Esposa falsa de Simón romance Capítulo 811

Toda la habitación estaba en silencio, y sólo se podía escuchar el sonido de la respiración de dos personas.

Xenia miró a Rubén mientras pensaba, “Sus ojos hermosos parecían un poco más complicados a la luz, y lo que acaba de decir...”

-¿Y luego?

-¿Eh? -Rubén levantó una ceja-, ¿Lo sabes?

Xenia se mordió los labios sin hablar, todavía parecía tranquila, pero sus labios se habían vuelto un poco pálidos gradualmente.

-Bien, entonces te digo algo que no sepas -Rubén sonrió, como si quisiera provocar deliberadamente a Xenia-. La familia Carlos tiene un contrato de matrimonio con la familia Espinar, ¿lo sabías?

Después de estas palabras, Rubén vio otras emociones en sus hermosos ojos. Así que se rio más fuerte, -Parece que por fin he dicho algo que no sabías, así que no he venido hoy en vano.

Lo que no sabía era que la mano de Xenia bajo la mesa ya estaba cerrada en un puño, realmente no podía entender qué quería decir ese hombre.

-La última vez que nos vimos, me preguntaste por qué no te invité al banquete de mi boda, ¿verdad?

-Sí.

-En ese momento, ¿no sabías estas cosas?

Rubén se encogió de hombros, -Es verdad que no lo sabía. Tuve un viaje, así que naturalmente no me importaban las cosas de aquí. Además, no me interesan estas cosas y no veo las noticias todos los días.

Xenia lo miró y de repente le soltó la mano. Se rio y dijo.

-¿Cómo puedo saber si lo que dices es cierto? Al fin y al cabo sois una familia, así que nadie sabe si estáis juntos.

Con eso, Xenia se levantó enseguida, -Bueno, ya está. Se hace tarde, debería regresar.

Cuando se dirigió hacia afuera, Rubén dijo.

-Por supuesto estoy con mi hermana, pero eso no significa que apruebe su decisión. Simón es un hombre maravilloso, pero no quiere a mi hermana, luego no puedo dejar que mi hermana se case con él.

Xenia se paró pero no se volvió.

-Entonces...

-Entonces, ¿qué me importa si no quieres que tu hermana se case con él?

Xenia le interrumpió y lo miró, -No esperas que te ayude, ¿no? Desgraciadamente, no puedo ayudarte, y eso no es mi obligación.

Hasta ese momento, todas cosas eran bastante claras y obvias. Mirando a la mujer que hablaba decididamente frente a él, Rubén no pudo evitar fruncir el ceño.

-¿Acaso deseas que ambos se comprometan? Simón es...

-Señor Rubén -Xenia le interrumpió, sin dejarle terminar el resto de la frase-, aunque estuve a punto de casarme con Simón Freixa, resultó que aún está libre. Ahora ha perdido la memoria, lo que quiero hacer es para que se acuerde de mí, no para obligarle a aceptarme como soy. Si realmente quiere estar comprometido con otra persona, entonces... no tengo nada a lo que aferrarme.

Al menos para ella, era es una persona sentimental.

Incluso estaba convencida de que su relación podría traspasar todas las barreras si tenía la suficiente confianza. De lo contrario... Simón no habría estado siempre cerca de ella durante este tiempo.

Porque en su subconsciente, todavía se recordaba a ella.

Si tal hombre quería comprometer con otra persona, entonces ella, era cierto que no quedaba nada a lo que aferrarse.

Aunque ella lo amaba, él era libre mientras no estuviera casado.

Además, no le gustaba competir. Y odiaba mucho algo como que dos mujeres se pelearan por un hombre. Era demasiado embarazoso.

-No puedes ser así -Anthony continuó hablando-. Debes mantenerte en contacto conmigo. Prometo avisarte primero si me entero de algo.

Xenia, -¿Por qué pensabas que yo estaba enojada y había desaparecido?

Estaba indefensa, pero caminaba rápido y se acercaba al restaurante.

-Eh... ¿no lo sabes?

-¿Qué? -Xenia no pudo evitar sonreír cuando ya podía oler la comida china.

-Hoy el abuelo de Simón ha invitado a Orlando y a su nieta Zoe a cenar, dispuestos a discutir el compromiso.

Cuando Xenia entraba en el restaurante, se detuvo repentinamente al escuchar esto. No dio un otro paso adelante.

¿Escuchó mal?

¿Discutir hoy el compromiso de Simón yZoe?

Al no escuchar ningún sonido de su lado, Anthony se asustó un poco, -Cuñada, lo sabes, ¿verdad? Yo, pensé que lo sabías, por eso estaba enojada y te negaste a atender mi llamada.

-¿Cuñada? ¿Xenia? ¿Puedes responderme por favor? Siento que he ofendido a Simón...

Las palabras de Anthony llegaron desde el otro lado del teléfono, Xenia volvió. Después de un largo silencio, sus hermosos ojos se enfriaron, -Ahora lo sé.

Entonces, ¿la razón por la que no había ido a cenar a su casa hoy era para hablar de su compromiso?

Xenia sintió como si le hubieran cortado el corazón.

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