Salgo de la ducha cansada de tanto correr en la playa.
No se si no estoy en forma o que definitivamente no fue buena idea correr como loca en la playa, para que Pablo no me alcanzará.
No se puede negar que me divertí mucho, sin embargo, eso no quita que el cansancio que tengo ahora se multiplique mañana, a tal punto que me arrepienta de mis acciones.
Llaman a la puerta, lo que hace que Yohana y nos miremos confundida, pensando que alguna de nosotras habíamos pedido servicio a la habitación. O que para nuestra desgracia, que Aidan llegue a visitarnos a la habitación.
Y lo llamó desgracia porque aparte de ser un chico muy persistente, —como lo está siendo ahora con Yohana quién solo la vio de casualidad un día que Estiben fue a recogerme al hospital y Aidan había ido con él— también es muy desordenado. Y a juzgar por las locuras que he hecho ante sus ojos —mientras estaba borracha— el verme en toalla no le limitará su estancia en nuestro cuarto.
Al yo estar en toalla, Y Yohana se acerca a la puerta de manera prudente, mirando quién es quién llama.
Al escuchar que es un personal del hotel nos relajamos. Dirigiéndome yo a mi maleta para tomar la ropa que iba a colocarme.
— Paulina —dice Yohana llegando a mi lado con un carro con ruedas— es para ti.
»Te espero en la entrada del hotel a las 9:00 pm. Espero te guste el presente que te envío y lo utilices esta noche. Ansioso por verte
Atte.: Tu potato — ¡Guau! Definitivamente Pablo tiene un buen ojo en ropa —dice Yohana impresionada— con este vestido y tu hermoso cuerpo, estarás de infarto.
— Eso veo —digo con un fuerte rubor en mi rostro—.
— No se puede negar —comenta Yohana— a pesar de los múltiples compromisos que puede tener al ser un hombre con tanto poder, sabe cómo recompensarte. —suspira— ¡Que lindo!
Yo solo quedó inmóvil intentando controlar mi respiración. ¿Cómo puede un detalle como este acelerarme tanto el corazón?
No es el detalle, mi querida —dice la voz que está en mi cabeza— es lo que probablemente va a pasar esta noche.
Y mi corazón se acelera mucho más, mientras que mi cuerpo se apodera del pánico.
¿Estaré lista para eso?, ¿Estaré dispuesta a dar ese paso?, se que Pablo se a portado muy bien conmigo pero eso no quiere decir que tenga miedo de que si pase eso esta noche.
— Tierra llamando a Paulina —dice Yohana mientras mueve su mano enfrente de mí — son las 8:05 pm, lo que quiere decir que tienes menos de una hora para estar lista. Así que manos a la obra.
Yo solo asiento aterrorizada.
Con tan escasas experiencias en el maquillaje y peinado, el que me vea presentable ya es ganancia.
Respiro profundo al ascensor llegar al primer piso.
Seguramente no será lo que estoy pensando, pero el hecho de estar a solas con el en cualquier lugar hace que el miedo me invada. El miedo no hacía el si no a que no este preparada para un siguiente paso, el que no sea lo que el está esperando.
Llegó a la puerta principal del hotel y antes de que salga de está puedo ver a un Pablo vestido con un traje hecho a su medida, de color azul. El mismo tono que llevo en mi vestido.
Mi corazón se acelera al ver tan perfección a mi vista. Sin embargo, el miedo que llevo en mi interior hace que me centre más en calmarme que en ver a dicho hombre. Lo que me resulta mucho mejor, el verlo vestido así aunque este a dos metros de distancia logra colocar en mi un nuevo sentimiento que pensé que no estaba preparada para sentir.
¿Estaré dándole la bienvenida al amor en mi vida? O ¿simplemente estaré confundida?
Para ser sincera no se cual de las dos es la respuesta correcta, lo único que si se es que ahora mismo quiero disfrutar de la compañía de Pablo.
Demostrando que aunque el miedo persiste, las ganas de abrirme a Pablo aumentan. Aunque quisiera decir que esto me asusta por la amenaza de mi anterior pareja que aún no termina, con él no es así. Él es mejor de lo que pensé, por lo menos, en este aspecto que me ha ayudado a abrirme a él. Mucho más de lo que pensé que sería después de años alejados y nuestros propios fracasos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Ella es mi medicina