Esposa falsa de Simón romance Capítulo 946

Esta pregunta era como si le hubiera preguntado en la cocina si a él le gustaba Naomí.

Las orejas de Rafael se pusieron rojas de inmediato, y luego al camarero le pidió la carta.

Era imposible para Naomí en este momento pedir la carta, por lo que Rafael se prestó a pedir algo para que se calentara sin preguntarla, y luego le devolvió el menú al camarero.

Después de que el camarero se fue, Rafael descubrió que Naomí todavía lo miraba fijamente, cuya mirada estaba recta, y sus ojos se veían rojos e hinchados por el llanto, entonces ella parecía muy pobre.

-No has respondido a mi pregunta todavía.

Dijo tercamente.

Rafael se quedó sin palabra.

Luego de un momento de silencio, explicó en voz baja, -Somos conocidos. Si un día ves a alguien que conoces caminando por la calle llorando, ¿no te preocuparás de ninguna manera?

Al oír su explicación, Naomí creyó que tenía razón. Asintió con la cabeza y luego dijo, -Resulta que es así, entonces está bien...pensé...que te gusto.

El movimiento de la mano de Rafael se detuvo y la miró.

Naomí no volvió a mirarlo, sino bajar los ojos para mirar la mesa.

-Si vuelves a decir que te gusto, definitivamente te rechazaré.

Rafael se sintió nervioso y el rojo en sus ojos se desvaneció.

Lamentablemente, sin darse cuenta de los cambios de su humor y comportamiento, Naomí todavía se decía a sí misma, -Si te gustara en verdad y te rechazara, definitivamente te volverías muy triste, como yo ahora, triste y avergonzada.

Rafael captó información importante de sus palabras y entrecerró los ojos ligeramente.

-¿Como tú ahora?

-Sí, fui rechazada hace un momento -Naomí levantó la cabeza y deliberadamente le mostró a Rafael una gran sonrisa-. ¿Mi apariencia ahorita perece muy mala? Has visto lo que me ha pasado. Se siente mal ser rechazada, especialmente cuando todavía te gusta la otra persona.

Por un instante, Rafael no pudo expresar su humor de ahora.

No sabía qué le había pasado, y solo dio un paso adelante ansiosamente para consolarla. Pero resultó que como no tenía experiencia, no pudo decir ni una palabra de consuelo al llegar.

Ahora...

De repente se enteró de que había sido rechazada. ¿Quién fue???

-Así que, afortunadamente, solo me consideras una amiga. Si te gustara, te volverías tan miserable como yo...

Después de hablar, Naomí inesperadamente se rió felizmente.

Rafael se sintió un poco indescriptible, la mano que antes estaba colocada sobre la mesa también se movió silenciosamente debajo de la mesa y la colocó en su regazo. Ni siquiera se dio cuenta de que su mano se había cerrado gradualmente en un puño.

A juzgar por su apariencia, no parecía acabar de enamorarse de él, sino amarlo profundamente.

-¿Cuánto tiempo dura?

Rafael oyó su propia voz preguntándola.

-¿Eh? -parecía que Naomí no entendió lo que le había preguntado.

Rafael sonrió levemente, -¿Cuánto tiempo te ha gustado esa persona?

Naomí parecía borracha. Bajó la cabeza y comenzó a contar los dedos, cuya linda cara hizo que quisiera abrazarla.

Después de contar durante largo tiempo, Naomí levantó la cabeza y dijo con angustia, -Casi cuatro años.

Al oírlo, Rafael frunció sus labios inexplicablemente.

-¿Cuatro años?

Contó los días con cuidado, y descubrió que le había gustado Naomí, casi seis años.

El tiempo pasó demasiado rápido inesperadamente.

El tiempo pasó cada día sin parar. Si no hubiera contado detenidamente, realmente se habría sentido que las cosas parecían pasar ayer o ya hace mucho tiempo. Los pensamientos de Rafael estaban un poco en trance.

-¡Sí, cuatro años! -Naomí asintió con la cabeza fuertemente, -Mucho tiempo, ¿verdad? Nunca pensé que podría gustarme durante tanto tiempo, ya pasaron cuatro años...

Rafael la detuvo de inmediato.

-Has estado en el viento frío durante tanto tiempo. Beber alcohol no es bueno para tu estómago. Tienes que beber algo caliente antes de comer.

-No.

Naomí negó con la cabeza, -Quiero beber ahora.

Después de eso, miró a Rafael fijamente, -No sabes...qué mal que me siento ahora.

Rafael respondió, -...Si bebes, el estómago se sentirá incómodo y luego te sentirás aún peor.

-No importa, solo quiero beberlo. Rafael, ¿no eres mi amigo? ¿Solo escúchame esta vez?

Amigo…

Rafaelse sintió impotente. ¿Era esto una trampa que cavó para sí mismo? Si lo hubiera sabido, no habría dicho que eran amigos. Ahora siempre le ponía en un aprieto con el pretexto de ser amigos.

Justo cuando Rafael estaba a punto de volver a hablar, Naomí hizo una acción de súplica, -¡Por favor, solo bebo una vez!

“¿Solo bebe una vez?

¿Una vez no es suficiente?”

-Y, como tengo mucho frío, ¿no sabes que beber también me ayuda a calentar?

Lo que dijo tenía razón, entonces, Rafael se quedó sin palabras, y solo pudo asentir con la cabeza, -Pues...solo puedes beber un poco, y tienes que comer algo antes.

Naomí estuvo de acuerdo rápido.

Pronto, se sirvió el alcohol, pero Rafael no pudo detenerla.

Comió un poco obedientemente primero, pero bebió tanto que al final se le puso toda la cara roja y estaba tan borracha que empezó a hablar como una loca.

Rafael comenzó a arrepentirse de haber aceptado dejarla beber.

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