Esposa falsa de Simón romance Capítulo 75

La mirada de Simón se posó sobre ella como si fuera un cuchillo afilado, Frida se quedó muda por un momento, sin saber cómo explicarse.

Así que sólo pudo morderse el labio inferior y mirar a Simón, no pensaba en explicar o hablar.

Simón entrecerró ligeramente los ojos, sus dedos agarraron ligeramente el soporte metálico de la silla de ruedas -Parece que no piensas dar ninguna explicación...-

Frida se mordió obstinadamente el labio inferior con más fuerza.

-Asistente Casaus, ¿cómo nos has seguido hasta aquí?- Rafael se sorprendió al ver a Frida aparecer en este sitio, pero dentro de él se alegró bastante, ¿acaso la Asistente Casaus está celosa porque sabía este asunto de Simón?

Pensando en esto, Rafael no pudo evitar mirar a Simón.

Al verle fruncir el ceño con fuerza y la frialdad en su cuerpo era espantosa, sólo allí entonces Rafael dejó de lado sus suposiciones.

-Como no vas a explicarlo, entonces haré como si no lo hubiera visto y trátenla como es debido- Después de decir eso, Simón rodó su silla de ruedas y se dio la vuelta, los ojos de Rafael se ensancharon -Señor Simón Freixa...-

Pero Simón actuó como si no lo hubiera oído y rápidamente volvió a entrar en la habitación.

Frida miró a su espalda y se dio cuenta de algo, quiso abrir la boca para llamarle, pero sus ojos fríos se cruzaron en su mente, por lo que las palabras de Frida que llegaron a sus labios se detuvieron.

Rafael no pudo evitar mirar a la asistente Casaus y susurró -¿De verdad no vas a explicarlo?-

De alguna manera siguiendo hasta aquí, seguramente tienes que decirlo.

Frida bajó los ojos -¿Me creerá si lo digo?-

De todos modos, él siempre la había despreciado así que era mejor no decir nada, el resultado era el mismo de todos modos.

-Tú...-

-Asistente Secada, ¿qué debemos hacer con esta persona...?- La conversación de ahora hizo que varios de los subordinados comprendieran que Frida y Simón se conocían y la actitud de Rafael hacia Frida no era ordinaria. Esto significaba que la relación de Frida con el Señor Simón Freixa no era mala, pero en cuanto a qué tipo de relación era, no lo sabían.

Rafael lo pensó y frunció los labios -El Señor Simón no ha declarado explicitamente su posición, pero el estatus de esta mujer no es ordinario, ustedes... tómenlo con calma-

Es decir, no la maltraten.

Los subordinados se miraron entre sí y asintieron con la cabeza.

Frida fue llevada rápidamente y el interrogatorio continuó en la habitación.

Rafael regresó rápidamente y se colocó detrás de Simón.

-¡Continua!-

La mujer miró al exterior y preguntó con dudas -¿Ha pasado algo?-

Rafael dijo -Nada, sólo un pequeño contratiempo, no nos afectará, así que dinos rápido. ¿Dónde fue exactamente ese día, qué hizo? ¿Hubo algo en especial qué sucedió?-

La mujer hizo una pausa por un momento, luego levantó sus ojos para mirar a Simón, levantó su ceja ligeramente, -¿A qué te refieres con algo en especial?-

Rafael se congeló por un momento y estuvo a punto de hablar. Los finos labios de Simón se abrieron ligeramente y su voz fue clara y fría -¿Se le permitió hacer preguntas?-

La mujer se quedó sorprendida por la poderosa aura de su cuerpo y tardó un tiempo en recuperar el sentido común. -Sólo quiero saber a qué se refieren con lo de especial, nada más-

Rafael también reaccionó rápidamente, si no fuera porque Simón estaba aquí, casi habría caído en la trampa de esta mujer -¡Que te pida que digas cosas, sólo dilo, si es algo especial o no lo dices y lo sabremos!-

La mujer se mordió el labio inferior y no dijo nada, bajando la cabeza y mirando al suelo.

-Dilo-

Más tarde, la encerró en sus brazos, estaba tan asustada que su cuerpo no dejaba de temblar y sólo quería apartarlo, pero ¿Cómo podía soltarla? Su olor limpio le volvía loco y el cómo un lobo hambriento, la devoró por completo sin dejar nada.

Solo no esperaba que la mujer escapara por completo después de despertarse, sin dejarle ningún mensaje.

Pero se ve que la otra parte es muy cobarde, frente a asuntos no se atreve a enfrentarlas directamente, o tal vez... porque era la primera vez que huyo con miedo.

De repente, Simón levantó la cabeza y levantó la comisura de sus labios con una fría sonrisa.

Mientras ella estuviera en esta ciudad, él sería capaz de encontrarla.

-Cierto, Señor Simón, todos nuestros hombres sólo están repartidos por la Ciudad Norte, esta mujer que mencionaste, ¿será posible que sea de otra ciudad?-

La pregunta de Rafael hizo que Simón frunciera las cejas.

Sí, ¿podría esa mujer... ser de otra ciudad? ¿Y si no es de esta ciudad?

Al pensar en esto, la mirada de Simón se puso seria y con una voz más fría.

-¡Entonces envía más hombres y sal a buscar!-

Rafael asintió -Vale, entonces enviaré más personas a buscar. Pero Señor Simón Freixa... todavía estoy pensando, ¿deberíamos revisar también las mujeres que abortaron? No creo que ninguna de las mujeres se quede con el bebé de un extraño, ¿verdad? ¿Qué clase de mujer tendría que ser para ser tan extraña?-

Hablando de esto, Rafael pensó en otra cosa -Hay otra cosa, no podemos comprobar solamente en el hospital, ¿verdad? Después de todo, esa mujer no necesariamente está embarazada...-

Al escuchar eso, las venas de la frente de Simón sobresalieron, de repente cerró el puño hacia Rafael y lo golpeo.

-Maldita sea, deberías haber pensado en esto hace tiempo, ¿no? ¿Aún te atreves a mencionarlo delante de mí?-

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