Al escucharlo, Lolita lo echó una mirada reacia.
-¿Qué pasa si eres un hombre, no eres el hombre que me gusta, por qué nesesito prestar atención a mi aspecto frente a ti?
Después de hablar, Lolita se metió comida en la boca.
Seguía devorando, como si no pudiera esperar a meterse más comida en el estómago, por miedo a que no pudiera comer en la próxima vez.
No, no, para ser más precisos, parecía estar comiendo la cena última.
No sabía por qué Anthony sintió que ese Lolita era un poco lamentable. Por eso no pudo evitar decir, -Comes despacio y nadie te quita los platos. Si crees que esto no es suficiente , pediré más. No hay necesidad de comer tan rápido.
Lolita dijo mientras metía la comida a la boca, -No te preocupes. Cuando gane mucho dinero, te invitaré a comer. No pagarás por nada.
Anthony se quedó sorprendido por un momento. Esta fue la primera vez que una mujer dijo que lo invitaría a comer como agradecimiento. Se sintió muy diferente.
-Está bien. Lo recuerdo. Cuando ganes mucho dinero, me invitarás a comer.
-Sí.
Anthony pensó un rato, tamborileando con los dedos en la mesa.
-¿Pero qué te pasa? Creo que pareces estar familiarizado con estos platos cuando pides, pero cuando comes, parece que nunca los has comido...
A la mitad de la oración, los movimientos de Lolita se detuvieron repentinamente. Miró estos platos variados frente a ella, pensando que en el pasado podía comerlos casi todos los días.
Pero ahora...no sabía cuánto tiempo había pasado comiendo pan excepto comiendo en la comedor de la empresa.
Después de esta cena, no sabía cuándo podría volver a comer estos platos...
Pensando en esto, Lolita sus ojos se enrojecieron, y pronto, sus lágrimas cayeron.
Anthony se asustó y se quedó estupefacto en un instante. Reaccionó después de mucho tiempo.
-Tú, ¿qué te pasa?
¿Por qué empezó a llorar cuando preguntó?
Fue primera vez una mujer llorar frente a él, entró en pánico. La entregó una servilleta para consolarla, pero las lágrimas deLolita Luo Li no podían parar como la inundación.
Al final, Anthony no sabía qué hacer, pero Lolita levantó la cabeza y lo miró con lágrimas en los ojos.
-Es muy amable.
Anthony estaba perplejo.
-Gracias por invitarme a comer algo tan delicioso.
Anthony estaba sin palabras.
Tuvo una idea audaz y Anthony preguntó, -¿Lloras porque la comida estaba tan deliciosa?
Lolita no asintió con la cabeza, tampoco lo negó. Las lágrimas todavía colgaban de sus mejillas y su boca todavía estaba llena. No era atractivo verla así, pero Anthony sintió que la chica frente a él estaba muy real y bonita.
Había un sentimiento extraño en su corazón. Sacó dos servilleta para limpiar las lágrimas de su rostro y dijo con desdén, -Qué pasas, llora así. Si te gusta comerlos, te invitaré a menudo en el futuro.
Lolita recibió la servilleta y se secó las lágrimas, -¿En serio?
-Sí, pero tienes que devolvérmelo si ganas dinero.
Lolita asintió de inmediato, -Está bien, no te preocupes. Trabajaré duro para devolverte el dinero.
Anthony estaba sin palabras.
Ella era una chica ingenua.
***
Dos días después, la residencia nueva que Simón encontró por Xenia se había instalado y planeaban mudarse allí por la noche.
Xenia fue llevada por Simón. Cuando salió, Xenia se volvió para cerrar la puerta, justo cuando la mujer que vivía al lado regresó, se detuvo con curiosidad cuando pasó a ella.
-Oye, ¿vais a moverse de aquí ?
Xenia lo trató como un saludo entre vecinos, y luego asintió con la cabeza como respuesta.
Pero la vecina aún no se había salido, miró a Simón y sonrió, -Tu novio es muy guapo.
El movimiento de Xenia cerró la puerta, inconscientemente miró a Simón.
Simón parecía frío, como si no hubiera escuchado esas palabras y no volvió la cabeza para mirarla.
Xenia solo pudo sonreírle, -Gracias por el elogio.
La vecina miró fijamente a Simón, sus ojos permanecieron en él. No sabía si era la ilusión de Xenia, como si viera codicia en sus ojos.
Pero luego reaccionó, las parejas jóvenes eran muy cariñosas, ¿cómo podría haber una mirada así?
Podía ser que ella la considerara demasiado mala.
Así que Xenia se quitó este pensamiento de su mente y cerró la puerta.
Al verla cerrar la puerta, Simón volvió a tomar su mano, llevando la maleta con otra mano y quería irse.
-Salimos, adiós.
Xenia le dijo.
La vecina se retiró a un lado y les despidió, -Adiós.
Xenia siguió a Simón, pero escuchó la voz femenina sonó detrás de ella.
-Ay, fingí ser tan noble hace unos días, pero ahora sale con el hombre.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón