Ella es mi medicina romance Capítulo 53

En cuestión de segundos estoy rodeado por los chicos quien al igual que yo están sorprendidos.

Estiben es el primero que toma mi teléfono en donde mi madre trataba de escuchar una respuesta mía.

— Mamá, te llamo después ¿Sí? —escucho decir de Estiben— ¿Qué fue lo que realmente paso? —Pregunta dirigiéndose a mi —.

— No sé, lo único que escuche de mi madre era que habían encontrado a Paulina muerta y un mensaje del grupo de rescate que envíe diciéndome lo mismo —digo poco a poco—.

Me sorprende que en el shock que me encuentro pueden siquiera hablar.

Narra Estiben.

Poco a poco escucho la respuesta de Pablo mientras corroboro si dicho mensaje enviando por el grupo de rescate se encuentra en la bandeja de entrada. Lo que me afirma la confesión de Pablo.

De un lado momento a otro vemos como Pablo sale rápidamente del auto y se dirige al Audi en el que había venido Aidan.

— Maldición, ¿qué va a hacer? —Pregunta Aidan agarrando su cabeza—.

— Nada bueno, nada bueno —dice Harry— por lo que necesitamos alcanzarlo —dice arrancando el carro en el que estamos —.

— Rayos Harry no seas iluso —dice Aidan — jamás lo alcanzaremos en esta camioneta mientras el conduce mi Audi.

— Se vale intentar —dice mientras acelera a todo lo que da la camioneta—.

Llamo al grupo de rescate con la esperanza de que el mensaje sea erróneo en dicha información aunque las esperanzas disminuyen cada segundo.

Al tercer tono una voz masculina llega a mis oídos.

— Buenas tardes, señor Evans —dice en un tono cansado— lamentamos su pérdida.

— ¿Cómo saben que Paulina está muerta? —pregunto directamente—.

— Disculpe, ¿con quién hablo? — Pregunta el hombre confundido al escuchar mi voz—.

— No tenemos tiempo para presentaciones, responde la pregunta que te hice —digo mientras veo como vamos a toda velocidad—.

— Lo siento, pero fuimos contratados por el señor Evans y solo a él tenemos permitido reportar la situación —comenta y yo estoy al borde de la rabia—.

— Maldición ¿Quieres un Evans? Esta bien. Yo soy un Evans, Estiben Evans y si no quieres ser el culpable de que varios mueran el día de hoy por las manos de Pablo. Dime ¡¿como demonios sabes que Paulina está muerta?! —dije gritando—.

— Mis disculpas señor Evans, lamentó mi error —comenta con nerviosismo en su voz— le comento, reportamos la muerte de la Sra. Paulina por sus pertenencias.

— ¿Cómo que por sus pertenencias? —pregunto confundido—.

— Sí, verá. El avión sufrió un fuerte daño en sus motores —comentó el rescatista— por lo que al pedir ayuda y no llegar está a tiempo el avión cayó en una de las altas montañas de Kenia. Al parecer el avión apenas despegó explotó quemando los cuerpos de los pasajeros —dijo y un fuerte dolor se adueñó de mi ser— por lo que al estar los cuerpos quemados se hizo difícil sus respectivos reconocimientos. Por ende hasta el momento sólo se hizo sus reconocimientos de acuerdo a sus pocas prendas de vestir que quedaron por dicha explosión.

— Así que eso fue —digo analizando— entonces ¿Ya hicieron los resultados de ADN?

— Estamos esperando los resultados —dice y en eso me viene el alma al cuerpo—.

— Eso quiere decir ¿Que puede haber la posibilidad de que Paulina no sea la persona con dichas prendas? —digo con esperanza—.

— Sí, hay una poca probabilidad —comenta — sin embargo, hay que estar preparado para todo. Para serle sincero están todos los cuerpos completos, en cuanto a integrantes así que…

— … así que nada, hasta que no estén unos resultados de ADN que confirmen que ella es Paulina, sigan buscando —ordenó—.

Y antes de que pueda escuchar su respuesta Aidan me quita el teléfono.

— ¿Y Yohana? —Pregunta con preocupación — ¿Encontraron a Yohana?

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