Charlie era su pareja ideal si ella alguna vez quería casarse con alguien y tener hijos.
¿Pero se enamoraría Charlie de ella?
¿Estaría Charlie dispuesto a abandonar su matrimonio sin amor actual y estar con ella?
Jasmine estaba un poco preocupada.
Por otro lado, ¡el resto del público aplaudía con fuerza!
¡Estaban muy emocionados al ver con sus propios ojos los cambios excepcionales que le ocurrían al Viejo Amo Moore!
"Cómo... cómo es posible... ¡¿Cómo es que el Viejo Amo Moore se volvió tan joven de repente?!".
"Oh, Dios mío, ¡¿es este el efecto de la Píldora Rejuvenecedora?!".
"¡Una píldora que puede hacer a alguien diez años más joven! ¡Esto es una píldora mágica!".
"¡El Amo Wade era realmente el verdadero dragón!".
"Yo... yo también quiero la píldora...".
"Yo también... ¡Estoy dispuesto a comprarla por 10 millones!".
"¿Un millón? ¡Debes estar bromeando! ¡La compraré por 100 millones!".
"¡Maldita sea! Si el Amo Wade quiere vender la píldora, ¡pagaré 200 millones!".
¡El asombro y las exclamaciones ensordecedoras resonaban en la sala!
Si no lo hubieran visto con sus propios ojos, ¡nadie hubiera creído que una píldora de rejuvenecimiento literal fuera real!
Por eso, cuando presenciaron el milagro que le ocurrió al Viejo Amo Moore, ¡un fuego esperanzador y anhelante comenzó a arder dentro de ellos!
¡Incluso un hombre rico como Donald se puso de puntillas al presenciar los cambios milagrosos del Viejo Amo Moore!
En efecto, su juventud había estado llena de dinero, energía y poder.
En aquella época, él era un donjuán pretendido por innumerables bellezas. Su vida juvenil podría describirse como saltando entre diferentes arbustos de flores cada día, y ciertamente sonaba tan escandaloso y coqueto como parecía. Hasta era tan popular como David Beckham.
Sin embargo, todo quedaba en el pasado, guardado en la carpeta de su gloriosa historia. Su hombría y su masculinidad se habían deteriorado día a día.
Por eso, echaba de menos aquellos días de juventud en los que él era un joven audaz, libre y despreocupado.
En ese momento, cuando miraba a Charlie, ya no había odio ni resentimiento. En su lugar, fue reemplazado por el entusiasmo y la expectativa...
Se acercó a Charlie, se inclinó respetuosamente y dijo: "Amo Wade, ¿puedo saber si aún te quedan píldoras rejuvenecedoras? Si las tiene, por favor, dame una. ¡Pagaré 500 millones de dólares por ella!".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Yerno Millonario