Esposa falsa de Simón romance Capítulo 233

Frida se quedó pasmada por un momento, y luego asintió con la cabeza y esperó a que Raquel recogiera sus cosas para regresar a su casa junto con ella.

Cuando salieron del hospital, las calles ya estaban muy iluminadas, las luces encendidas de las familias de la ciudad y las luces de neón en las encrucijadas se estaban entrelazadas, y la brisa nocturna pasó por ellas, Frida se sentía un poco de frío e inconscientemente se encogió su cuello y abrazó su brazo.

-Si tienes frío, ponte el traje y espérame aquí, voy a conducir el auto y te recojo. -

-Vale, Tía Raquel. -Frida la llamaba Tía Raquel, ya no se sentía de embarazosa.

Esperando en la puerta del hospital, ya era otoño y el viento de la noche era un poco frío, después de pensar un poco, finalmente se puso el traje de Simón al hombro.

Su traje era muy grande, envuelto en ella como una gran capa, la apretó y resistió al viento frío.

Frida bajó la cabeza y olfateó, el traje llevaba el olor exclusivo de Simón, que era un olor agradable, como el olor de tabaco.

Pensando en esto, Frida parpadeó e inconscientemente se apretó el traje. Después de esperar unos minutos, Raquel salió con el auto y se detuvo el auto que no estaba lejos de ella, Frida se acercó y se sentó en el auto.

-Recuérdate de poner el cinturón de seguridad. -Recordó Raquel.

Mientras el auto corría en el camino, Frida miró a las luces de neón en la calle y de repente escuchó la pregunta de Raquel, - ¿Cómo pudiste tener tantas heridas? ¿Y qué está pasando entre Simón y tú? -

Entre Simón y ella...

-La insonorización de la oficina no es buena, no debiste quedarte dormida en ese momento y debiste haber escuchado todas nuestras conversaciones. -Raquel comenzó a hablar de nuevo sin esperar a que ella respondiera.

Al escuchar eso, Frida se quedó atónita por un momento, sus orejas y su rostro se pusieron muy roja por la vergüenza.

No esperaba que la perspicacia de Raquel era tan gentil que incluso esto se consideraba, ¿y Simón? ¿estaba enterado lo que dijo Raquel también?

-Dime la verdad, ¿sinceramente quieres vivir juntos con Simón? -

¿Qué debía contestar? Frida apretó los labios con fuerza y ​​susurró, -Tía Raquel, lo sé...eres una persona muy buena, pero...los sentimientos no pueden ser coaccionados, y la relación entre Simón y yo es un poco complicada. Además...no soy yo quien debiera casarse con él. -

-Rafael me contó de todo sobre de ti, te casaste en el nombre de hermana menor. Porque los miembros de la familia Casaus pensaban que Simón estaba discapacitado, si casara a su hija con la familia Freixa, se empujaría a su hija a una circunstancia desesperada y su hija sufriría mucho. -

Esto era verdad, Frida no tenía ninguna razón para refutar, y solo podía bajar las miradas en silencio.

-Le dije a Simón en ese momento que debido a que él era un discapacitado, todavía estabas dispuesta a casarte con él, aunque casaste en nombre de tu hermana menor, eres una chica bondadosa y honesta, además observé que le tratabas a Simón muy bien y con mucho cuidado, ¿si podrías decirme la verdad? -

Al oírlo, Frida levantó las miradas hacia Raquel, - ¿Qué quiere saber? -

- ¿Te gusta a Simón? -

Frida no supo qué decir.

Raquel levantó los labios y sonrió, - ¿Te pregunté en una forma demasiada directa? Entonces lo hablamos en otra manera, ¿qué piensas acerca de este matrimonio? Aunque fue un matrimonio comercial al inicio, la mayoría de los matrimonios comerciales también tienen sentimientos reales después vivir juntos por un tiempo. Has estado con él durante algunos meses, ¿cómo te sientes? -

Frida, -...yo...- Todavía no sabía cómo contestar la pregunta, aunque si fuera Sofía le hiciera este tipo de preguntas, tampoco sabía cómo decirlo, y mucho menos a Raquel que era una mayor, Frida estaba aún más perdida.

Leonardo le asignó de repente un matrimonio, Raquel se estaba preocupada al inicio, pero el destino del mundo era un misterio. No esperaba que él se reuniera con Frida y la situación se fuera desarrollado así, estaba fuera de su esperada.

Frida estaba un poco avergonzada y se mordió el labio inferior.

Luego, Raquel la llevó a su casa, Raquel tenía un pequeño departamento propio, el ambiente comunitario era tranquilo y la casa era acogedora y estaba muy ordenada.

-Siéntate un rato, voy a cambiarme la ropa, llamaré a Simón y le diré que estás conmigo, que venga a recogerte más tarde. -

-Gracias Raquel. -

Después de que Raquel se fue, Frida se sentó en el sofá, luego miró a los muebles de la casa, y después de pasar un rato, Raquel vino.

- ¿No te sientes calor? ¿O no quieres quitar la chaqueta, aunque estas en casa? -

El rostro de Frida se calentó al escuchar a esta frase, y estaba tartamuda, -Se me olvidó ...-

Luego se quitó la chaqueta apresuradamente, cuando se estaba quitando la chaqueta con mucha fuerza, oyó que algo se había caído al piso.

- ¿Qué se cayó? -Preguntó Raquel.

Frida iba a agacharse para buscarlo, pero vio a Raquel ya se agachó frente a ella y luego recogió la pequeña caja que estaba al lado de sus pies.

- ¿Qué es esto? -Preguntó Raquel, entregando la caja a la mano de Frida, -Vi que se caía del bolsillo de la chaqueta. -

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