Esposa falsa de Simón romance Capítulo 771

Más lo pensaba, más emocionado estaba. Anthony incluso creyó que podría ponerlo a Simón en trucos esa noche para vengarse por su acusación.

Siguió conduciendo por un rato. Xenia levantó la mano para ver la hora en el reloj. Había pasado veinte minutos completos en el camino. ¿Por qué no llegó todavía?

“¿Tienen que viajar tan lejos para el tentempié de medianoche?” ella pensó.

Al cavilarlo, no pudo evitar echarle un vistazo a Anthony y luego le preguntó, -¿Está lejos el lugar para la cena tarde?

Anthony movió la mano negando mientras conducía, -No, no muy lejos. Más adelante y llegamos allí pronto. No te preocupes. Le prometo llevarla de regreso en persona si terminase demasiado tarde después sin que le dañasen de ninguna manera.

El hombre parecía ser bastante honrado. Xenia ya no lo dudaba.

Tras unos minutos, se detuvo el coche. Anthony se apeó con Xenia y luego entregó la llave al empleado de aparcamiento. Estaba a punto de llevarla entrar.

-Vámonos. Ya estamos.

Xenia se quedó allí sin mover, observando el alrededor. Minutos después, se le puso serio el rostro instantáneamente.

-¿¿Aquí??

Anthony no descubrió la seriedad en su cara y la vigilancia en sus ojos. Asintió sin pensar nada, -Claro. Aquí estamos.

Xenia cerró la boca en serio, permaneciendo quieta. Anthony volvió la cabeza con curiosidad para mirarla.

-Sígame.

-No. Lo renuncio.

Al final de hablar, Xenia se dio la vuelta y se fue sin vacilación, que ni siquiera le dio tiempo a Anthony para pensar.

Cuando Anthony se concentró, ella ya había andado una larga distancia. Se apresuró a alcanzarla gritando.

-Dios mío. ¿Por qué te fuiste? Gasté casi media hora a fin de que lleguemos aquí. -Anthony la detuvo ante ella e impidió su avance.

Xenia lo miró con los ojos fríos, -No le preguntaste nada, tampoco es para tomar el tentempié nocturno.

No imaginaba que fuesen penetrados sus pensamientos directamente. A pesar de lo cual, ¿quién era Anthony? Se había acostumbrado a esa situación. ¿Cómo no podría ser capaz de afrontarlo?

-Por supuesto que te he invitado a tomarlo.

-¿Venías a comer a un lugar como allí?

Anthony asintió como si fuese natural, -Comía siempre en un lugar así como en el extranjero ... Siempre somos clientes de allí, Simón y yo. ¿Acaso no te lo mencionó?

Xenia se quedó sin réplica.

Lo consideraba como la naturaleza. La apariencia estaba parecida a un pueblerino, la cual hizo que Xenia dudase de sí misma.

¿Podría ser que ella lo malentendió? Arqueó sus cejas refinadas y remiró a su alrededor, -¿Qué se puede comer en este sitio?

-No sabes nada -Anthony sonrió levemente y le explicó en voz baja-. ¿Es la primera vez que vienes a un lugar así en el extranjero? Aquí hay de todo, sin mencionar el tentempié de medianoche, incluso si quisieses desayunar, te lo pueden hacer.

Xenia no sabía qué decir.

¿Era un bar tan fantástico?

Seguramente el lugar en que Anthony la llevó a Xenia era un bar. Se llenaba de escenas de libertinaje. Xenia apenas había estado en ese local.

No fue porque no le gustase. Se entretuvo muy pocas veces, sintiendo que los adultos también necesitaban controlarse.

-Hemos reservado un cuarto privado, que no se encuentra muy lejos.

Diciéndolo, Anthony la llevó a la parte exterior de un cuarto. Abrió la puerta y se metieron.

Tan pronto como entraron adentro, llegó hasta ella el olor acre del alcohol, ahumándola a Xenia que casi se volvió mareada y no pudo evitar dar un paso atrás.

-¿Qué te pasa? -Anthony giró la cabeza para mirarla.

-Se huele el olor de alcohol demasiado fuerte -se le arrugó la nariz diciendo.

Anthony remiró el cuarto y le dijo con una sonrisa, -Entonces abro la puerta para disipar el olor y mando que dejen de beber. No tengas miedo. Entra primero.

Ya había acudido allí. Xenia solo pudo seguirlo, frunciendo el ceño. Mientras caminaba, pensaba. ¿Simón vendría a ese lugar de verdad?

Era un hombre que tenía misofobia, que prestaba tanta atención a la higiene personal. ¿Vendría a un lugar tan desordenado como allí?

Cuando notaron el que llegó era Anthony, no le prestaron mucha atención. Excepto al ver a la mujer de cabello negro detrás de él, que estaba vestida de manera muy conservadora todavía y ni siquiera se maquillaba, se les abrieron los ojos.

-Carajo. ¿Has cambiado su gusto, señor Anthony? ¿Cuándo te gustó este tipo?

-Perfecto. Te aburres de lo sexy, así que traes a una de pureza, pero ...-un hombre sostenía su barbilla con la mano con una sonrisa erótica-. ¿No se sabe si el interior es tan puro como el exterior?

Esas palabras hicieron que Xenia se mantuviese en su lugar. Miró hacia la dirección que vino la voz. Justo a tiempo vio a un hombre extranjero frívolo, sentado allí, abrazando a una chica de figura seductora. Hablaba inglés. Cuando se enteró de que Xenia era china, creía que ella no podía entender lo que decía, por eso, charlaba sin escrúpulos.

A Anthony se le cambió la tez. Solamente quería ponerlo a prueba a Simón, pero no tener nada que ver con su mujer. De lo contrario ... sería él el que tendría mala suerte.

Por lo tanto, de inmediato negó.

-¿Qué tontería? Es de Simón.

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