presentimiento, una corazonada de que algo esta por ocurrir o es que...

Acaso ella esta exagerando una situacion sin mas importancia?

O su intuicion le esta fallando?

Es que esto es una prueba mas para ella?

Todo es tan complicado sin la guia de las amadas abuelas...

Todo es tan complicado sin ellas.

***By Liliana Situ***

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