Encuentro cercano romance Capítulo 63

En cuanto Danitza y Laura bajaron, escucharon que alguien hablaba con un tono peculiar y ni siquiera tuvieron que pensar para saber que era Camila.

Camila llevaba un vestido negro profesional, lo había modificado para que se ajustara lo más posible a su cuerpo, así poder enseñar más escote.

Estaba de brazos cruzados en la puerta de secretaría, había visto a Antonio hablando con Danitza y se enfureció aún más, «¿por qué a todos esos maravillosos hombres les gustaba tratar con esta mujerzuela, acaso están realmente ciegos?»

—Sí, afortunadamente, nada salió mal. —Sin querer hablar más con Camila, Danitza pasó por su costado y entró en secretaría.

—¡Qué genio! Bueno, pero menos mal que no me he equivocado en darles esa tarea, así que el señor Alejandro debe estar muy contento hoy. —Camila ya había oído que el presidente de Stromman co. estaba muy complacido.

Ella recomendó a esas dos, por lo que había que atribuirle el mérito de dejar contento al jefe.

Por eso, la actitud de Camila era mejor de lo que era normalmente, luego iba a pedirle a Victoria que hablara bien de ella delante del jefe. Ahora que Victoria estaba de vuelta, Camila estaba más confiada.

Danitza y Laura habían vuelto a sus asientos cuando recibieron un mensaje de Nora.

—¿Están bien? Me enteré de que les llamaron y estuve preocupada todo el tiempo.

Se sentía bien tener a alguien que se preocupara por ti. Danitza le respondió a Nora para decirle que todo estaba bien.

Antes de la hora de salir del trabajo, Diego llamó a Danitza y le dijo que le iba a esperar en la puerta cuando saliera del trabajo, que venía a recogerla por algo.

Danitza aceptó. Diego en general era una persona muy comedida y era muy relajado con Danitza, no le decía nada si ésta quería salir o algo parecido. Pero, hoy parecía que pasaba algo importante.

Cuando terminó el turno, Laura se fue. Como sabía que hoy había algún arreglo, se fue por su cuenta.

Nora trató de llevarse a Danitza, pero fue rechazada por ella con el argumento de que hoy venía la familia de su marido a recogerla.

Nora no insistió en ello porque Danitza siempre había dicho que la familia de su marido era buena con ella, así que se quedó tranquila.

Cuando Danitza bajó, Diego estaba esperando en la puerta y cuando vio a Danitza, abrió la puerta del coche para que entrara.

—Diego, ¿qué pasa hoy, por qué tanto misterio? —Danitza seguía vestida con un traje negro, pero parecía muy sofisticada.

—Un familiar mayor del señor quiere verle, así que preste atención, es un hombre muy agradable, seguro que le agradará. —Diego se lo pensó y le dijo eso a Danitza para que estuviera algo preparada, pues de lo contrario se sentiría nerviosa por la repentina aparición de ese hombre.

—¿Su familiar quiere verme? Diego, tu señor y yo solo estaremos casados dos años y para entonces me divorciaré de él, ¿no crees que no es conveniente que trate con su familia? —Danitza tuvo entonces la preocupación de que cuando se divorciaran, su familia se sentiría incómoda.

—Primero conózcanse, respecto a lo del futuro ya lo dejaremos para cuando llegue. —Diego sintió que la actitud del señor era muy extraña. Su intuición le decía que la señora no se divorciaría del señor, más aún si a la persona de hoy le cayera bien Danitza.

—Pero... —Danitza no quería hacer daño a la familia de su marido, de modo que no quería conocerla.

—Señora, solo cumpla el deseo de una persona mayor —eso fue todo lo que dijo Diego.

Danitza dejó de hablar. Haría caso de lo que decía Diego y como era alguien mayor quien quería verla, se suponía que debía cooperar.