Esposa falsa de Simón romance Capítulo 640

El avión llegó finalmente a las 2 de la madrugada.

Seguramente por el largo viaje, Xenia seguía un poco mareada cuando bajó del avión, pero Simón se refrescó de su sueño en el avión.

Xenia era mucho peor en comparación con él.

Como Simón había estado durmiendo sobre su hombro, este tipo no parecía tratar su hombro como tal, hasta que le hormigueó el hombro y no pudo soportar decir una palabra sobre él.

Casi llegando, Simón se despertó y, al ver su cara de amargura, la atrajo a sus brazos y le dijo que durmiera bien.

Xenia pensó para sí misma, -¿Cómo demonios puedo dormir?

Probablemente cansada, aunque maldijo en su mente, Xenia realmente cayó en un profundo sueño poco después.

Antes de que pudiera completar su sueño, el avión había comenzado a aterrizar.

En el momento de ingravidez, Xenia volvió en sí, pero sintió la palma de la mano caliente, y se dio cuenta de que Simón la había agarrado con fuerza.

Levantó la vista y se topó con los ojos de Simón.

Cuando bajaron del avión, Xenia estaba tan mareada que ni siquiera podía caminar muy bien porque no llevaba mucho equipaje, así que se envolvió entera en los brazos de Simón con su chaqueta de traje tapada.

Simón dispuso que un coche le recogiera, y cuando subió, Xenia cerró los ojos aturdida.

-Vamos al hotel y nos instalamos primero, además, ¿tienes todos los artículos de aseo y la ropa preparada?-

Apoyada en los brazos de Simón, Xenia aún podía sentir las vibraciones en su pecho mientras hablaba.

-Sí-

-Vale.-

Simón miró a la mujer que tenía en sus brazos, era raro verla tan abatida, Simón no pudo evitar alargar la mano y despeinar su cabello hacia la nuca, luego, tras dejar caer un beso en su frentey desnuda, susurró, -Duerme, pronto estaremos en el hotel.-

-Bien.- Xenia asintió y cerró los ojos.

Le tranquilizaba porque Simón estaba allí y que no tenía que preocuparse de que nadie la despertara ni siquiera al llegar al hotel. Incluso si no se despertara, probablemente estaría en su habitación de hotel en cuanto se despertara.

Xenia se fue a dormir con ese pensamiento.

Cuando se despertó, ella seguía realmente en su habitación de hotel.

Sólo había una pequeña y cálida lámpara de mesa amarilla encendida en la habitación, y la luz era extremadamente suave, no era dura ni siquiera cuando acababas de abrir los ojos.

El sonido del agua corriendo vino del baño, y Xenia se quedó un momento pensando que debía ser Simón en la ducha.

Ella pensó por un momento, y luego, inconscientemente metió la mano bajo la almohada.

Ella encontró con su teléfono propio allí.

Xenia frunció los labios, ¿sabía Simón su costumbre demeter su teléfono bajo la almohada por ella?

Con su teléfono ya conectado a la señal inalámbrica del hotel, Xenia abrió Whatsapp y vio el mensaje que le había enviado Naomí.

-¿Saliste con Simón? ¿Cuándo vas a volver?-

Al ver eso, ella suspiró con cierta impotencia antes de enviarle a Naomí un vídeo tuiteado directamente a ella.

Rápidamente se contestó allí, y entonces se pudo ver el delicado rostro de Naomí balanceándose frente a la cámara mientras Xenia se sentaba en la cama, a punto de hacerle algunas preguntas.

Sin embargo, Naomí exclamó de repente.

-Maldita sea, ¿estás en un hotel? Mierda, ¿no pudiste venir a recoger a Bernabé porque te fuiste a buscar una habitación con Simón? Dios mío, hay tantas habitaciones en casa, incluso si no estás en casa, ¿no tiene Simón todavía ...-

-¿Xenia, Xenia? Dime rápidamente, ¿estás con él en la misma habitación?, entonces vosotros dos...-

El lado de Naomí seguía expresando frenéticamente sus pensamientos internos cuando la llamada se colgó de repente.

-¿Qué está pasando?- Naomí arrugó la nariz confundida, preguntándose todavía en su mente si la línea se había desconectado de repente. ¿Por qué si se cortó la llamada tan repentinamente?

Naomí sacó entonces su teléfono y se ofreció a llamar a Xenia por videollamada.

La llamada se acabó de conectar, luego se cortó, y después lo envía sin respuesta.

Naomí tuvo un momento de claridad.

Ella estaba en una habitación de hotel con Simón, y la llamada se colgó de repente, probablemente porque ...

La sonrisa de Naomí se volvió un poco tortuosa.

Por otro lado, después de que Xenia colgara la videollamada, no esperaba que Naomí volviera a enviarla, así que rápidamente volvió a colgarlo, luego bloqueó la pantalla y desactivó el silencio para guardar su teléfono, sólo para levantar la vista.

A Xenia se le cortó la respiración.

-Tú, ¿has terminado con la ducha?-

Los ojos de Simón eran profundos cuando la miraba fijamente, y su voz era ronca cuando suspiraba y luego se inclinaba lentamente.

Los latidos del corazón de Xenia aumentaron su frecuencia y, justo cuando estaba a punto de tocarla, Xenia de repente dijo, -Yo también voy a ducharme.-

Entonces ella se dio la vuelta y trató de irse.

Pero, después de todo, llegó un paso demasiado tarde y el cuerpo fue presionado por Simón.

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