Simón levantaba su cabeza y veía su pecho, sus mirabas se habían cambiado.
¿Esta mujer lo hacía a propósito?
Viendo su expresión inocente, y sostenía una botella de perfume, como si fuera inocente.
¿Inocente?
¿Cómo una mujer que se casara con la familia Freixa de esa manera que fuera inocente? Las miradas de Simón se ponían más frías -¿Quieres seducirme?-
Frida levantaba sus ojos, sin entender lo que había dicho.
-¿Qué?-
Las miradas de Simón se movían y lo miraba sobre su pecho.
Frida miraba según su dirección, recién encontraba que acababa de inclinarse hacia adelante, el cuello resbalaba, revelando el pecho blanco.
Ella cubría su pecho y es inclinaba hacia atrás, y sus mejillas blancas de repente se volvían rojas, sus labios acuosos retorciéndose para explicar algo, pero no podía decir ninguna palabra.
Las miradas de Simón le hacían avergonzada.
Cuando se daba cuenta de lo que revelaba con sus acciones, Frida quería enconderse inmediatamente …
¡Ella realmente no lo hacía a propósito!
Ella sólo quería mostrarle esa botella de perfume, después de que le preguntaba...
Sin embargo, ella no esperaba que el cuello del vestido fuera tan ancho, pero simplemente se inclinaba un poco hacia adelante y se volvía así.
Ahora la impresión de Simón de ella debía ser peor.
Sus mejillas se ponían de rojas a blancas, Frida miraba por la ventana, apretaba la botella de perfume.
¡No lo hacía a propósito! ¡No era intencional!
¡Ella no quería seducirlo!
El ambiente dentro del coche se volvía extraño, a través del espejo retrovisor, Simón veía que su cara se había convertido de roja a blanca, así como tenía quejas.
¿Quejas?
¿Qué estaba quejando?
¿Por agraviarla?
Pero su comportamiento, que mostraba su pecho a un hombre, si no era para seducirlo o ¿para qué?
El coche pronto llegaba al banquete, acababa de bajar, Frida quería seguir adelante para empujarlo, pero Simón se negaba -Tengo algo que hacer, vas a buscar a Señor Fernán primero-
Antes de irse, Simón la miró profundamente: -Recuerda, no inclines la cabeza, de lo contrario...-
Esta última frase no sabía si era una amenaza o no, después de que lo anterior, por supuesto, ella entendía a lo que se refería, asintió con la cabeza avergonzadamente - Lo sé, no te preocupes, no soy tan mala como crees-
Al hablar esto, Simón se movían sus labios y con una mirada de un poco de ridículo, obviamente no creía lo que decía.
Frida se mordía el labio inferior y sacudía el puño, diciendo airadamente -Yo uso mi personalidad para garantizarlo-
Simón seguía siendo ese tipo de aparición, dejaba que Rafael lo empujara, Frida tenía que ir al banquete solo.
Las personas que venían al banquete eran las personas famosas, Frida se encontraba con varias mujeres y olía el fuerte olor a perfume en sus cuerpos, veía sus cuellos con collares de diamantes y el diseño exclusivo de la falda de vestir.
Su vestido de la multitud se podría decir que estaba ignorado de inmediato.
Frida nunca había participado en el banquete, por lo tanto, no sabía dónde encontraba a Presidente Fernán, tenía que encontrar a un lugar y sacaba su celular para buscar información sobre Presidente Fernán.
Ahora no se podía encontrar no significaba que no tendría la oportunidad para reunirse, ahora aprovechaba la oportunidad para conocerlo primero, más tarde si se encontraban, podía hablar el tema a su gusto con él.
Frida se sentaba allí con su teléfono celular y miraba seriamente, sin prestar atención a la situación que lo rodeaba.
Después de que sonaba la música, Frida de repente daba cuenta de que el tiempo del banquete había sido la mitad.
Frida tomaba un cóctel frente a ella y luego se levantaba a buscar, no podía pillar la figura de Simón.
No sabía cuánto tiempo había estado esperando, había terminado su copa de vino, aún no había terminado allí.
Frida estaba fingiendo ser tranquila, pero la cara rosa mostraba su vergüenza interior, y esperaba un rato más, allí se había terminado.
-Presidente Fernán, entonces venga a buscarme mañana por la noche, yo iré primero-
-No te preocupes mi amor, eres tan encantadora, te encontraré mañana por la noche-
La mujer le daba cariños por un rato más antes de irse.
Después de ver a esa mujer que se iba, la sonrisa en su rostro desaparecía, y luego se fumaba un punto de cigarrillo, arreglaba su ropa.
Un momento después, susurró -Sal-
Al oír estas palabras, Frida se sorprendía y apretaba la copa en su mano.
Ella...... ¿Era pillaba?
¡No era posible! Ella no estaba escuchando escondidamente, era que los encontraba por causalidad, pero esta vez era pillada, ¿ella necesitaba salir?
Nico ría y dio la vuelta.
Frida miraba que él estaba caminando hacia ella, estaba asustada de dar un paso atrás.
En este momento, un sonido frío sonaba desde la otra dirección.
-Presidente Fernán, qué interesante estaba jugando-
Rafael empujaba a Simón desde el otro lado.
Frida lo miraba y subconscientemente se sorprendía.
¿Por qué estaba aquí? ¿Acaso que Simón había presenciarse por sí mismo la escena?
Pensando esto, Frida se había sido más avergonzada, esperaba que Simón no sabía que ella estaba aquí también, de lo contrario...
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón