Es complicado (Temática Bl) romance Capítulo 41

Había mucha gente ¿cómo no me habría de perder? Lo peor es que dejé mi móvil en su auto, abracé mi oso panda y traté de buscarlo, pero llegué a lugares más peligrosos donde había borrachos y drogadictos, parecía un niño perdido, aunque ¿qué tal si se fue por allí? No quería pasar cerca de esos hombres, sin embargo, podía estar en esa dirección así que caminé buscándolo por todos lados viendo las lujuriosas y borrachas miradas de algunos hombres, sentí miedo cuando un grupo de hombres se me acercó impidiéndome el paso para irme, no sabía qué hacer, si retrocedía vería a más hombres detrás de mí, pero si quería seguir avanzando aquellos hombres impedían mi camino.

–Pero miren que linda señorita tenemos aquí– dijo uno llevando su mano hasta mi mentón levantándolo.

–Soy un chico, déjenme en paz –hablé intentando huir.

–Eso nos da igual, tienes una cara muy linda, niño– habló otro llevando sus manos hasta el broche de su cinturón.

Quería correr, pero mis piernas me fallaban.

Quería gritar, pero mi voz no salía de mi garganta. Quería llorar, sin embargo, aquello parecía excitarlos aún más.

¿Qué hago? Retrocedí unos pasos tras otro hombre acercarse a mí con la única intención de quitarme toda la ropa, abracé mi oso panda con fuerza llamando internamente a Jace, pero cuando me di cuenta otro hombre ya me tenía envuelto con sus brazos por la espalda, cerré mis ojos con fuerza, no quería ver, ni tampoco quería pensar en que estaba allí, pero sentí el perfume de Jace entrando a mis fosas nasales por lo que abrí mis ojos buscándolo con mi mirada.

–Lo sueltas ahora, o te rompo la cara– nunca me sentí tan feliz de escuchar una de sus amenazas, yo sabía que lo haría si aquel hombre no me soltaba, pero aquel hombre no estaba intimidado por lo que fue pasando sus asquerosas manos por mi cuerpo.

Jace me miró, sonrió y antes de que pudiera darme cuenta él ya estaba golpeando a ese hombre en el suelo mientras que los otros retrocedían, no quería verlo pelear con aquel sujeto, sólo que no podía decirle que parase al sentir asco hacia ese tipo, le hablé a Jace solamente una vez en un tono un poco bajo con miedo en mi tono de voz, aquello lo escuchó y antes de dejarlo inconsciente como con Mark, lo soltó acercándose a mi preocupado.

–¿Estás bien? –preguntó posicionando sus firmes manos en mi cintura, eso me gustaba, sus manos me gustan.

–Sí, llegaste a tiempo–me paré de puntitas acercándome a su mejilla– eres mi héroe...– susurré depositando un corto, pero dulce beso en sus labios, fue un pequeño beso, aunque aquello bastaba para llenar a mi cuerpo de mariposas.

No sé si aquel incidente arruinó nuestra cita, yo no lo pensaba así aunque en su momento sentí mucho miedo de ser agredido, intentamos seguir en nuestra cita, sin embargo, sus ánimos habían cambiado, lo notaba molesto, además abría y cerraba su puño de forma disimulada tras su mano dolerle, si él ya no se divertía conmigo, no quería seguir allí por ello nos fuimos de regreso a su casa donde al entrar busqué un botiquín para limpiar la sangre de sus nudillos, le dolía, pero no lo hacía saber con ningún sonido de dolor, no gimió cuando puse alcohol desinfectante en su mano, aunque quizás no lo hizo justamente porque no era su sangre.

–¿Te duele? –dije hundiendo mi dedo en sus nudillos tratando de buscar alguna fractura.