El Yerno Millonario romance Capítulo 408

Oscar dijo de forma seca: "De acuerdo. Si no quieren hacerlo, pediré a mis hombres que traigan diez kilos de perfume concentrado del almacén: cinco kilos para cada uno. No podrán irse hasta que terminen de tomarlo”.

El Club Glorioso tenía un total de quince pisos con una amplia zona en cada uno de ellos. Cada planta estaba llena de fragancias importadas muy elegantes y caras por todas partes. De ahí que el club mantuviera un inventario de perfumes extremadamente grande.

Jeffrey se estremeció de miedo y su cara se puso verde cuando se enteró de que tenía que tomar cinco kilos de perfume.

En los cinco kilos de concentrado de perfume, al menos la mitad era alcohol, así como varios aditivos químicos, aditivos de hongos y aditivos antisépticos. Si realmente se bebía los cinco kilos de perfume, ¡ni siquiera Hades podría evitar que muriera!

Oscar se agitó ante las dudas de Jeffrey y gritó a los guardias: "¡Si no quieren hacerlo, para empezar, golpéenlos primero!".

"¡Sí, jefe!".

Bajo sus órdenes, los fornidos guardias se lanzaron hacia delante y rodearon a Jeffrey y Wendy.

Sin decir nada más, los guardias levantaron los puños y les dieron un puñetazo.

Antes de que pudieran reaccionar, Jeffrey y Wendy recibieron puñetazos y patadas y se quejaron de una dolorosa agonía. Las lágrimas y los resoplidos se combinaron con su sangre, provocando un espectáculo miserable y horrible.

Jeffrey, que sufría un gran dolor, luchó contra la agresión y suplicó: "Tío Oscar, pase lo que pase, sigo siendo tu miembro de Plata. ¡Me he gastado cinco millones para ello! ¡Tú y mi padre son amigos! Aunque seamos gente corriente, somos tus clientes, ¡no puedes golpearnos!".

La cara de Oscar se torció en una mueca furiosa. "¡Sólo porque seas un miembro de aquí, eso no significa que puedas provocar a nuestro miembro VIP supremo! Déjame decirte algo: toda la familia Moore rinde el máximo respeto al Amo Wade, pero tú lo has ofendido. ¿Quién te crees que eres, pedazo de mierda? Te devolveré la cuota de socio mañana, pero a partir de ahora, ¡tendrás prohibida la entrada al Club Glorioso de forma permanente!".

Oscar miró fijamente y sin piedad a Jeffrey y Wendy y dijo con frialdad: "Creo que sus cuerpos no se pudrirán cuando mueran después de beber tanto perfume. Encontraré un terreno baldío para enterrarlos a los dos y quizá los desentierren como momias unos siglos después.”

Sus rostros estaban tan blancos como una sábana.

No querían morir.

Pensaban que beber perfume era una mera amenaza, pero no esperaban que fuera real. ¡En este caso, lamer los urinarios parecía ser el castigo más suave!

Por eso, se arrastraron hacia Oscar y dijeron al unísono: "¡Por favor, perdónanos, Tío Oscar! Lameremos los retretes como tú dices”.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Yerno Millonario