Esposa falsa de Simón romance Capítulo 396

-Mierda, tío Gilabert está enfadado otra vez. -

La cara de Ines cambió.

Xenia paró un poco, inclinó la cabeza mirando a Naomí, dijo de repente, -Escondemos primero. -

-¿Qué? -

Naomí no se reaccionó todavía, fue retirada por Xenia a la esquina escondida. Ines vio la situación, se reaccionó de repente, les siguió escondida juntas.

Ella echó un vistazo a Xenia con elogio, -Eres muy fuerte, puedes adivinar el pensamiento de David. -

-¿Qué pensamiento? -La cara de Naomí que fue retirada a la esquina estaba atontada, no se reaccionó todavía evidentemente.

Cuando una persona estaba embarazosa, no le gustaba ser visto por los demás seguramente.

Ese chico que se llamaba David, estaba solitario y frío en los días ordinarios, se veía como la persona que tenía el carácter altivo.

Una persona como así, ¿cómo quería que los demás le vieran embarazoso?

La apariencia de Naomí y ella sólo aumentó su vergüenza.

Al pensar eso, Xenia mordió los labios, dijo, -Ya que no le pasó nada, pues volvemos a la compañía. -

Escuchado eso, Naomí quedaba sin palabras, -¿A la compañía? Pero no le vemos todavía. -

Xenia se rio, -Tenemos que trabajar esta noche, no podemos tardar mucho aquí. Vamos. -

-Vale, como lo dices. -

Cuando escuchó que se marcharon las dos, Ines no les detuvo, pero agradeció a Xenia con gratitud.

-Gracias a ti, sois buenas personas de verdad. Tened cuidado en el camino de vuelta. Recuerdas que vas al hospital a tratar la herida de la mano una vez más. -

-Vale, lo voy hacer. -

Cuando las dos salieron de la zona de pobreza, sorprendidas poco, vieron un taxi parado allí inesperadamente.

A lo mejor que escuchara el sonido de los pasos, por eso la persona dentro se asomó la cabeza mirando.

-Por fin salís. -

Xenia y Naomí se veían mutuamente.

Esta escena era muy familiar.

Era cierto, la última vez cuando ella y Naomí fueron a buscar a Ángela, pasó lo mismo.

¿Todos los chóferes de Ciudad Norte tenían tan alta calidad?

-¿Estáis bien? Me parece que aquí es muy peligroso, realmente no es seguro que entráis las dos chicas, por eso espero aquí por un rato, pienso que si no salgáis todo este tiempo, voy a llamar a la policía por vosotras. -

Dicho eso, él tocó su cabeza y sonrió avergonzado.

-Pero ahora parece que soy un poco entrometido. Yo...simplemente tengo un mal hábito. Evidentemente no pasa nada, pero todavía lo sospecharé, sin embargo, no puedo dejar a vosotras en las astas del toro. -

Xenia anduvo adelante y dio gracias a él sinceramente.

-Tío, muchas gracias. Estamos bien, ¿puedes llevarnos al sitio que venimos? -

-Vale, Subid al coche. -

Las dos vivieron a la compañía con el coche del taxista. Xenia pidió una tarjeta de negocio al tío cuando iba a marcharse. Luego entró en la empresa.

-¿Son muy buenos los chóferes que encontremos después de volver al país? Antes siempre veo los casos de homicidio por Internet, me asustó mucho. Tengo preocupación, pero no se espera... hay personas buenas en este mundo. -

Al escuchar, Xenia se rio levemente, -La suerte y la desgracia se depende una a otra, el sitio que hay oscuridad, también hay luz solar. Estas cosas... en muchos casos dependen de la suerte. -

Era tarde cuando las dos entraron, Xenia fue al comedor para comer algo. Pero le dolía mucho la mano, tampoco podía coger los palillos, por fin, no comió nada.

-Estás herida así, ¿todavía quieres trabajar? -La expresión de la cara de Diego se volvió sombría, mirándola con disgusto, -Abro la compañía para que puedas vivir establemente en Ciudad Norte, no para que seas como esto. Descuidado, sin importarme ni siquiera su lesión. -

Xenia, -Hermano, estoy bien de verdad. -

-Cancela el trabajo extra esta noche, me sigues a casa o a hospital. -

-No voy. -Xenia también tenía su característica dura, -Sólo estoy herida un poco de los dedos, no es tan grave hasta que falte al trabajo. -

El siguiente segundo, Diego hizo un poco de fuerza con la mano, le retiró directamente saliendo hacia fuera, la cara de Xeniacambió, -¡Hermano, hermano, suéltame! -

Pero a Diego le parecía que no escuchó lo que dijo ella, le retiró andando hacia fuera. Naomí vio la situación, se levantó a recoger el bolso y las cosas en la mesa por Xenia. Luego ella salió llevándolos.

Por fin llevaba a Xenia al coche, Naomí entregó las cosas a Diego con una sonrisa, -¡Encargo a ella a señor Diego! -

Dicho eso, ella subió a la escalera rápidamente, fingió que no viera la mirada homicida de Xenia.

Después de subir, Naomí se dio cuenta de que las personas del equipo estaban reunidas en la ventana discutiendo.

-¿Qué pasó? ¿Ha venido Diego? ¿Por qué estaba tan enfadado? Si lo que hizo esta mujer le enfadara? ¿Vamos a cambiar la jefa pronto? Ay, he dicho que esto obtenido por medios especiales no durará mucho. -

Maya estaba celosa, estaba mofando directamente con voz alta.

Isidora que estaba al lado echó un vistazo a ella, dijo con una risa fría, -¿No era ella que nos pidió a trabajar extra hora, cómo que se marchó ella misma primero? -

-¿Qué tonterías estáis diciendo? Los dedos de Xenia están heridos, no puede trabajar. Seguís trabajando, revisaré las obras esta noche. -

-¿Tú, las entiendes?

-Si no estáis contentas, podéis recoger las cosas y marcharos ahora mismo. -

-¡Tú! -

Naomí levantó la barba, ay, era muy buena que tenía su posición para protegerle.

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