—Danitza, solo eres una maldita alborotadora, ¿verdad? Acaban de mostrar que ayer fuiste a verte con un hombre en lugar de ver a tu abuelo que se estaba muriendo. Y ahora, todo el mundo sabe que estabas discutiendo con tu familia en el hospital. Qué mujer tan descarada eres. —Alfonso miró el periódico y lo lanzó con rabia bajo los pies de Danitza.
Ayer, Danitza estaba con Fernanda y por eso no se dio cuenta de la noticia. Pero ésta fue regañada por Alfonso tan pronto como regresó a casa.
Danitza bajó la vista y recogió el periódico. Vio que éste estaba lleno de fotos de la abuela insultándola. El ángulo en el que habían sido tomadas era excelente, dando la apariencia de que era Danitza la que empezó todo.
—Papá, estabas en el hospital ese día, yo no dije nada. —Danitza le dijo a Alfonso.
—¿No has dicho nada? Mira esto. ¿Quién es este hombre? ¿Qué estaban haciendo ustedes dos? —Alfonso lanzó otro periódico que tenía en mano hacia Danitza.
Danitza echó un vistazo.
Era la foto de ella y un hombre. La cara de aquel hombre estaba borrosa a propósito, pero ella podría decir que ése era Antonio. Él realmente estaba sosteniendo su mano, pero todo fue preparado. S notaba que esa foto fue tomada cuando ella casi fue golpeada por la bola de boliche que le lanzó Josefina.
El título era bastante significativo. Decía que ella, como anfitriona de los Hernández, iba en secreto a encontrarse con su amante y ni siquiera se molestaba en visitar al abuelo Fernando en el hospital.
—Papá, esto no es la verdad. Él... —Danitza quería explicarle a Alfonso.
—¿No es la verdad? Cuando Fernando estaba en estado crítico, no estuviste a su lado. Todo el mundo te llamaba, pero ninguno consiguió contactarte. Alfonso también te llamó, ¿lo sabías? —La abuela se acercó y discutió en voz alta.
Cuando Alfonso lo pensó, estuvo de acuerdo con la abuela. Ese día, al ver que el abuelo Fernando estaba muy mal, Alfonso llamó a Danitza. Sin embargo, la llamada no se pudo conectar, por lo que Alfonso estaba muy enfadado por esto.
El abuelo Fernando quería mucho a Danitza y él siempre fue amable con ella. Pero cuando estaba en sus últimos momentos de vida, Danitza no estaba allí para él.
—¡No quiero escuchar tu explicación! No estuviste allí en ese entonces, y no se te podía localizar. Piénsalo bien, ¿cuándo te ha fallado nuestra familia...? ¡Lo que hiciste es una vergüenza para todos nosotros! —En este momento, Alfonso estaba furioso.
Al ver que Alfonso no escuchaba su explicación y que la abuela instigaba, Danitza consideró que era inútil decir algo.
—Abuela, papá, tengo que salir. Hablaremos de esto cuando vuelva. —Danitza tenía que recoger a Chloé y a Manon, ya que el contrato debía ser firmado hoy.
—¿Te sientes culpable? ¿Quieres huir? ¿Quieres ir a buscar a tu amante y discutir cómo lidiar con nuestra familia? —La abuela se acercó y tiró de Danitza, sin querer dejarla ir.
Ella quería expulsar a Danitza de la familia Hernández.
—Abuela, tengo algo muy importante que hacer hoy. Por favor, déjame ir. —Danitza se puso muy ansiosa ya que el tiempo pasaba muy rápido.
—¿Así es como le hablas a tu abuela? ¿Esa actitud arrogante? ¡¿Hiciste algo malo y aún así no eres capaz de admitilo?! —Viendo que Danitza tenía prisa por irse, Alfonso se enfadó bastante. «Danitza debería dar una explicación a los Hernández, ¿no? ¡¿Pero qué está haciendo ahora?!».
—Papá, se lo explicaréa Alejandro. Él es quien mejor sabe lo que he hecho, pero hoy no tengo tiempo para explicárselos. Por favor, déjenme ir, tengo que ocuparme de algo. —Danitza quiso sacar su brazo del agarre de la abuela.
Sin embargo, la abuela era agricultora desde joven y, por tanto, era bastante fuerte, así que Danitza tuvo que esforzarse más para liberarse. Pero antes de que pudiera hacer nada, la abuela se tambaleó y cayó al suelo.
¡PLAM! Alfonso le dio a Danitza una bofetada en el rostro.
—Hola, Danitza, te ves bien hoy. Tu pelo está tan sedoso y brillante. —Cuando Chloé vio a Danitza, sintió que ya le agradaba. A cualquiera le gustaría una chica inteligente, guapa y educada cuando la viera.
—Gracias, Sra. Chloé, por sus elogios. Debe haber estado esperando. Entonces vamos al Grupo HD ahora. —Danitza sonrió, pero su cara se retorció de dolor por su sonrisa.
***
Gracias a los esfuerzos de Danitza, finalmente firmaron el contrato. Como presidente, Alejandro estrechó la mano de Chloé y Manon.
—Alejandro, eres muy afortunado. Te has casado con una chica tan inteligente y hermosa. ¡Ella te ayudará mucho! Tienes que apreciarla. —Chloé le dijo a Alejandro.
—Por supuesto, es mi tesoro. —Alejandro abrazó a Danitza, y su mirada feliz alivió a Chloé.
—Sra. Chloé, Sr. Manon, he preparado un banquete para ustedes esta noche. Espero que asistan.—Dijo Alejandro a sus dos compañeros.
—No es necesario. Tenemos otros asuntos que atender esta noche, ya que volveremos a París mañana temprano. Tengo que volver e informar a mis subordinados, después de hacer un trato tan grande, tenemos que hacer arreglos. —Chloé se negó. Ella realmente tenía algo importante que hacer esa noche.
—Muy bien entonces, será en otra oportunidad. Si necesitñan algo, contacten con Danitza. —Alejandro no los forzó.
—Sr. Alejandro, realmente tengo algo para Danitza. ¿Puede enviárnosla mañana temprano? —Chloé miró a Danitza expectante.
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