Esposa falsa de Simón romance Capítulo 619

Después de que Naomí recibió la respuesta de Xenia, instantáneamente se llenó de confianza y reanudó la lucha.

Descubrió por primera vez que Xenia todavía tenía esta habilidad, por lo que dijo, -Xenia, eres realmente increíble. Creo que puedes convertirte en un mentor de amor.-

Al escuchar esto, Xenia solo pudo sonreír amargamente en su corazón. ¿A quién sirvió como su mentora emocional?

Ni siquiera pudo ordenar sus sentimientos.

En cuanto a lo que le dijo a Naomí hace un momento ...

Realmente fue más allá de sus propias expectativas.

Ella bajó los ojos y miró la información en el escritorio, ¿entonces quería ver a Simón ahora?

Pareció sí.

Entonces, ¿debería obedecer a su corazón y llamarlo?

Durante este período, siempre había sido él quien la llamó. Ahora se fue al extranjero y no la llamó. ¿Probablemente fue porque había aceptado no ir a verla, entonces no le había avisado?

De hecho, podía ser el caso.

Después de pensarlo, Xenia inconscientemente sacó su teléfono móvil, ingresó en Whatsapp, encontró el nombre de Simón, hizo clic y quiso enviarle un mensaje, pero su mano se detuvo nuevamente.

"¿No sería demasiado reservado si envía un mensaje ahora?"

"Después de todo, durante este tiempo, ella nunca había tomado la iniciativa."

Pensando en esto, Xenia suspiró, volvió a poner el teléfono sobre la mesa y luego comenzó a trabajar.

Un día ocupado terminó. Cuando salió del trabajo, Xenia arregló sus cosas e iba a recoger a Bernabé de la escuela.

Como resultado, su teléfono sonó antes de que saliera por la puerta de la empresa.

Un número desconocido.

Xenia frunció ligeramente las cejas y luego contestó el teléfono.

-¿Oye?-

-¡Mamá!-

-¿Bernabé?- Xenia frunció el ceño sorprendida cuando escuchó la voz de Bernabé, -¿De quién es el teléfono celular?-

-Mamá, es la llamada del tío Óliver.-

¿Tío Óliver?

Al escuchar esta palabra, los pasos de Xenia se detuvieron por un instante, y luego surgió una premonición desconocida, -¿Qué, qué quieres decir? Tío Óliver ... ¿quién es?-

Una figura apareció automáticamente en su mente y Xenia sintió frío.

Un pequeño ruido vino del otro extremo del teléfono, como si el teléfono fuera transferido a la mano de otra persona, y luego Xenia escuchó una voz masculina familiar, con un toque de calidez.

-Xenia, soy yo.-

¡Óliver Freixa!

Xenia se mordió el labio inferior, su ira surgió casi instantáneamente, -Óliver, ¿qué diablos quieres hacer? ¿Qué quieres decir?-

Después del interrogatorio, Xenia no tuvo tiempo de pensar en nada, así que salió corriendo.

Naomí, que no estaba muy lejos de ella, la vio huir y le gritó, -Xenia, ¿a dónde vas? Espérame.-

Pero Xenia parecía no haber escuchado sus palabras. No tuvo otro remedio. Solo pudo pisotear sus pies.

Olvídalo. Le preguntaría qué pasó cuando llegara a casa por la noche.

Ella ahora ... iba primero al Grupo Freixa. Quería ... ¡verlo!

Xenia corrió al estacionamiento, abrió la puerta y se sentó, luego le dijo a Óliver.

-Solo dime, ¿qué quieres hacer? ¿Dónde está Bernabé ahora?-

Después de un breve silencio al respecto, Xenia entró en pánico, -¿Óliver? Tú hablas.-

-Mamá, estoy aquí.-

Había asientos en la pastelería. Xenia miró la fuente del sonido y vio a Bernabé sentado en una posición adentro con un pastel de frutas frente a él. Él agitó su manita hacia ella, con crema blanca en las esquinas de su boca.

Al ver a Bernabé, el corazón de Xenia se tensó y se acercó rápidamente.

-¿Ya está aquí?-

Sonó una voz suave.

Solo entonces Xenia recordó que había otra persona además de Bernabé, Óliver.

Al ver a Óliver, los ojos de Xenia se llenaron de ira, casi incapaz de reprimir su propia ira, pero frente a Bernabé, todavía la reprimió por la fuerza.

Ignoró a Óliver, pero se sentó frente a Bernabé, sacó un pañuelo de papel y limpió suavemente las manchas de crema en la boca y sonrió levemente.

-¿Es delicioso el pastel de frutas?-

Bernabé asintió inocentemente, -Está delicioso, Mamá.-

-Bien.- Xenia extendió la mano y se frotó la cabeza, susurró, -Entonces, ¿cuándo terminarás de comer?-

-Hay muchos más...-

Bernabé señaló el pastel de frutas frente a él. Xenia vio que había mucho más. Ella puso los ojos en blanco y dijo en voz baja, -Toma este pastel de frutas y cómetelo primero en el auto. Mamá tengo algunas palabras a este tío Óliver, ¿de acuerdo?

-¿Eh?- Bernabé parpadeó y preguntó inocentemente, -¿Qué va a decir Mamá?-

Xenia apretó ligeramente su mejilla, -Es sobre un trabajo de la cooperación comercial entre Óliver y yo. Incluso si Bernabé se queda aquí, no puedes entenderlo, así que ... primero regresa al auto y espera a mamá, ¿de acuerdo?

Bernabé pensó por un momento, luego asintió.

-Está bien, Mamá, yo escucho a ti.-

Después de hablar, se puso de pie y se inclinó profundamente hacia Óliver, -Gracias, tío, por enviarme de regreso hoy y por invitarme a comer pastel de frutas, pero primero esperaré a mi mamá en el auto.-

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