Esposa falsa de Simón romance Capítulo 285

En el exterior, desde que Frida se había ido, entonces Alma y Jonatán se apresuraron a seguirla.

-Señora Frida, ¿no fue usted quien la salvó? ¿Cómo es que no quiere verle?-

-Si no quiere verme pues que no me vea, volvamos primero.- Frida tampoco quería exigir demasiado, era comprensible que Sofía no quisiera verla. Al igual que antes ella se resistía a ver a Sofía.

Si no hubiera dicho esas cosas, probablemente Frida no habría ido al hotel a buscarla y mucho menos a descubrir que se había suicidado.

Hasta ahora, Frida no había superado el incidente de su suicidio.

-¿Entonces vinimos para nada?- Alma no pudo evitar quejarse -Esa mujer esta demasiada insensible, ¿verdad? Es obvio que usted la ayudó, pero ni siquiera le dio las gracias, incluso gritó tan fuerte que no la queria ver.-

Alma estaba pensando que Frida debería estar muy triste.

Jonatán la miró y luego negó con la cabeza, insinuándole que dejara de hablar.

Alma reaccionó y se dio cuenta de que acababa de decir algo incorrecto por la ira del momento y se apresuró a explicarle a Frida, -Lo siento Señora Frida, acabe de decir algo incorrecto.-

-Está bien.- Frida sacudió la cabeza y continuó su camino hacia la puerta.

Al acercarse a la entrada del hospital, una voz familiar les llamó, Frida se giró y vio a Diego parado no muy lejos de ella, con los ojos fríos y una expresión neutral.

Era él, un destello de afecto afloró en el corazón de Frida al verlo y se acercó.

-Señor Diego.-

Diego asintió con la cabeza, antes de mirar despreocupadamente a los dos que estaban detrás de ella y luego dijo -¿Vamos a sentarnos y hablar en algún lugar cercano?.-

Al oír estas palabras, Frida levantó la vista con cierta sorpresa -¿Señor Diego?-

-Salvaste a Sofía, como su hermano es justo que te lo agradeciera.-

-No, no es necesario.- Frida se puso roja al instante y se apresuró a hacer un gesto con la mano para negarse -Yo también me enteré de antemano, si fuera otra persona la que se enterara en ese momento seguramente la habría salvado igual, además, conozco a Sofía desde hace tantos años... obviamente, no podía dejarla morir sin hacer nada por salvarla.-

No usó la frase de que Sofía y yo éramos mejores amigas, porque sentía que... Ella y Sofía se habían distanciado cada vez más.

Tal vez, a estas alturas, ya había pasado el momento de llamarlas mejores amigas.

Los ojos de Diego permanecieron tranquilos mientras la miraba -No me gusta entrometerme en las cosas entre ustedes, pero confío en que la Señorita Frida es una persona benevolente.-

Frida -... Señor Diego.-

-Pero tengo una pregunta en mi mente que necesito que la Señorita Frida me aclare.-

En eso, la mirada de Diego se volvió intensa, Alma y Jonatán que seguían detrás de Frida, no pudieron evitar mirarse al ver esto.

Dios, ¿acaso este hombre estaba codiciando a la Señora Frida? ¡Eso no puede ser posible!

-Me pregunto qué tipo de duda se refiere, Señor Diego.-

Los labios de Diego se crisparon -Mejor busquemos un lugar para sentarnos y hablar.-

Su mirada seguía fija en ella y aunque sabía que estaba siendo descortés, sin embargo, no podía evitarlo.

Se parecía demasiado.

Cada vez que la veía, la sensación en el corazón de Diego se volvía un poco más intensa, esa sensación de deja-vu de haberse conocido antes, ¿acaso era la sangre entre familiares la que lo guiaba?

Anoche, recibió la información de la investigación dada por Carmen.

Investigación sobre la vida de Frida, toda la información detallada.

Se había quedado toda la noche leyendo la información, no se había dejado escapar ni una palabra, así que había leído todo sobre ella.

Más tarde descubrió que no sólo la presencia de esta chica era muy similar a esa persona, incluso la forma de hablar y tratar las cosas también eran extraordinariamente similares, si no es por la apariencia diferente, temería que Diego considerara que es la misma persona.

Algo en su corazón se lo decía, pero Diego no se atrevió a admitirlo.

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