Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1128

Diego se mostró desconcertado.

Hasta una hora después, la que debería estar en la oficina aún no se veía ni una sombra.

Frunció el ceño ligeramente. Pareció que realmente la había asustado su comportamiento anoche.

Todo estaba bien antes. De repente no aparecía.

Lo que dijo fue en serio, ¿que no volvería a tener nada que ver con él?

Bajos los ojos, dificultaba ver cuáles eran sus emociones verdaderas. Después de un largo tiempo, llamó a Carmen y le pidió que volviese a convocar la reunión.

La reunión originalmente programada para hoy se había pospuesto para el día siguiente. Luego se reanudó. Carmen se sentía cansada, pero como secretaria con perfecta habilidad y eficiencia, no se atrevió a decir que no, ni a presentar ninguna queja. Asintió con la cabeza y lo arreglaría cuando lo sabía.

Media hora después, empezó la reunión.

Antes de entrar a la sala, Diego le dio una mirada a Carmen.

-¿Has recibido alguna noticia hoy?

Esa repentina pregunta a Carmen la sorprendió. Pronto, ella reaccionó rápidamente. Naomí, quien debería haber aparecido en la oficina, no vino.

-No.

Estaba pensando rápidamente mientras negaba con la cabeza.

Durante ese período, Naomí venía todos los días a una hora fija. Sin mencionar a Diego, Carmen, la secretaria, estaba acostumbrada. Entonces, cuando Diego mandó que rechazase la reunión, Carmen creía que lo hizo por la chica particularmente.

No imaginaba que ni siquiera se viese la sombra.

Y Diego la esperaba solo en la oficina.

Además, volvió a convocar la reunión.

En ese momento, siguió preguntándole si había tenido alguna noticia.

Obviamente preguntó por Naomí, ¿no?

-Señor Diego, ¿necesitas que la llame yo para preguntar?

-No hace falta.

Diego rechazó fríamente la propuesta de Carmen y entró con indiferencia en la sala de reunión. Carmen de repente no supo qué decir con lo que sucedió e inclinó la cabeza.

Después, durante la reunión, todos pudieron sentir cpn claridad la baja presión en el cuerpo de Diego. Al comunicarse con él, estaban preocupados de que les provacase problemas de pronto. Por eso, fueron cautelosos al hablar, por temor a cometer error.

Carmen, a su lado, tuvo una vista panorámica de todo lo sucedido.

Descubrió que aunque el aura rodeada por Diego era muy baja, contenía muy bien sus emociones y su temperamento de principio de principio a fin. También escuchaba el discurso de otros con seriedad, haciendo sugerencias ocasionalmente.

Carmen suspiró en su corazón que era demasiado capaz de esconder sus pensamientos y de controlarse.

No se supe cuándo explotaría él, ¿sí?

Cuando terminó la reunión, Diego regresó directamente a la oficina. Carmen pensó una y otra vez. Por fin, decidió bajar las escaleras para preguntar la recepción.

Cuando le hicieron esa pregunta a la recepcionista, evitó el contacto visual. Quizás fuese porque tenía la conciencia culpable.

Desde que sucedió el incidente de anteayer, siempre se quedaba muy preocupada, temerosa de tener problemas con respecto a ella. Por eso, cuando ese grupo de personas dijo que buscaría un momento para ir a la tienda a molestarla durante las vacaciones de la semana, ella les persuadió a que no lo hiciesen.

No la escucharon sino la desdeñaron por ser como gallina. La recepcionista aclaró que no iría, a pesar de que insistieron en ir.

Carmen de repente vino a preguntarle, pero Naomí no había venido. La chica tenía una terrible sospecha.

-Está bien. No tienes que decirlo ahora, pero tú, espera a que yo investigue...

Ella le contestó inmediatamente, -No tiene nada que ver conmigo. Dijeron que quieren venir para ver cómo es la chica que entrega la comida al señor Diego todos los días. Insisten en venir, y no puedo detenerlas, asi que...

No esperaba que lo confesase tan rápido. Carmen no pudo evitar arquear las cejas.

-Entonces, ¿la maltratasteis? ¿Se ha vuelto tan asustada que no vino hoy?

-¡No, no, no, no! -negó de inmediato, explicándose-. Sucedió hace dos días. Naomí todavía había estado aquí después. No sé por qué no vino hoy. Realmente no lo sé...

¿Sucedió hace dos días?

Carmen pensó por un momento. Si eso ocurrió hace dos días, entonces no habría algo importante. Naomí no dijo nada cuando se reunió con ella, que pareció que no debería haber nada seria.

Pero ... Carmen aún entrecerró los ojos y miró peligrosamente a la recepcionista.

-Incluso si pasa nada, la maltratasteis juntas. ¿Es cierto?

Se mordió el labio inferior, pareciendo agraviada, -No lo hice. Yo no. No dije nada ese día de verdad. Fueron ellas quienes riñeron con ella. Secretaria Carmen, a todos generalmente les gusta el señor Diego, pero ahora vemos de repente que una repartidora de comida para llevar puede entrar y salir libremente de la oficina suya. Por eso, sentimos un poco enojadas. No te enfadades con nosotras, ¿de acuerdo? Solo hablamos con ella y no la maltratamos.

Fue sincero lo que dijo y Carmen sintió que tenía sentido.

Recientemente, Naomí siempre aparecía en la empresa y, de hecho, había muchas personas celosas.

-Ella solo viene aquí para entregar comida para llevar. Si nadie provoca escándalos, no habrá tanta gente que lo sepa. Estás aquí por trabajos, no por chismes. Es inútil fingir ser inocente cuando suceda.

Hablando eso, se le volvieron agudos la vista de Carmen y el tono, también más frío.

-El que el Grupo Leguizamo quiere es una empleada capaz. Si esto sucede la próxima vez, entonces... ve al departamento de personal para la renuncia.

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