Esposa falsa de Simón romance Capítulo 356

-Mamá, estoy de vuelta.- Cuando Bernabé volvió empujando un carrito de compras, Xenia acababa de terminar de estudiar el diseño de ese vestido, se dio la vuelta y se inclinó para recoger a Bernabé.

-Muchas gracias, Bernabé, luego puedes sentarte en en el carrito de compras, te empujo.-

-¿En serio?- Bernabé se puso emocionado, tocando los dedos y parpadeando, -Pero eso no parece bien…-

-Uf.- Xenia no pudo evitar sonreír, -¿De qué te preocupas como un niño?-

Al decirlo, Xenia lo puso directamente en el carrito de compras. Bernabé luego agarró el carrito de la compra y se sentó, -Eso está bien.-

En primer piso.

Simón y Raquel hicieron algunas compras en la zona de alimentos frescos y los pagaron en la caja. Varias chicas jóvenes lo miraron a Simón con los ojos brillantes, pero al darse cuenta de que tenía esposa y hijo, al instante la luz de los ojos se atenuó.

Después de cobrar el dinero, la chica que recogió el dinero de repente se dio cuenta de que ellos habían comprado algo repetido, se sintió extraña, pero todavía preguntó con un derroche de entusiasmo, -Señor, ¿también se llevan las cosas de su esposa? Están pagadas.-

Como si no hubiera escuchado sus palabras, Simón recogió la bolsa, con una cara inexpresiva.

-¿Señor?-

Raquel escuchó algo y entrecerró los ojos, -¿Estás hablando con él?-

La chica se sorprendió y asintió con la cabeza, -Sí.-

-¿Acabas de decir su esposa?-

La chica estaba confundida por la mirada dudosa de Raquel, dejó salir una frase durante un largo tiempo, -Justo ahora... detrás de ustedes, una hermosa señora entró con un niño, y ella acaba de subir las escaleras, y yo... pienso que ustedes son pareja.-

Al oírlo, Simón frunció el ceño descontento, la miró fijamente a la cajera.

La cajera al instante se sintió fría en la espalda al encontrarse con la mirada seria y feroz de Simón, como si una presión invisible le golpeara con fuerza el hombro, y eso le dejó al instante acocharse.

-Eso...-

Raquel lo vio extraño, dio una sonrisa embarazosa, -Entramos juntos, nadie más hemos visto en absoluto, ¿no te has equivocado?-

La gente que estaba a su lado lo vio y acudió al remedio.

-Lo siento mucho, señores, mi amiga es un poco miope, justo ahora había una señora que puso cosas aquí, dijo que se las entregara a su esposo, de hecho también son dos personas, así que me he equivocado, lo siento mucho.-

-Está bien.- Raquel sacudió la cabeza, -Como es un malentendido, sería bueno desatarlo, no pasa nada. Vale, Simón, mírate la mala cara, ¿quieres asustar a la chica? Vamos.-

Dicho esto, Raquel lo arrastró fuera del supermercado.

Después de salirse, la cajera se quedó en su lugar, con sus ojos rojos. Las personas a su lado la consolaron.

-¿Estás bien?-

La cajera sacudió la cabeza y le sostuvieron los brazos, -Estoy bien, pero... la figura de que me miró parece tan feroz y aterradora. -

-Sí, estoy de acuerdo, creo que... la mirada suya es demasiado espantosa, este tipo de hombre, aun siendo guapo, es totalmente como un pedazo de hielo, a lo mejor no es posible calentarlo.-

-Hum.- La chica asustada asintió con la cabeza, -Pero... ese niño se parece tanto a él, ellos...-

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