Esposa falsa de Simón romance Capítulo 437

¿No importaba?

La mirada de Xenia se profundizó al escuchar esto, no sabía a dónde miraba, pero su voz era mucho más baja.

-¿Cómo no va a importar? En comparación con aquellos desconocidos, todos estos conseguidos en el pasado me hacen apreciarlos más, porque los esfuerzos y el sudor pagados en el interior sólo los conocemos nosotros. Tal vez si ganas más, los demás piensen que no te importan estos pocos premios, pero, ¿es realmente así?-

Se volvió hacia Isidora y le dirigió una mirada seria.

-Créeme, dentro de muchos años, estés donde estés, nunca olvidarás este momento de hoy.-

Sus ojos estaban teñidos de una solemnidad y una persistencia que estremecieron a Isidora por un momento, y tras un instante frunció los labios.

-Te tomo la palabra, esta vez, ¡gracias!-

Xenia sonrió débilmente y no dijo nada más.

*

-¿Cómo están dispuestas las cosas?-

-Ya le he pedido a un abogado que se ponga en contacto con el Grupo Freixa. Esta vez he elegido al mejor abogado, y me ha dicho que nos ayudará a negociar un buen acuerdo si se lo dejamos todo a él, y que también intentará ayudarnos a reducir el coste al mínimo.- dijo Naomí con seguridad.

Al oír eso, Xenia asintió tranquilizadora, -Está bien.-

Antes, le preocupaba que ningún abogado estuviera dispuesto a ayudar en este asunto.

-Por cierto, el agente de Florencia dijo que ha estado ocupada filmando los últimos dos días, así que tal vez no pueda venir hasta que esté libre.-

-Bien, prepárate para salir del trabajo.-

-Vale-

Las dos recogieron sus cosas y se prepararon para salir del trabajo a recoger a Bernabé.

Resultó que cuando ellas llegaron el aparcamiento, vieron otra figura allí.

Las luces del aparcamiento alargaron la figura del hombre, y Naomí se detuvo en sus pasos antes de mirar a Xenia.

-Xenia, el hombre...-

Xenia miró al hombre en la distancia y, tras un momento de silencio, le dio las llaves en la mano a Naomí, -Conduce tú y recoge a Bernabé para llevarlo a casa, no te preocupes por mí-

Naomí cogió el juego de llaves, -Pero Bernabé espera verte desde anoche, tú...-

-No te preocupes, volveré más tarde.-

-Bien, entonces, llámame si necesitas algo.-

Naomí se dio la vuelta tras echar un vistazo al hombre en la distancia.

Todavía estaba a gusto con Simón, y aunque no quería que tuviera ninguna relación entre Xenia y él, sin embargo, Simón no le haría daño a Xenia, eso era seguro.

Cuando el coche se fue, el aparcamiento volvió a estar tranquilo.

Xenia se quedó quieta, y el hombre permaneció inmóvil, y tras pensarlo un poco, pensó que sería mejor acercarse a él y dejar las cosas claras, así que tomó la iniciativa de caminar hacia el hombre oculto tras la luz.

Al acercarse, Xenia aún podía ver que los ojos del hombre ocultos en la oscuridad contenían una ira. A pesar de ello, Xenia dijo con calma, -Señor Simón, ¿necesita un lugar para sentarse y hablar?-

-¿Hablar?- Simón se burló, sus ojos la miraron con desprecio, -¿De qué hablaremos? Hablamos de cómo una diseñadora que se hizo un nombre en el extranjero rompió su contrato cuando se volvió?-

-Señor Simón, sé que no está de buen humor en este momento, pero es mi derecho personal romper el contrato, y las exigencias del usted no las puedo cumplir, así que es mejor para usted y para mí hacer así. No tendré que ocuparme de las necesidades de usted en el futuro, y recibirá esa compensación, así que ¿por qué no?-

-¿crees que a mí me falta ese dinero? ¿La compensación? Eso es lo que me pagas por ruptura, ¿verdad?-

Pensando en esto, Xenia se apresuró a empujar a Simón frente a ella, tratando de apartarlo, pero el cuerpo de Simón era tan pesado como una roca, así que no pudo apartarlo.

Xenia estaba apurada y sólo pudo bajar la voz, -¡Levántate rápido y suéltame!-

En comparación con la ansiedad de ella, Simón estaba extraordinariamente tranquilo en ese momento, alargando lentamente la mano para frotar la pálida mejilla de Xenia, y dejó escapar una risita baja, -¿Qué? ¿Te da miedo?-

El rostro de Xenia palideció cuando los pasos se acercaron, y miró con odio a la persona que tenía delante, pero lo que finalmente salió de su boca fue una súplica.

-¡Por favor!-

Los ojos de Simón se pusieron una sentimiento diferente, y la condujo a un rincón sombrío cercano antes de que se acercaran.

Su espalda estaba contra lo que se suponía que era una pared fría y dura ahora, pero no le dolía porque la mano de Simón estaba apoyada en su espalda sosteniéndola.

Debido a los confines del lugar y al miedo a ser descubiertos por los demás, los dos estaban extremadamente cerca, sus respiraciones se mezclaban en la oscuridad, el aliento de Xenia se sentía como si perteneciera al del hombre.

Su corazón comenzó a latir de nuevo en un caos incontrolable, y entonces su cabeza se inclinó ligeramente hacia atrás.

-¡Vamos a casa, tengo que celebrar esta noche, después de todo, es un día especial!-

Ernesto gritó, -¡Llévame contigo! Yo también quiero ir.-

-¡Bien!- Isidora rara vez se alegraba, -Entonces vienes tú mismo cuando llegue el momento, no soy responsable de informarte.-

Ernesto sonrió y respondió, -¡No hay problema!.-

Subieron al coche mientras hablaban y se fueron rápidamente.

Xenia había estado escuchando los sonidos con la respiración contenida, asegurándose de que no había nadie fuera antes de empujar a Simón lejos de ella con fuerza.

Simón retrocedió dos pasos y luego la miró con ojos bastante dolidos.

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