Es complicado (Temática Bl) romance Capítulo 46

{Narra Taylor}

{27 de noviembre, 11:00 PM}

No puedo creer que mañana sea el cumpleaños de Jeff y que aún no consiga un buen regalo para darle, no quisiera preguntarle, pero quiero poner todo mi esfuerzo en obsequiar algo que realmente disfrute tener, no estoy muy seguro de lo que quiere con exactitud, dado que, no le he preguntado nada sobre el tema, ni siquiera lo he mencionado en estos días para no arruinar la sorpresa que desde un principio tenía, pero debido al tiempo descarté.

Necesito algo más sencillo y fácil de conseguir, que por otro lado sea de mi presupuesto, no me importaría gastar todo mi dinero en su regalo de cumpleaños, pero tampoco es mucho.

En estos días busqué un trabajo de un par de horas para obtener más dinero aunque por supuesto todo lo hice a sus espaldas, Jeff no sabe lo que hago mientras él trabaja y no quiero decirle al ser un trabajo pasajero, solamente estaré trabajando en aquella tienda hasta que consiga obtener el dinero para un regalo decente, pero ¿Qué le puedo regalar a alguien que puede comprar objetos sofisticados y costosos?

Al principio pensé en regalarle un reloj costoso que vimos en una tienda cuando caminábamos por el centro comercial de la ciudad, él lo miró con interés de inmediato, pero se lo compró por su cuenta en días más tardes y ese mismo día me regaló hermosas flores rojas que decoraron nuestra nueva casa; me resulta muy entretenido vivir con alguien que te cuida y quiere, además solemos compartir cada comida del día, yo me encargo de preparar la cena o a veces también el almuerzo, pero Jeff me ha demostrado que no todo lo haré yo, él también cocina al día siguiente para no darme tanto trabajo ¿Pero qué más da si no hago nada? El tiempo me sobra y es él quien trabaja, si fuera por mí le prepararía de comer todos los días tras disfrutar de sus halagos a la hora de comer, siempre me felicita por mis inventos en la cocina y hasta ahora creo que ninguno de mis platillos ha sido difícil de comer.

Me gusta vivir con mi novio, me hace feliz desde que me levanto hasta que me acuesto a su lado, me encanta la idea de tenerlo en mi cama cada mañana y noche, me gusta, algo así jamás lo había sentido cuando vivía con mi madre, pero ahora es muy diferente a todo ese infierno, ahora luego de mucho sufrimiento puedo decir con seguridad de que soy Feliz, incondicionalmente feliz a su lado y no quisiera perder esta felicidad.

–Mi amor ¿Por qué aún no te duermes? – me preguntaba al salir del cuarto de baño de la habitación con una toalla envuelta en su cintura mientras que la otra la tenía en sus hombros para detener las gotas de agua que bajaban por su cuello.

–Te estaba esperando– dije cerrando el libro que leía mientras él se daba un baño antes de dormir– ¿Mañana trabajarás? – pregunté viendo cómo se acercaba al mueble de cajones donde se guardaba la ropa interior de ambos en diferentes cajones.

–Sí, ya le he dicho a mis amigos que no quiero fiestas mañana, no quiero tener que salir del trabajo cansado, beber una copa antes de dejar la fiesta que organizarán, además...– se puso un bóxer antes de terminar de secar su cabello– quiero pasar mi cumpleaños número 24 con mi queridísimo novio– se metió bajo las sábanas para abrazarme por la espalda dejándome apegado a su cuerpo semidesnudo.

–¿Por qué? –pregunté acariciando uno de sus brazos con mis dedos.

–Porque me gusta estar contigo.

–Hablando de eso... ¿Qué quieres de regalo? He pensado mucho en ello y tan sólo tengo una parte de tu regalo, me falta lo que más desees tener.

–¿Seguro que quieres saber? –giré un poco mi cabeza asintiendo con esta de manera lenta– bueno... sólo tengo una idea en mente y justamente debes de disfrazarte de manera sexy para mí– lo miré sintiendo vergüenza de sólo pensar en que debía hacerlo–.

–¡No! – dije avergonzado– no quiero hacer eso, me da mucha vergüenza.

Jeff rio depositado un beso en mi cabeza antes de responder con voz tranquila– lo sé bebé, por eso no te obligaré a hacerlo, puedes darme una de tus deliciosas cenas o un pastel construido por tus maravillosas manos, con eso estaré más que feliz– me giré para abrazarlo dejando apoyada mi cabeza en su pecho.

–¿Estás seguro de que no te importaría recibir sólo eso?