El Socio de mi padre romance Capítulo 67

Amaia Domínguez García

Puerto Vallarta, Jalisco, México

No supe ni por cuantas horas dormí esa mañana, desperté ya bien entrado el día cuando un delicioso aroma, me volvió a la vida y sentí que me envolvían unos brazos que conocía muy bien, los brazos del hombre que amo, de mi Axel. El me llenaba de besos, me sentía dichosa y me arrullaba más, quería seguir durmiendo, estaba demasiado cansada por todo lo que había pasado.

–Amaia, despierta preciosa que ya son las tres de la tarde – Me decía él – Te amo, mi vida, ¿Sigues muy cansadita?

Se me había pasado toda la mañana y parte del día durmiendo, todo lo que habíamos pasado la noche anterior me habia pasado factura y apenas me estaba despertando.

–Hola mi amor – Me levanté quedando sentada en la cama – Sí un poco, mi amor ¿Cómo estás?, pensé que estarías en el curso.

–No te puedo mentir Amaia, no me siento nada bien y quiero verte esta noche, pero no dónde ayer ¿Te parece si nos vemos en la playa, pero del lado del otro hotel? Tienen las mismas, camas de playa – Axel me hizo reír – Pero aquí, no quiero que nadie nos vea, que nadie nos encuentre.

–Nos vemos dónde tú quieras, estás guapísimo mi amor – Lo abracé y lo besé muchas veces – Te amo, Axel.

–Sí ya veo que se aman, pero mi vida está en juego con ustedes dos – La voz de la güera, se manifestó – Sí supiera al menos, alguno de ustedes, lo que ha pasado.

–Lo siento güera, pero lo único que quiero saber, es lo que me pasa ahora que estoy con mi preciosa mujer – Declaró Axel – Los demás dejan de existir y no lo digo por ti, para que no te sientas.

–Pues yo sí, quiero saber – Dije separándome un poco de Axel – No es por nada, pero me encanta todo eso, ya saben, del chisme.

Axel, pasó una bandeja con cosas de comer. No supe a qué hora pidió eso, pero se lo agradecía, me estaba muriendo de hambre y había suficiente para comer los tres. La güera empezó a comer algunas cosas de la bandeja también, al igual que yo y Axel, nos miraba a ambas. Él estaba tenso y preocupado, me daba cuenta de eso perfectamente. Yo lo conocía muy bien y me parecía que tenía que ver, con lo que iba a decir la güera.

–Güera, ya dinos por favor lo que dices que ha pasado, habla – La curiosidad, me mataba – Supongo, que no es nada bueno.

–Pasa qué, aquí el irresponsable de mi amigo, le ha fracturado el brazo a Cecilia – Dijo la güera – Lo supe, porque Luis Miguel y yo, la vimos con un yeso y no contenta con eso, se acercó a nosotros y me volvió a amenazar. Esta vez, no me quedé en paz y le metí una friega, les aviso.

–Por mí acaba con ella güera, me harías un gran favor – Declaró Axel – No pude contenerme, ella me hizo enojar. Esta necia, que Ale y que tú son mis amantes. Ya no la aguanto y ella provocó eso.

–Mi amor, no quiero que te alteres – Lo volví a abrazar – No pasa nada, yo te amo y vamos a estar bien.

–Sí preciosa, por eso te he pedido que nos veamos esta noche en otro lugar y tú güera, no hagas planes – Mi Axel, le decía a la güera – Habrá un evento en la zona de alberca, para los del curso, iré un rato y me escaparé para irme con Amaia. Así que necesito que vayan todos y de ahí ella y yo, nos iremos para vernos en otro lado, claro por separado.

–Ya la he agarrado en el aire, Axel Vega – Declaró la güera – Ya sé que quieres que vayamos a eso para que, todos nos vean ahí, en el evento y que nadie sospeche más de mí y puedas escaparte con Amaia a otro lado.

–Sí, eso quiero si no es mucha molestia, güera – Axel le hizo ojos de súplica a la güera – Sabes que todo, se debe hacer por un amigo o amiga.

–Andamos de luna de miel – Luis Miguel tomó mi mano para besarla – Adelantamos cosas de la escuela y nos quisimos escapar.

–Hola Ale, tanto tiempo – La saludó la güera – Yo los invité y aquí estamos. Todos necesitábamos unas vacaciones.

–Ivanna – Dijo Ale con pesar – No tenía idea, que tú y mi hermana Amaia, se conocieran.

–Sí Ale, sucede que la güera es mi amiga – Dije para quitar tensión – Ella cuando supo, que andaba de novia con Micky, no dudó en invitarnos, ella tenía una reserva y aquí estamos.

–Bien, supongo que te trajiste tu tratamiento y todo – Ale estaba molesta – No quiero que, si te pones mal, pasen cosas peores, Amaia y tú Ivanna, te harás responsable si le pasa algo a mi hermana.

–Amaia, güera – Axel fingió no saber de nosotras – No sabía que andaban aquí en Vallarta, que gusto verlas.

–Espera, ¿No las has invitado tú? – Ale preguntó a Axel – Pensé que sí.

–No, esto es una coincidencia. Pero ya que están aquí, quédense al evento – Dijo Axel – Pasen por favor.

Ale estaba enojada y más porque se notaba que ella y la güera, no se llevaban bien para nada. Me imaginaba que era porque la güera era la mejor amiga de Axel. Mi papá al verme ahí con Luis Miguel, así como Bin Laden se sacaron de onda, pero ya nadie más dijo nada.

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