Esposa falsa de Simón romance Capítulo 882

Las palabras sacudieron a Zoe hasta el fondo. Porque nunca nadie le había hablado en ese tono, ni siquiera le había dicho que se fuera al infierno. Zoe miró a Raquel con ojos incrédulos:

-¿Qué acabas de decir? -Preguntó con un escalofrío.

Raquel pensó que su pregunta era ridícula.

-¿No entiendes lo que estoy diciendo? Pensé que eras una chica inteligente y astuta, ¡después de todas las tácticas moralmente corruptas que podías usar!

A Zoe se le cortó la respiración al escuchar la última frase. Sus hombros se echaron hacia atrás, sus manos se aferraron a las sábanas y miró a Raquel, cuyas palabras indicaban que sabía la verdad.

Pero, ¿cómo lo sabía y quién era?

Raquel dijo con maldad:

-¿Qué pasa? No he dicho nada, así que ¿por qué te echas atrás? No te estoy intimidando, es una pena que no vayas a ser actriz.

En ese momento Raquel hizo una pausa y miró a Jorge: -El responsable de esta familia Carlos se la juega por ti.

Jorge se emocionó porque hacía años que no veía a su hija y ahora Raquel estaba frente a él intacta. A pesar de las malas palabras que salieron de su boca, era su hija después de todo.

Así que a Jorge ya no le importan los sentimientos de Zoe, y el hecho de reunirse con su familia perdida no le deja tiempo para pensar en nada más.

Un poco avergonzado por las críticas de Raquel, Jorge estuvo a punto de explicarse, pero Raquel se le adelantó.

-Te llamas Zoe, ¿verdad? No pensé que después de todos estos años, la familia Espinar hubiera retrocedido en cambio. ¿Por qué, siendo una chica, hiciste algo tan descarado?

Raquel estaba furiosa desde que se enteró de que Simón había sido drogado con un afrodisíaco y que Xenia había tenido que mantener relaciones sexuales con él, casi provocando un aborto. Normalmente era muy amable con los jóvenes, aunque no le gustara alguien, no haría nada excesivo. Como los jóvenes carecen de experiencia social, es inevitable que hagan algo mal, siempre que se les corrija a tiempo. Pero lo que hizo Zoe fue más de lo que podía tolerar, y la persona que resultó herida fue el hijo de su hermana.

Así que acaba de decirle esas cosas a Zoe, lo que sea que Zoe temía se lo dijo. Y Zoe entró en pánico ante lo que dijo Raquel y siguió retrocediendo:

-No entiendo nada de lo que dices, no te acerques a mí.

Raquel sabía lo que Zoe estaba pensando; Zoe nunca admitiría que había hecho ese mal, aunque Raquel supiera la verdad, mientras Jorge estuviera dispuesto a creer a Zoe, entonces ella siempre sería invencible.

Raquel sabía lo que pasaba por la cabeza de Zoe y le dijo a Jorge:

-La criada acaba de contarnos todo abajo, ¿te vas a hacer el tonto? ¿O crees que Zoe es tan bonita que cualquier error que cometa puede ser perdonado?

Este comentario hizo que Jorge frunciera el ceño y finalmente volviera a sus cabales mientras hablaba con impotencia:

-Raquel...

El término íntimo de cariño hizo que Raquel retrocediera unos pasos y gritara una reprimenda:

Raquel le lanzó una mirada a Jorge y le dijo, -No me voy a quedar aquí, sólo estoy hoy para ver si te equivocas y me iré de aquí en cuanto termine lo que tengo que decir.-

Zoe tuvo el mal presentimiento de que, efectivamente, el siguiente objetivo de Raquel era ella.

-¿Sabes lo que significa lo que acabo de decir? ¿Has oído alguna vez que los celos pueden hacer que una chica sea fea?

Zoe no pudo evitar tocarse la cara al escuchar eso.

-Hay algo que decir sobre eso, tu cara está doliendo ahora mismo -Raquel se burló antes de añadir lo que sonó como una amenaza:

-No es una herida grave ahora, si te atreves a hacer algo malo en el futuro, habrá más consecuencias que eso.

Zoe se aterrorizó ante estas palabras, y entonces se dio cuenta de que la mirada de Raquel era como un oscuro abismo en una montaña nevada, haciéndola temblar involuntariamente. Bajó la cabeza, sin atreverse a mirar de nuevo a Raquel a los ojos.

Raquel asintió con satisfacción, luego miró a Jorge y en tono serio.

-Si realmente sientes que no tiene sentido vivir, entonces recuerda encontrar un lugar lejano para morir o nos traerás tu mala suerte. Mis palabras han terminado, voy a volver a descansar.

Raquel levantó la mano, miró la hora en su reloj y salió de la habitación. Pero como si de repente recordara algo, se volvió hacia Zoe con una leve sonrisa: -Por cierto, se me olvidó recordarte que ahora todo el mundo sabe lo del afrodisíaco que le diste a Simón. Además, he informado a tu familia.

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