El Yerno Millonario romance Capítulo 518

Lady Wilson tenía la boca abierta.

¿Qué debería hacer ella? ¿Qué otra cosa podía hacer ella?

La familia Wilson no tenía otras fuentes de ingresos, estaban sumidos en deudas y sus sucursales en la capital habían cerrado hace mucho tiempo. La única forma en que podían salir de este lío era encontrar inversores rápidamente, de lo contrario, se derrumbarían pronto.

Pero Kenneth, quien parecía que los iba a ayudar, también se ha ido. ¿A quién más podrían encontrar ahora?

Lady Wilson suspiró y dijo: “En este momento, solo podemos ir un paso a la vez.”.

De repente, sus ojos brillaron intensamente como si algo se le ocurriera. Miró a Wendy y dijo: “Wendy, Kenneth te dio a Jeffrey Weaver, ¿no? Aunque la familia Weaver no es tan rica como Kenneth, ¡al menos su patrimonio neto es de entre mil y dos mil millones! ¿Por qué no le ruegas que invierta varios millones en nuestra compañía para ayudarnos a salir de este lío?”.

Christopher aplaudió emocionado. “¡Oh si! ¡Cómo pudimos olvidarnos de Jeffrey! Wendy, tuviste una breve relación con él, ¿no es así? ¡Creo que é nos quiere ver morir!”.

A Wendy no le importaba un bledo la vergüenza de estar rodeada de hombres. Ella rápidamente sacó su teléfono y llamó a Jeffrey, pensando que podría resolver sus problemas.

Sin embargo, ella no sabía que Jeffrey estaba sentado en un Land Cruiser dirigiéndose al norte.

La canción Norte a Alaska de Johnny Horton estaba sonando en el reproductor, sin una forma de saber si el conductor la había hecho intencionalmente o no. Jeffrey sintió que su corazón se enfriaba y sangraba mientras escuchaba la canción.

Además, su teléfono fue confiscado por los hombres de Albert porque Charlie ordenó precisamente que Jordan y Jeffrey no pudieran usar su teléfono ni navegar por Internet. Entonces, él no sabía que Wendy lo estaba buscando ansiosamente.

El resto de los miembros de la familia Weaver no se atrevían a hablar de ello, y mucho menos de Don Albert.

La noticia se extendió por la ciudad a tal velocidad que pronto le llegó a Christopher.

Él quedó totalmente devastado cuando supo que Jeffrey y Jordan habían perdido el poder y ahora se dirigían al Monte Golmin.

Le contó a su familia la noticia. La presión arterial de Lady Wilson se disparó en un instante y volvió a caer aturdida. Ella se hubiera caído si Christopher no hubiera sido lo suficientemente rápido para atraparla.

Christopher ayudó a su madre a sentarse en el sofá. La anciana gimió de angustia mientras se golpeaba el muslo y decía: “Oh, Dios, nos quieres muertos, ¡no es así!”.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Yerno Millonario