Esposa falsa de Simón romance Capítulo 296

Estas palabras hicieron que a Frida le costó calmarse. Su corazón, que estuvo inquieto como el mar, se volvió más turbulento ahora. Frida miró a Naomí durante un rato y finalmente bajó la mirada.

-Tienes razón, pero no importa lo que dices, todavía tengo que irme. Si quieres quedarte aquí, quédate y espéralo.- Después de hablar, Frida se fue.

Naomí le miró su espalda y le gritó enojada, -Frida, ¿somos buenas amigas? ¿Eres solo tienes el tipo de tolerancia?-

Los pasos de Frida se detuvieron y cerró los ojos con cansancio.

“¿Buen amigo? También quiere ser buena amiga de ella, pero ella no quiere tener nada que ver con Óliver” ella pensando.

Cuando pensó en esto, Frida no le respondió. Ella todavía caminó hacia adelante. Naomí pensó que volvería la cabeza, pero no esperó que se fuera sin mirar atrás. Estuvo tan enojada que le dolió el corazón y Naomí dio un paso adelante para alcanzarlo.

Después de dos pasos, vio una figura familiar entrar, bloqueando el camino de Frida.

Frida no esperó enfrentarse a Óliver de frente. Ella se congeló por un momento, y luego fingió no verlo y pasó junto a él.

Óliver vio que sus ojos rojos todavía estuvieron un poco hinchados. Sin embargo, pasó junto a él como si no lo vio. En ese momento, Óliver sintió como si algo le atravesó el corazón.

Luego reaccionó y rápidamente se volvió y lo persiguió.

-¡Frida!-

Óliver se movió rápidamente, la agarró de su brazo directamente. El rostro de Frida cambió y rápidamente retiró su mano.

-¡Déjame ir!-

Sus movimientos fueron tan violentos que Óliver frunció el ceño inconscientemente. -¿No quieres verme tanto? Incluso si te ayudo, ¿no estás satisfecho? Frida, ¿cómo me odias? Me odias, ¿ahora ni me miras ni aceptas mi ayuda?-

Frida se mordió el labio inferior y lo miró con terquedad, -Hermano mayor, me has ayudado muchas veces. Ya te debo mucho, no te puedo deber.-

Al escuchar esto, Óliver no pudo evitar sonreír con amargura, -Así que sabes que me debes mucho. De todos modos, me debes tanto, ¿qué importa si lo vuelves a hacer?-

Frida, -...-

Naomí los miró de lejos, aunque no pudo oír lo que dijeron, ahora estuvo tranquila. Ella estuvo tan emocionada antes. Tan pronto como escuchó que no quiso ver a Óliver, lo que significó que renunció a este acción, Así que ella dijo algo irreparable cuando estuvo ansioso.

-Esto está mal. Te debo y te lo pago.- Frida siguió recordando los cuarenta mil euros. Aunque las acciones de Veronica Casaus la enojan y decepcionan mucho, ella es la madre que la da a luz y la cría. Incluso si está enojada, tiene que asumir la deuda.

-De todos modos, ya me lo debes, tienes que devolverme. Bueno, no importa si me debes una vez más.-

Al final del discurso, Óliver tomó la iniciativa de caminar hacia adentro, -vengo aquí, vamos adentro.-

Frida se quedó allí y se negó a mover su cuerpo. Óliver vio que ella fue terca, dio un paso adelante, la agarró por sus hombros y la atrajo hacia adentro.

-Óliver, ¡déjame ir, déjame ir!-

Oyó su nombre en su boca de nuevo, Óliver finalmente se deshizo de su reciente enfermedad de amor durante el tiempo.

Desapareció repentinamente en La familia Freixa, y él no pudo verla en La familia Freixa ni en la empresa, pero no pudo buscarla obviamente. Hoy finalmente tuvo la oportunidad de volver a verla, así que aceleró todo el camino.

Finalmente la vio parada frente a él de nuevo.

Fue sólo que él pensó que ella había estado con Simón en estos días, su corazón se sintió como una aguja apuñalada. Óliver frunció los delgados labios y luego tiró de ella hacia el asiento en el que estuvo sentada antes. Naomí se quedó allí con atontado, y Frida se vio muy débil.

Quiso volver la cabeza e irse, pero...cuando pensó que le debió mucho favor, no pudo dar este paso.

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