Esposa falsa de Simón romance Capítulo 791

“¿Quedarme a cenar?”

Simón se estaba preguntando si fue ese bocaza, Anthony, quien le envió mensajes chismorreando. Pero en este momento, fue atraído por una pregunta suya.

“¿Tengo que quedarme... a cenar?”

-¿Me estás invitando?- preguntó con sus ojos negros mirándola fijamente.

Xenia asintió, -Sí, hay verduras en el refrigerador, puedo cocinar.

-¿Sabes cocinar?

Parecía que se sorprendió un poco, Simón no pudo soportar a preguntar.

Pero pronto, se dio cuenta de que no lo había dicho, y dijo, -No, quién sabe qué mal sabor tendrá la comida que hagas.

Xenia bajó la cara instantáneamente, como una coneja abatida, , -Aunque no soy profesional en la cocina, pero todavía no has probado, ¿cómo puedes decir que tendrá mal sabor?

Frunció el ceño. “¿En serio, se siente muy decepcionado? Solo es una comida.”

-Si...estás preocupado, puedo llamar a Anthony que venga también...

Antes de terminar el resto, Simón la interrumpió fríamente, -¿Se llevan muy bien ustedes?

-¿Eh?- Xenia parpadeó y negó con la cabeza inconscientemente, -No tanto, pero ¿son ustedes amigos? Solo quiero...

-No lo llames.- dijo Simón directamente.

-Entonces, ¿quieres decir que te vas a quedar?

Un poco incómodo, Simón frunció sus delgados labios, y cuando estaba pensando en cómo rechazarla para que ella no se entristeciera demasiado, vio su risa, -Entonces siéntate aquí y espérame, ya la preparo.

Después de hablar, corrió en dirección a la cocina, y los pasos de sus pies eran tan rápidos como si volara.

Observando sus pasos y la figura, Simón recordó lo que Anthony le había dicho, y de repente sintió...haber sido engañado.

¡La mujer frente a él se veía tan enérgica que no parecía incómoda de ninguna manera!

El maldito Anthony, para engañarle a venir, fue realmente inescrupuloso, inventando cualquier mentira.

Simón no tuvo otros remedios que sentarse en el sofá después de mirar alrededor. Tan pronto como bajó la cabeza, vio de nuevo el traje en su mano.

Entonces naturalmente pensó en la escena que había visto en la habitación.

La roja ropa interior...

“detente.”

Simón controló sus pensamientos a tiempo y ya no tuvo que pensar en eso más.

Si lo haría, lo pervertido no había sido ella, sino él mismo.

Pero a menudo cuanto más deseaba controlar algunos pensamientos, más querrían salir corriendo y ocupar tus pensamientos y mentes.

Era como lo pasado en este momento-- estaba siempre el contorno y la forma de esa ropa interior en la mente de Simón. El traje en su mano era como sostener una papa caliente.

Así que lo tiró a un lado.

Ayyy, no quiso tomarlo en su mano más tiempo para no pensar en ello todo el tiempo.

Xenia estaba ocupada en la cocina e incluso las comisuras de sus labios estaban levantadas.

El mensaje fue enviado por Anthony. En cuanto al contenido, fue naturalmente sobre Simón.

Al principio, ella realmente creyó que Simón venía por su traje, pero Anthony dijo que le había dicho a Simón que ella no había estado encontrada bien, y luego este salió. Entonces, le preguntó Anthony a ella si él había venido a verla.

Al leer este mensaje, Xenia sintió como si su corazón estuviera rodeado por el fuego caliente.

Y...el latido del corazón se aceleró mucho.

Quizás, para Simón actualmente, ser arrogante era lo que había sido. Solía ser así, aunque siempre era lengua viperina, resolvía todo a sus espaldas y la protegía frente a los demás.

-¿Qué te puedo ayudar?- preguntóSimón de repente.

-¿Eh?- Xenia abrieron sus ojos grandes como si no pudiera creerlo, -¿Quieres ayudarme, en serio?

Simón evitó su mirada con el rostro como de costumbre, -¡No tengo que comer sin hacer nada!

-No, gracias, puedo hacerlo yo misma.- Xenialo pensó por un momento, y luego se lo rechazó, -Creo que es mejor que me esperes afuera.

Simón la miró fijamente por un rato, y luego de repente se rió, -¿Me desprecias?

-No, no.

Ella negó con la cabeza, aunque sí lo pensaba.

Después de todo, nunca había estado en la cocina, ¿y cómo sabía cocinar? Si lo dejaba ayudar, Xenia temía que toda cosa se volviera aún peor.

Se burló Simón con muy mal tono, -Parece que me desprecias de verdad.

-¡No! ¡En serio!-

Ufff, Xenia no tuvo más remedio que decir, -Si insistes en ayudar, entonces...mata el pez por favor.

Simón desabotonó sus mangas con una expresión fría, pensando , “esta mujer...se atreves a despreciarme.

Te sorprenderé y mostraré que estabas mal.”

Pero cuando Xenia trajo un balde de peces vivos frente a él, Simón guardó silencio.

Mirando en silencio a los peces nadando felices en el balde, su rostro se puso frío.

Levantó los ojos, -¿Esto es lo que dijiste que matara yo?

Los ojos de Xenia se iluminaron y asintió con la cabeza, -Sí, ¿tienes algún problema?

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