Al recordar su aburrida y rancia vida, no había tenido la oportunidad de tener una aventura, y mucho menos estar físicamente involucrado con tan perfecta belleza. Dedicó la mitad de su vida a esa asquerosa bruja que tanto despreciaba.
¡Hoy era el día en el que rompería las cadenas restringidas del destino!
¡Sí!
¡Quería probar un poco de Claire!
¡Quería saltar sobre la hermosa mujer por la que todos los hombres de la ciudad estaban locos!
Mientras pensaba, sonrió y dijo: "Srta. Wilson, podemos hablarlo ya que ha venido hasta aquí con una petición así. No soy tan difícil de tratar como usted cree."
Claire se sentó rápidamente, pensando que había una oportunidad de revertir la situación, y preguntó con entusiasmo, "Sr. Koch, ¿nos venderá sus materiales a crédito?"
No lo dijo específicamente, sino vagamente, "Definitivamente los rechazaré si fuera otra persona, pero si es usted, Srta. Wilson, eso es otra historia..."
Claire dijo rápidamente: "En realidad, nuestra colaboración con el Grupo Emgrand es muy estrecha y específica. Si acepta una compra a crédito, cuando recibamos el primer lote de liquidación de Emgrand, le pagaremos inmediatamente."
Asintió con la cabeza y dijo: "Un momento, iré a hacernos un té".
Se puso de pie y fue a sacar una tetera del armario.
Dando la espalda a Claire, puso la hoja de té en la tetera mientras sacaba una caja de pastillas para dormir del bolsillo.
Era su medicina. Debido al reciente insomnio, el doctor le había recetado unas poderosas píldoras para dormir que básicamente una sola píldora le permitía dormir todo el día.
Claire estaba bastante sedienta de tanto hablar, así que cogió la taza de té sin dudarlo y se la tragó.
Daniel estaba muy emocionado mientras veía a Claire vaciar la taza.
Miró fijamente a Claire con ojos ardientes, y luego miró lentamente su cuerpo: sus delgadas piernas, su cintura con forma de reloj de arena, su perfecta figura, su bonita cara...
El encanto atractivo destilaba sin cesar del cuerpo de esta mujer, lo que hizo que su corazón palpitara más y más violentamente.
¡Había ganado el premio gordo hoy!
¡Se sintió como si todo su cuerpo estuviera en llamas cuando imaginó sus manos recorriendo la cara y el cuerpo de la bella mujer más tarde!
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