Al hablar, Xenia salió corriendo directamente.
Simón, que estaba acostado en la cama del hospital esperando para beber agua, se quedó sin habla.
Llegó el médico. Se sorprendió al ver que Simón estaba despierto. Lo revisó y se fue después de confirmar que no se encontraba en una condición grave.
En cuanto el médico se fue, Xenia le sirvió un vaso de agua tibia a Simón y lo ayudó a sentarse.
-Bebe agua primero.
Simón no se movió, mirándola inmóvil.
La vista era demasiado directa y Xenia estaba un poco avergonzada, -¿Qué estás mirando?
Simón frunció los delgados labios, tratando de hablar con ella, pero el sonido se interrumpió cuando habló. Por eso, se le tensaron las cejas y no tuvo más remedio que tomar unos sorbos de agua para hidratar la garganta.
En ese momento, Xenia también sacó su móvil para enviar mensajes de texto de notificación a todos.
Les dijo a todos que Simón se había despertado.
Por conveniencia, Xenia también atrajo especialmente a todas las personas que conocía al mismo grupo de Whatsapp, y contó directamente la noticia.
Después de que terminó de mandarlos, estaba a punto de hacer una publicación en el momento, el círculo de amigos, pero el móvil fue quitado por Simón de repente.
-Me acabo de despertar, ¿y no me miras a mí sino el móvil?
Xenia levantó la cabeza con asombro, se mordió el labio inferior y negó con la cabeza.
-No es así porque todos estaban preocupados por ti estos días cuando estabas en desmayo. Ahora que te despiertas, tengo que contarles la noticia.
-Ya se acabó ahora -Simón lo metió debajo de la almohada. Obviamente, no permitió que Xenia lo tocase nunca más.
Ella no sabía a qué se refería. Después de pensarlo, solo lo tomó como no quería que mirase el móvil, así que no continuó forzándolo, sino que le dijo a Simón.
-El médico te ha revisado hace un momento. ¿Sientes alguna molestia ahora? ¿O quieres seguir bebiendo agua? ¿Tienes hambre? O déjame llamar...
Sus preguntas se sucedieron una tras otra, que son todas preocupadas por Simón.
Simón de repente la agarró por la muñeca y la atrajo a sus brazos. Xenia cayó y se encontró con su mirada.
-¿Qué estás haciendo?
Simón le pellizcó la barbilla y un aliento peligroso apareció en sus pupilas.
-Justo ahora, ¿quién dijo que no me quieres?
Xenia parpadeó y lo miró perdida.
Fue la tercera vez que mencionó ese tema. Se vio lo mucho que le importaba. No había podido evitarlo dos veces antes. Esa vez sería inútil fingir ser estúpida.
-¿Qué?
Al ver que ella se callaba, Simón volvió a preguntarle. Esa vez su tono se oyó un poco más serio, como si no se detuviese hasta obtener la respuesta.
Xenia no tuvo otro remedio que responderle, -Está bien. Lo dije, pero también quiero probar si esta oración te hará reaccionar porque no te despiertas constantemente. Mira, te despiertas tan pronto como lo dije. ¿No es así? ¿No está bien?
Simón entrecerró los ojos peligrosamente, -¿Está bien?
Xenia le contestó, -Quiero decir que es bueno que te despiertes. En cuanto a lo que dije... todo eso es para despertarte. Si realmente no te quiero y te abandono, ¿cómo puedo estar a tu lado ahora?
Al escucharlo, Simón se sorprendió.
Sí, ¿cómo podía ella abandonarlo?
Incluso cuando tuvo un accidente, se desconocía su paradero ni su vida ni su muerte, e incluso después de encontrarlo y saber que había perdido la memoria, lo llevaba sola.
Pensando en eso, Simón se le acercó lentamente a ella, exhalando todo el calor en su rostro.
Al vio acercarse, a Xenia se le abrieron inconscientemente los ojos. Luego lo empujó y dijo con ansiedad.
De hecho, Simón había visto venir a Raquel hace mucho tiempo, pero era descarado y no quería preocuparse por ella.
Tan pronto como Xenia escuchó la voz de Raquel, empujó a Simón presa de pánico. Giró la cabeza y se sonrojó para mirar a Raquel.
-Raquel...
Su tía se les acercó lentamente con tacones altos.
-Acabas de despertarte. ¿Cómo te sientes?
Simón le dio a Raquel una mirada. Luego la retractó, y remiró a Xenia con la vista fija en ella.
Raquel no pudo evitar poner los ojos en blanco ante esa escena.
-Oye, ya es suficiente. No hace falta mostrar tanto amor si acabas despertarte.
Aunque fue muy incómodo ser interrumpido, Raquel era mayor que ellos después de todo. Además, se sonrojaba la cara de Xenia que estaba a su lado. Se puso más serio y le dijo.
-No hay problema grave. Deberé ser dado de alta hoy.
-¿Dado de alta? ¿Estás bromeando? ¿Cuántos días has estado acostado y te darán de alta hoy? ¿Qué se hace si hay otras circunstancias?
Simón frunció el ceño cuando lo oyó. Obviamente, no quería quedarse en el hospital, probablemente porque lo hacía sentir incómodo allí. Además, se había acostado durante tantos días.
Xenia habló a tiempo.
-Bueno, le preguntaremos al médico más tarde. Si está de acuerdo, entonces saldremos del hospital con anticipación. Vendremos a hacer examen regularmente.
Ya que a Simón no le gustaba quedarse aquí, había que satisfacerlo. Después de todo, era un paciente.
Xenia estaba realmente preocupada por lo que le sucediese.
¿Qué haría si se desmayase de nuevo?
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