Frida bajó la cabeza y no prestó atención a la expresión de Simón, solo escuchó la reprimenda en sus palabras.
Él podía considerar que la culpa era suya.
Después de todo, ¿quién querría que su asistente se peleara con los empleados y hiciera un desastre en el comedor?
Se oyó el sonido de ruedas rodando y se vio un par de piernas rectas y delgadas frente a los ojos de Frida, antes de que pudiera reaccionar, su cintura de repente se tensó y fue abrazada.
Frida no podía evitar que se agrandaran sus ojos.
Simón realmente se acercó con la silla de rueda y la abrazó.
Mientras Frida se sorprendió, Simón le pellizcó su barbilla y la obligó a levantar la cabeza para encontrarse con sus ojos fríos.
- ¿Sabes por qué estoy enojado? -
El temperamento masculino frío la rodeó, Frida no podía pensar y negó con la cabeza.
-Ya sé toda la causa. -
- ¿Qué? ¿Sabes todo? Entonces todavía...- le preguntó...
-Solo quiero escuchar tu versión, ja, ¿no esperaba que me dijeras estos? ¿No sientes tan agraviada? ¿No sabes pedir ayuda cuando dueles?
Cuando terminaron las palabras, el dedo de Simón golpeó con fuerza su frente.
Frida exclamó de dolor y extendió la mano para cubrirse la frente.
-Aún sabes el dolor-, se burló Simón con frialdad.
Frida se agarró la frente, - ¿Qué diablos quieres decir? -
-No pelea con otros la próxima vez-, dijo Simón, su mirada cayó sobre su rostro.
Algunas cicatrices quedaron en su rostro pálido, Simón se dolía el corazón al verlas.
-Vale. -
No quería pelear con otros, pero no podía controlarse en ese momento.
Se oyó un suspiro, y la mano que apretaba su barbilla cambió de dirección, cubriendo la parte posterior de su cabeza y presionándola contra su pecho, Frida casi apoyaba sobre su pecho, estaba un poco confundida.
¿Por qué tenía la ilusión de que... Simón parecía lastimarla?
¿Ella comprendía mal?
Pensando en ello, hubo una vibración en su pecho, y Simón dijo, -Me...-
Toc-toc…
En ese momento, se llamó a la puerta de la oficina.
- ¡Señor Simón, la doctora está aquí! -
La voz de Rafael sonó fuera de la oficina.
Cuando Frida escuchó esto, inmediatamente levantó la cabeza y miró a Simón, quien la miró complicadamente, -Levántate y deja que la doctora echa un vistazo si te duele. -
Después de hablar, la ayudó a levantar suavemente.
Frida se puso de pie siguiendo sus movimientos.
-Adelante. -
Rafael abrió la puerta y trajo la doctora.
Simón les pidió a las dos que fueran directamente al cuarto del descanso.
Frida siguió a la doctora hasta el cuarto. La doctora era una mujer de casi cuarenta años, sus cejas y ojos parecían cálidos, y parecía tener una leve sonrisa. -Señora Frida, quítese la ropa, déjame echar un vistazo a tu herida. -
Frida asintió obedientemente, a punto de quitarse la ropa, pero de repente pensó en algo, se detuvo de nuevo.
No se podía…
Aún quedan muchos rastros de Simón en su cuerpo, si la doctora viera esos, ¿no se sentiría... vergonzosa?
Pensando en esto, Frida dejó de quitarse la ropa, -Doctora, estoy bien, usted puede ayudarme a ver la herida en mi cara. -
En cuanto a la escaldadura en el hombro, iría a la farmacia a comprar un medicamento para escaldaduras y se lo pondría cuando salió del trabajo.
Frida que estaba detrás de la doctora se sorprendió, ¿Ella es la tía de Simón?
De repente el rostro de Frida se enrojeció, si fuera la tía de Simón, ¿no sería posible pensar en ella…cuando vio todas las huellas en su cuerpo?
Pensando en esto, las orejas y la cara de Frida estaban calientes.
-Si me agradeces, ven a verme, Simón, no siempre te quedas en la empresa todos los días. - La mujer que se quitó la máscara fue la tía de Simón, que era la hermana de la madre de Simón, Raquel Sánchez.
Raquel era más joven que la madre de Simón con ocho años menos, casi tenía cuarenta años, pero se vio muy joven, como si tuviera treinta años.
Además, su sonrisa y su mirada eran muy amables, parecía muy simpática.
Frida se sentía así desde que acababa de curar sus heridas, pero no esperaba... era la tía de Simón.
Raquel volvió a mirar a Frida, y esa mirada fue bastante significativa.
-He escuchado a Simón hablar de ti. Aunque este es un matrimonio familiar, después de todo son una pareja real. Debes cuidar bien de tus hijos en el futuro. -
Al escuchar eso, Frida movió los labios, como si quisiera explicar algo, pero Simón dijo en ese momento, -tía, lo sabemos. -
-Tú también. Como un hombre, debes proteger tu mujer, ¿por qué ella sufrió una lesión tan grave? La mitad de su espalda estaba escaldada. Si no me llamó a tiempo para tratar la herida, podría quedar cicatrices, ¿sabes? -
Simón frunció el ceño, -tía, fue un accidente. -
Porque nunca pensó que Frida peleara con otras empleadas de la empresa.
Simón nunca pensó en esa escena.
- ¿Qué pasó con el accidente? No evitaste que ocurriera el accidente, ¿no es tu culpa? - Raquel frunció el ceño.
Simón, -... Es culpa mía. -
Raquel asintió con satisfacción, -Puedes hacer más cambios en el futuro. Tengo algo que hacer, me voy. -
Después de que Raquel se fue, Frida miró a Simón con una mirada complicada.
-No le dijiste a tu tía, el bebé es...-
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