Esposa falsa de Simón romance Capítulo 166

-No te preocupes, quédate aquí vigilando, subiré para hablar con Viviana de esto.-

Estefania se levantó y salió. Como Talía se había quedado sola, estaba muy nerviosa frotándose los dedos.

Al otro lado, después de que Frida llegó a la oficina de Carlos, Carlos se sentó allí con una sonrisa y la miró suavemente para decir, -Frida, estás aquí.-

Al escuchar eso, Frida frunció levemente el ceño, -Gestor Carlos, ¿necesitas algo de mí?-

Carlos la miró con ternura, pero esa mirada que él pensó que era muy tierna, fue como un castigo para Frida. Se sentía aterrorizada por su mirada desagradable, y no pudo evitar recordarle.

-Gestor Carlos, si no me necesitas para nada, ¡me iré primero!-

Carlos se acaba de girar, pero se levantó ansioso y dijo, -Espera, quiero preguntarte si el desayuno estaba a tu gusto.-

¿Qué demonios...?

Frida pensó un rato, de repente se acordó de algo y dijo inocentemente, -¿El desayuno? No vi ningún desayuno. Gestor Carlos, si eso es todo, voy a salir porque tengo algo que hacer.-

Carlos directamente rodeó la mesa y se aferró a la puerta para no dejarla salir.

La expresión del rostro de Frida se enfrió y un par de ojos gélidos lo miraron.

Simplemente con una mirada, se le aceleraron las pulsaciones a Carlos y ​​la miró con una sonrisa, -Frida, ¿has sacado alguna idea en cuanto a lo que te dije el otro día?-

Frida solo quería reírse.

-¿No estás preguntando a sabiendas?- Frida frunció los labios y respondió con frialdad.

Al oírlo, el rostro de Carlos cambió levemente, -¿Qué quieres decir? Frida, tú... ¿no quieres ser mi amante?-

Frida frunció el ceño y dio unos pasos hacia atrás para alejarse de él, -Gestor Carlos, ya he contestado a tu pregunta hace unos días.-

-Frida, ¿sabes de qué estás hablando? ¿No te lo analicé antes? Aunque tuviste una realción con el señor Simón, ahora ya te ha abandonado. Además, ¿no soy decente o qué? Te vas a quedar a trabajar en este departamento en el futuro, si eres mi amante, ¡yo puedo protegerte!-

-No necesito que nadie me proteja, gracias.- Frida directamente fue a tirar de la puerta y se preparó para irse.

Carlos presionó la puerta, -¿De verdad no quieres pensarlo un tiempo más? ¿Seguro que quieres rechazarlo a secas?-

-Gestor Carlos, por favor, apártate.- dijo Frida con una expresión poco amable.

Al ser rechazado tantas veces, había quedado muy humillado. Por eso, Carlos se irritó un poco, apretó los dientes y dijo, -¡Te estoy dando respeto pero tú eres la que no lo quiere!-

¿Estaba enojado? Frida levantó los ojos para echarle un vistazo, -Apártate.-

-Si puedo protegerte también puedo hacer que lo pases horriblemente en el departamento.-

-¿Ah, sí?- Frida sonrió levemente, -¿Como cuando vine el primer día? Que hacías trucos y trampas delante del señor Simón. Gestor Carlos, te aconsejo que no pierdas el puesto que has conseguido después de tantos años porque tengas problemas conmigo.-

-¡Tú!- Carlos no esperaba que dijera cosas tan feas. Mientras su rostro se palidecía, Frida ya había abierto la puerta y se había marchado.

Él no pudo evitar maldecir a su espalda, -Para qué finges ser distante, si solo eres una mujer abandonada por un discapacitado. Deberías alegrarte porque haya gente que te quiera aún, ¡cómo te atreves a rechazarme! Bueno, si no me tratas bien, yo tampoco seré justo contigo. ¡Veré cómo puedes sobrevivir aquí en el futuro! ¡Perra!-

Frida no sabía que su rechazo haría que el otro se irritara de ese modo, pero ya había pensado en las consecuencias que le caería y estaba preparada para soportarlas.

Ya estaba mentalmente preparada desde el día en que Simón le bajó de puesto.

No importaba a lo que se enfrentara, tenía que lidiar con eso uno por uno y con calma.

Después de meter la contraseña, Frida volvió a entrar en modo trabajo.

Durante el almuerzo, Naomí dijo emocionada, -Se acerca el aniversario de nuestra empresa, para entonces habrá un evento de aniversario, y la familia Freixa también preparará una gran fiesta.-

-¿Cuál más hay? ¡Me refiero a ese centro comercial muy grande! Ese de la Calle Deber.-

Frida no supo qué decir.

¿Ese no era justo el que le dio Simón?

¿Naomí lo dijo por casualidad? ¿O sabía algo y la estaba poniendo a prueba?

-¿Por qué quieres ir a ese de repente?-

-Qué tonta eres, las cosas que hay allí son las mejores y las que más están de moda en la Ciudad Norte. Además, allí puedes conseguir los vestidos de fiesta y vestidos de novia que son realmente personalizados por diseñadores extranjeros. ¿No te llegan las noticias o qué?-

Frida, -...La verdad es que no, por eso no lo tengo muy claro.-

Como la nueva propietaria del centro comercial, no estaba enterada de nada, -Bueno, vayamos juntas después de salir del trabajo por la tarde. En cuanto a las noticias sobre ese centro comercial, ¿puedes decirme todo lo que sabes?-

Naomí asintió con la cabeza, -No hay problema, pues vendré a buscarte después de salir del trabajo.-

Después de que las dos acordaron la quedada, Frida regresó a su departamento.

Cuando ya había salido del trabajo, fue al centro comercial de la Calle Deber con Naomí.

En el camino, Naomí le contó muchos acontecimientos del centro comercial y eventos relacionados, Frida a veces tomaba notas mientras la escuchaba.

Según Naomí, en ese centro comercial se reunían casi todas las mejores cosas de toda la Ciudad Norte. La comida y los productos eran todos de alta calidad.

Solo porque ese centro comercial pertenecía a la familia Freixa.

Aunque muchos fabricantes y diseñadores estaban compitiendo intensamente para vender sus productos allí, había inspecciones de calidad profesionales, y todos aquellos que no pasaran la prueba o intentaran pasar con trampa no serán aprobados.

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