-Una pregunta más por favor, ¿además del coche era bonito, qué más características tenía? Por ejemplo... la matrícula, etc... -
Aunque no esperaba que la mujer mayor enfrente podía recordar más cosas, pero Óliver todavía hizo la pregunta.
Todavía esperaba que podía tener más pistas.
La mujer le miró atentamente, se rio de repente y dijo, -¿Por qué preguntas tanto? ¡Veo que la chica subió al coche voluntariamente! ¿Qué quieres hacer? -
¿Subió voluntariamente? Óliver quedó sorprendido un poco, pues debía ser una persona conocida.
Pero... entre las personas conocidas, ¿quién más podía ser?
-Muchas gracias, ella es mi amiga. Estamos preocupados por no poder poner contacto con ella de repente, y también buscamos por alrededor de aquí por mucho tiempo. -
-Así es... no me acuerdo la matrícula, pero recuerdo que era un coche negro... -
Óliver dio un respiro leve en la corazón, no debía tener la esperanza a la mujer enfrente. ¿Cuántos coches negros en Ciudad Norte? Innumerables.
-Gracias, me voy.-
Él tenía que llamar a Naomí para decir eso y también le preguntó si ella conocía a alguien más. Podía buscar las pistas entre estas personas.
Naomí se calmó un poco después de oír esta noticia, pero empezó a dudar en seguida, - ¿Un coche negro? ¿Señor Óliver estás seguro que ella subió al coche voluntariamente?-
-No.- Óliver dijo con frialdad, -Si el dicho de esa mujer mayor era correcto, si no lo vio equivocada, Frida no fue obligada a subir al coche. -
Escuchado eso, Naomí quedaba callada por un momento y asintió con la cabeza, -Eso es la verdad. Si le obligó a subir al coche, debía forcejar. Pero si la mujer mayor había dicho que ella subió al coche voluntariamente, no debe está en peligro de momento. Pero todavía estoy preocupada por sin encontrar a ella. La vio quedada un poco horrible antes. Señor Óliver, te lo ruego, quiero verla segura personalmente. -
-Vete a casa hoy, voy a seguir mandando a gente a buscarle. Te informaré una vez que tenga noticia.-
-Pues… Vale.-
Naomí todavía estaba preocupada después de colgar el teléfono. Llamó al móvil de Frida, pero se dio cuenta de que no estaba conectado. Sin otro remedio, ella envió un mensaje a Frida, le dijo que puso contacto consigo si ella estaba bien. Entonces guardó el móvil y volvió a casa.
*
Frida estaba apoyando al sofá blando, la criada le llevó un té caliente, - Señorita, toma el té caliente.-
Frida estaba apoyando y no quería moverse, ni tener la fuerza para recoger el té. Pero ella todavía negó con la cabeza a la criada cortésmente y dijo en voz baja, -Gracias, no lo quiero.-
La criada quedó atónita, y llevó el té salido, justo encontró a Carmen entrada. Carmen vio que la taza estaba llena, dijo riéndose, -¿No quería tomarlo?-
La criada asintió con la cabeza, - La señorita se ve que no está en buen humor, por eso...-
-Entiendo, vete para tus cosas. - Carmen se rio, le hizo señal que podía marcharse. La criada respiró aliviada y se marchó inmediatamente. Ella temió que Carmen le hiciera seguir sirviendo a Frida, aunque ella parecía inofensiva y educada, pero ella no podía manejar a este tipo de persona que se sentía abatida.
Carmen entró con los pasos grandes, anduvo directamente hasta el frente de Frida. La vio que todavía se sentía abatida como cuando vino, no aguantó reírse, -¿Qué cosa realmente hizo a señora Frida tan abatida? -
Oyó la voz familiar, Frida levantó la cabeza y se miró mutuamente con Carmen.
-Estoy bien. -
Después de que Naomí iba a hacer la llamada, ella se levantó entre sueños y quería marcharse. Entonces no sabía cuando tiempo había andado, ella se dio cuenta de que había caminado hasta el lado del camino principal. Vio las carreras, ella tenía una idea de suicidarse.
Pero ella fue asustada por sí misma cuando se dio cuenta de que tenía esta idea.
Ella estaba embarazada, si no pensó por sí misma, también tenía que pensar por el bebé.
Por eso ella no movió, se estaba en cuclillas al lado del camino miranda la corriente de los coches.
El siguiente segundo, Diego tendió la mano de repente y le levantó cogiendo sus hombros. No le costaba nada de fuerza, Frida estaba asustada.
-¿Crees que quiero intervenir en tus cosas? Es que estás afectando a la imagen y además también interceptas el camino de otras personas.-
El tono de Diego era frío sin temperatura, pero su mirada estaba fijada en ella.
No esperaban... incluso la manera de enojo y capricho era muy parecida.
¿Esta era... la hermana menor que estaba buscando por más de veinte años?
Mierda, cómo que él no se dio cuenta antes. ¿cómo esas personas encontraron a Sofía? Era ella que sabía el asunto de Frida y robó las informaciones confidenciales?
Pero... por qué las cosas que fueron sabidas por el resto, pero Frida no las sabía nada?
Ay.
Al pensar así, Diego dio un respiro pesado inexplicablemente.
-Salgamos de aquí primero, estás muy lamentable ahora. -
Frida quedó atónita, ella claro sabía que estabas lamentable. Pero ahora no tenía buen humor, por eso no le importaba que ella misma estaba tan lamentable.
-Id vosotras primero.-
-Carmen, llévala al coche. - Diego ordenó con frialdad.
Carmen no podía aguantar reírse, luego anduvo hacia Frida. Era muy pocas veces que le cogió la mano con cariñoso, -Señora Frida, es muy peligroso aquí por la corriente de gente, veo que de momento no tienes los amigos a tu lado, sales de aquí con vosotros primero.-
Entonces, Carmen le llevó a subir al coche. Aunque el gesto era educado, pero la actitud era muy dura.
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