Esposa falsa de Simón romance Capítulo 788

Al oírlo, Zoe inmediatamente se puso tímida, sosteniendo el frutero y dijo, -Simón, ¿comes un poco?

Se acercó a él. El olor a perfume flotó, se quedó a su lado, y este dulce olor le recordó el olor corporal de otra mujer.

Su pequeña ayudante...

Ese día la sostuvo en sus brazos, y cuando regresó a casa, se quitó el suéter y pudo oler su tenue fragancia corporal. No parecía un perfume, sino que olía al gel de ducha.

Ligero pero no fuerte, , fragante pero no vulgar.

-¿Simón?

Zoe lo estaba llamando de nuevo, y volviendo los ojos, Simón vio su rostro muy cerca de él. Se puso un maquillaje muy pesado y el color de su pintalabio era rojo sangre, lo que le hizo sentirse muy incómodo.

Simón frunció el ceño retirando la mirada con calma y se levantó.

-No tienes que hacer esto por mí más.- dijo a la ligera.

Al oír, la sonrisa en los labios de Zoe se congeló, -¿Por qué? Tu cuerpo necesita más nutrición ahora. Lo hizo por tu bien.

Anthony al lado entendió naturalmente la negativa e indiferencia de Simón. El lugar donde su corazón estaba ahogado fue dragado de inmediato. Miró a Simón con satisfacción, y luego dijo por él, -Usted , muy digna señorita de la familia Espinar, es realmente inapropiada condescender haciendo este tipo de cosas por un hombre, señorita Zoe, ¿creo que es mejor seguir sus palabras dejando que los sirvientes hagan estas cosas?

Zoe se mostró un poco reacia, mirando el perfil de Simón, y dijo, -Sé que estas cosas las hacen los sirvientes, pero...quiero hacerlo por Simón. Además, no me siento mal en absoluto.

Anthony sonrió con mala intención y dijo, -Pero estoy agraviado por los sirvientes. Si vas a la casa de Simón todos los días para hacer estas cosas, ¿qué harán los sirvientes? Emmm, ya sabes que son trabajos de los sirviente pero te apresuras a hacer. ¿No es este un intento obvio de robarles sus puestos de trabajo?

Se mordió el labio inferior y miró a Anthony con amargura, pero este se encogió de hombros con indiferencia.

De todos modos, a esta mujer no le agradaba en absoluto, y él no era ese tipo de persona que adularan, entonces naturalmente pudo decir cualquiera que quisiera.

Además, actualmente para Jorge, ¡su posición estaba firmemente del lado de su cuñada!

-Tengo algo que hacer, Jorge, por favor cuida al abuelo.- Simón dejó una palabra y luego salió.

Zoe parecía ansiosa y quería seguirlo.

-¡Simón!-

Al verlo, Anthony se apresuró a extender la mano y la detuvo, -No lo persigas, ¿no oíste que Simón dijo que tenía algo que hacer? Es inútil que lo persigues.

Anthony no sabía por qué se sentía muy contento al ver a Zoe se quedó sin palabras.

Al volver a sus sentidos, Zoe miró con amargura a Anthony frente a ella.

-Anthony, ¿te he ofendido? ¿Por qué me tratas así?- su voz ya no era suave, su expresión ya no era linda y obediente, su rostro y ojos miraban a Anthony con fiereza.

Al verla así, Anthony reaccionó.

Ahora Simón no estaba aquí, y finalmente no ella pudo fingir más.

Pero ella no tenía la intención de romperse con él de frente, un chico hermoso de buen corazón y muy recto.

Pensando en esto, Jorge dijo sonriendo, -No, eres tan hermosa, ¿por qué te trato mal?

Probablemente fue el cumplido de que ella era hermosa que la conmovió, sus ojos se suavizaron un poco, -Ya que no intentas tratarme mal, ¿qué significa lo que acabas de decir? ¿Que robo el trabajo de los sirvientes?

-¿No es así? Eres la digna señorita de la familia Espinar, y naturalmente la sostendrán en las manos. No te vale la pena hacer este tipo de cosas por un hombre, y además, te estoy diciendo la verdad. Hiciste el trabajo de los sirvientes. Estos no tendrán nada que hacer y serán despedidos. Bueno, robar su trabajo es como robar su dinero, que es igual a matar a sus padres, por lo cual serás maldecida.

Pensando en esta pregunta, la mano de Simón ya abrió la puerta del auto inconscientemente, no pudo controlarse y caminó hacia la puerta del apartamento.

Era de día pero se quedó un rato junto a la puerta porque no pudo entrar en absoluto.

La puerta estaba cerrada y las personas que no vivieran aquí no podían entrar sin la llave.

Simón no pudo más que reírse de sí mismo.

“¿Qué estoy haciendo?

Es solo una mujer, pero conduzco el auto hasta aquí sin darme cuenta.

Vale, mejor regreso.”

Simón estaba dispuesto a regresar al coche como si no hubiera pasado nada. Sin embargo, al darse la vuelta, vio a Xenia con una bolsa de compras en la mano y lo miró con incredulidad.

“Él...¿por qué está aquí?”

Mirando a Simón de pie en la puerta de su apartamento, había un momento que Xenia creyó.

Desde lo lejos, creía que esta figura era suya, pero se sentía imposible de pensar en ello. ¿Cómo pudo Simón vino a su casa y se ponía de pie en la puerta?

Ahora cuando se dio la vuelta y estuvo segura de que era él, Xenia se volvió aún más sorprendida.

-Tú...- los labios rosados y blancos de Xenia se abrieron, pero no pudo decir ni una palabra.

Al contrario fue Simón quien se acercó a ella con calma y le dijo en voz fría, -Estás aquí, llévame arriba.

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