Esposa falsa de Simón romance Capítulo 338

-¿Y cómo son exactamente?- Naomí parpadeó, -Han pasado tantas cosas últimamente que apenas puedo entenderlas, ¿cuál es la relación entre el señor Diego y tú?-.

-Naomí, ¡qué cotilla eres!- Frida la miró con impotencia y dejó los palillos, -De todos modos, no es lo que tú piensas entre él y yo. En cuanto a qué tipo de relación es, no lo he pensado todavía-.

Ella no había pensado bien si iba a reconocer la afinidad o no.

Naomí, -¡qué tacaña eres, ni siquiera estás dispuesto a hablar de eso, ¿eh?-

Los dos estaban hablando, de repente, el sonido de un timbre llegó desde el exterior.

Naomí se levantó de inmediato, -¡Yo voy!-

Con las palabras de la tía Cristina antes, Naomí sabía que la persona que vino sería Diego!

El fuego de los chismes estaba realmente ardiendo dentro de ella, y cuando la puerta se abrió, Naomí vio que la persona que estaba fuera era Diego.

Diego llevaba un traje oscuro con expresión fría y parecía muy noble.

Naomí pensaba que Frida podría elegir cualquier persona entre óliver y Diego, porque los dos eran buenos.

Al ver a Naomí, hubo una pausa en la mirada de Diego, y un momento después su mirada cruzó por encima de Naomí y se dirigió directamente al interior de la casa.

Naomí sonrió y preguntó, -¿eres Sr. Diego?-

Diego asintió, frunciendo sus finos labios.

Naomí puso un paso atrás, -Frida está ahí-.

Diego frunció un poco el ceño y dio un paso hacia delante, sin poder resistir la mirada de reojo que lanzó a Naomí, notando que la chica tenía realmente una mirada incocente y parecía mirarle con mala intención.

"¿Esta chica ha entendido algo mal?" Al pensar en esto, las cejas de Diego se fruncieron aún más.

De hecho, después de que Naomí fue a abrir la puerta, Frida estaba inexplicablemente nerviosa, para ser honesto con su estado ahora ella realmente no quería ver a Diego, quería despejar su mente por un tiempo más.

Así que cuando Diego caminó detrás de ella, Frida se levantó casi inconscientemente.

-Tú ...-

-¿Cómo estás?-

De hecho, Diego se movió para colocar su maletín a un lado con extrema naturalidad, su mirada se posó en ella, su tono cubierto de la preocupación de un mayor por su niño, y después de preguntar él vio que el desayuno en la mesa había sido realmente terminado.

Tras un momento de desconcierto, Diego no pudo evitar sonreír levemente.

-Te parece tener buen apetito, y no deberías haber nada malo en tu salud-.

Probablemente también se reguló el estado de ánimo.

Diego no se había dado cuenta de que esta hermana suya también se parecía a la personalidad de su madre.

Frida quería decir algo, pero al punto de decirlo, las palabras que llegaron a sus labios se tragaron otra vez.

Después de mirar el resto cosa sobre la mesa, no pudo evitar volver a mirar a Naomí, que se había acercado a ella.

Realmente comer así no se vía nada bien.

-No te preocupes Sr. Diego, el apetito de Frida es bastante bueno, y la acompañaré aunque no coma-.

Al oírla decir eso, Diego le sonrió de forma conciliadora, -Gracias-.

-De Nada-. Naomí hizo un gesto con la mano, -Soy buena amiga de ella, es mi responsabilidad cuidar de ella...- la última frase tenía un tono de cola, de hecho, Naomí estaba tratando de poner a prueba a Diego, pero Diego parecía no entender el significado de las palabras de Naomí, se levantó la mano y miró la hora.

Sólo quedaban en la habitación del hotel Frida y Diego.

Aunque se decía que eran parientes, Frida seguía sintiéndose especialmente avergonzada, y realmente no quería estar sola en la misma habitación con Diego.

Tras un momento de silencio a su alrededor, Diego habló de repente, -Yo me encargaré del lado de Sofía-.

Al oírle decir eso, Frida levantó los ojos y no pudo evitar preguntar, -¿Cómo lo manejarías? ¿De verdad ya estás seguro de mi identidad? ¿No hay más sospechas? Después de todo, Sofía ya es un ejemplo, creo que eres mejor ser cauteloso, no sea que luego descubras que mi identidad no es real, cuando... -

-No lo hará-. Diego la interrumpió con una expresión tranquila y un rostro frío, -Esta vez, no me equivocaré-.

Frida se mordió el labio inferior y bajó los ojos para mirar la punta de sus dedos.

-¿Tienes miedo?-

Ella no dijo nada, sólo bajó la cabeza.

"¿No puedo tener miedo? Al decirme de repente que mis padres, que habían pasado tantos años juntos, no eran mi familia, me convertí al instante en una niña pequeña a la que nadie quería, aunque ahora la familia Leguizamo salió a decir que eran mi familia. Pero la conclusión de Sofía también me asusta, ¿podría ser que un día cuando yo esté aceptando e integrándose en esta relación familiar, la familia Leguizamo salga a decir que se han equivocado de persona...

Y al final, ¿quién soy yo? ¿Quién podría ser?"

Diego miró la nuca de ella durante menos de un rato antes de suspirar finalmente con impotencia.

-Había una pregunta que no quería hacer, pero si te sientes tan incómoda con ella, entonces tengo que sacarla-.

Al oír eso, Frida levantó la cabeza y le miró mudamente, -¿Cuál es la pregunta?-.

La mirada de Diego parpadeó un poco y por definición, no quería hacer esa pregunta.

Al fin y al cabo, su hermana ya era adulta.

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