Esposa falsa de Simón romance Capítulo 74

Al final, Frida de verdad fue a perseguirlo, su habilidad para perseguir a la gente era buena, porque tuvo una experiencia similar en su anterior trabajo, cuando su jefe le pidió que se encargará de un contrato difícil y la otra parte se negaba a reunirse con ella y la rechazaron varias veces.

Tuvo que ir a buscar personalmente al jefe de la otra parte, pero el jefe siempre evitaba verla, así que Frida le persiguió, apareciendo en los lugares donde el jefe aparecía y entonces el jefe se sintió tan frustrado por su persecución que accedió a darle una oportunidad.

Una vez que tuvo la oportunidad, Frida no la dejó escapar, así que rápidamente ayudó a la empresa a conseguir ese contrato.

Frida persiguió a Simón que llegaron a una mansión, se dio cuenta que parecía haber estado aquí antes, cuando ella estaba en el hospital para un chequeo, de repente entro un grupo de personas para noquearla y llevársela, que después al despertarse vio a Simón.

¿Acaso... esas dos mujeres estarían en la misma situación que ella esta vez?

Pensando en esto, Frida frunció las cejas, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué Simón buscaba específicamente a esas mujeres embarazadas?

Al verlos salir del coche, Frida también pidió que el chofer se detuviera y luego bajó en silencio a seguir con su persecución.

El chofer le dirigió una mirada curiosa, Frida sintió su extraña mirada y no quiso ser entrometida, así que dijo -Señor, estoy atrapando una pareja infiel-

Al oír eso, el chofer abrió inmediatamente más los ojos y señaló a la persona que estaba más delante y Frida asintió.

-¡Ánimo Señorita!- El chofer, al saber la verdad también la animó y luego susurró -Saldré a esperarte, puedes ir en mi coche si lo necesitas más tarde-

Frida no pudo evitar reírse -Bueno-

Pero después de pensarlo, Frida añadió -Señor, si no vuelvo después de quince minutos, puede irse primero-

-Vale, vale-

Después de que el chófer se fuera, Frida siguió sigilosamente hasta la puerta principal de la mansión.

No había nadie vigilando, la puerta de la mansión estaba abierta, así que obviamente todos estaban dentro.

El delgado cuerpo de Frida se metió rápidamente dentro, persiguió a Simón y Rafael llegando al interior, afortunadamente había muchas plantas en el lugar, dándole un lugar para esconderse.

-Señor Simón, las personas están dentro en el segundo piso, déjeme llevarle para que suba en el ascensor-

-Vale-

Frida escuchaba desde fuera, queriendo dar un paso para seguirlo y pensó... que estaba haciendo, esto le parecía poco ético.

Esto era cosa de otra persona, ¿para qué se metía ella?

Pero... no pudo controlar su curiosidad, Frida se levantó lentamente, apoyada al lado de la puerta para ver que entraron todos con Simón al ascensor y luego todo alrededor quedó vacío.

Frida pensó un poco, aún cree que sería bueno ir a echar un vistazo.

Cuando pensó en esto, Frida se apresuró y tomó las escaleras, cuando llegó a la escalera, escuchó por casualidad el tintineo del ascensor y luego escuchó el sonido de una silla de ruedas rodando, Frida ya estaba particularmente familiarizada con este sonido y esperaba que fuera Rafael llevando a Simón.

Frida apoyada detrás de la puerta, a través de una pequeña rendija vio que todos ellos entraron a la habitación, la puerta de la habitación no se cerró, pero Frida no podía ver nada, tenía un poco de curiosidad, así que abrió un poco más la rendija y quiso salir a escuchar.

En la habitación había dos mujeres embarazadas que estaban abrazadas, ambas con miedo en los ojos y cuando vieron que la puerta se abría de un empujón, se asustaron aún más y gritaron, sin atrever a moverse.

-¡Levántense, el Señor Simón, quiere preguntarles algo!-

Rafael vio la manera grosera que actuaban sus hombres, así que no pudo evitar reprenderlos -¡Pueden bajar la voz, esto les asustará!-

El rostro del hombre cambió y se retiró a un lado, sin atreverse a hablar de nuevo.

Rafael se puso adelante para calmar a las dos embarazadas -No tengan miedo, el Señor Simón Freixa sólo quiere hacerles unas preguntas, sin ninguna mala intención, pueden irse cuando terminen de responder seriamente sus preguntas-

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