El Yerno Millonario romance Capítulo 696

Jacob sólo podía apretar los dientes de rabia.

Si hubiera sabido que Chester se ensañaría para seguir insultándolo y humillándolo de esa manera, Jacob no habría accedido a subir a la Sala Dorada en absoluto.

***

Jacob se quedó sin palabras.

En ese momento, Albert acaba de parar su coche en la entrada de Las Primaveras del Paraíso.

Lo primero que hizo tras bajar de su coche fue preguntar apresuradamente al encargado que le abrió la puerta del coche: "¿Hay un cliente llamado Jacob Wilson que ha reservado hoy una de las salas de nuestro restaurante?".

"Sí. Ha reservado la Sala Bronce No. 3". El gerente llevaba un cuidadoso registro de los clientes que acudían al restaurante cada día. Por lo tanto, naturalmente conocía a todos los clientes que reservaron una sala en Las Primaveras del Paraíso hoy.

Albert asintió ligeramente antes de apresurarse a decir: "Ven. ¡Acompáñame a la Sala Bronce No. 3 ahora mismo!".

Mientras aún estaba en el banquete de cumpleaños del Viejo Amo Moore, el Amo Wade le había informado que su suegro ofrecería una cena en su restaurante esta noche. Además de eso, Charlie incluso le instruyó para que atendiera bien a su suegro.

¿Cómo iba a permitir Albert que Jacob fuera el anfitrión de su cena en la pequeña Sala Bronce entonces? ¡Albert tendría que ascenderlo a la Sala Diamante!

Por lo tanto, Albert se apresuró a ir a la Sala Bronce No. 3, pero cuando llegó a la sala, encontró la puerta abierta con nadie en ella.

Jacob resopló mientras decía: "Si no me crees, puedes ir a la Calle de las Antigüedades y preguntarle a Zachary al respecto. ¡Él fue quien me compró la antigüedad por unos cientos de miles de dólares!".

"¿Zachary?". Chester frunció el ceño antes de soltar: "¡Zachary es un aprovechado muy famoso en la Calle de las Antigüedades! Es conocido por ser el vendedor más traicionero y astuto de toda la Calle de las Antigüedades. ¿De verdad esperas que me crea que realmente se gastaría cientos de miles de dólares sólo para comprarte una chatarra?".

Jacob respondió despectivamente: "Puedes ir a preguntárselo mañana si no me crees".

"¡Sería un tonto si te creyera!". Replicó Chester mientras sonreía y decía: "No quiero perder más tiempo hablando tonterías contigo. ¿De verdad crees que una persona de tu categoría es apta y digna de comer con nosotros? ¿Por qué no te pones a trabajar y nos sirves a todos una taza de té ahora? Si ni siquiera puedes hacer algo tan simple como esto, ¡entonces deberías salir de esta sala en lugar de ser una molestia aquí!".

Jacob temblaba de rabia, pero antes de que pudiera hablar, una voz furiosa y fuerte sonó detrás de él. "¿Quién demonios te crees que eres? ¿Quién te ha dado derecho a hablarle así al Sr. Wilson? ¿Estás cansado de vivir?".