Esposa Pecadora romance Capítulo 387

En silencio, Madeline observó cómo se alejaba el coche. En realidad, no era una mentira.

Su hija aún estaba viva.

'Quien murió fue la estúpida y necia Madeline Crawford, no su hija; Eveline Montgomery'.

Jeremy pensaba llevar a Madeline a la Mansión Whitman, tras ver a Eloise.

Pero, el repentino giro de los acontecimientos, le hizo cambiar de opinión. "Recordé que tengo que atender algo importante. Te dejaré primero en casa, y te recogeré esta noche".

Madeline le sonrió, amablemente. "Ve, Jeremy. Te esperaré cuando hayas terminado".

Se mostró una sonrisa en los labios de Jeremy, pero no era una sonrisa sincera.

Solo forzó una sonrisa.

Madeline sentía que algo andaba mal en él, en cuanto se supo que Meredith era una farsante.

Tras bajarse del coche, Madeline vió cómo Jeremy daba la vuelta, sin voltear la vista.

Era un fuerte cambio a como solía verla irse, antes de seguir su camino.

Al ver que algo iba mal, Madeline llamó un taxi para seguirlo.

descubrió que Jeremy había dejado el coche en el centro de detención.

¿Acaso fue a visitar a Meredith?

Los ojos de Madeline parpadearon con un frío fulgor, mientras su boca se perfilaba en una sonrisa irónica.

"Aún la amas, ¿o no, Jeremy?".

...

La alegría de Meredith fue enorme, al saber que Jeremy venía a visitarla.

Oh, cuánto deseaba Meredith tomar un baño y maquillarse, pero el centro de detención dificultaba un descanso tranquilo.

A pesar de que no le gustaba su imagen desmaquillada, a Meredith le parecía que estaba bastante guapa. Además, con el as que tenía bajo la manga, Meredith estaba a gusto.

Los movimientos de Meredith eran suaves y ligeros. Incluso recordó arreglarse el peinado, apenas llegó a la habitación conyugal.

Meredith se congeló, al ver la expresión ausente del hombre que estaba sentado no muy lejos, al abrirse las puertas.

Apartó así su sonrisa y se acercó, lentamente. Casi podía jurar que la temperatura en su entorno bajaba un grado, a cada paso que daba.

Meredith calmó sus sentimientos, con todas sus fuerzas, y se sentó frente a Jeremy.

Estrujando las lágrimas de sus ojos, abrió la boca para llorar. "Por fin has venido a verme, Jeremy. Te extraño mucho. Este lugar es horrible. Creo que hasta me pegaron, anoche. Dijeron que Vera les ordenó que me pegaran. Jeremy, estoy aterrorizada...", ollozó Meredith. "Vera me incriminó, Jeremy, de verdad. Hasta sobornó a mis padres adoptivos, para que declararan en mi contra. Esa mujer no es fácil, Jeremy. No dejes que te engañe".

"¿Engañarme?”, exclamó Jeremy, con un frígido tono, en el instante en que sus palabras decaían.

Meredith se sacudió, mirando fijamente a los ojos profundos de color melocotón de Jeremy.

Llevaba una camiseta negra abotonada y una chaqueta cortavientos. La helada abstinencia emanaba de él en oleadas, enfriando todo lo que alcanzaba.

"Lo que te he dicho es cierto, Jeremy. ¿No me crees, ya? ¿olvidaste la promesa que me hiciste, a orillas del mar? Dijiste que me protegerías, me amarías e incluso te casarías...".

"Hmph".

Jeremy emitió un gruñido helado.

Meredith volvió a estremecerse de miedo, perdió el valor para continuar con su patraña.

Miró frenéticamente al tipo que tenía enfrente, sus sentimientos eran algo imposible de comprender. "¿Qué ocurre, Jeremy? ¿Qué--?".

Jeremy interrumpió la pregunta de Meredith, poniéndose de pie, de repente. Su alta y delgada figura, hacía una sombra que cubría el brillo de las lágrimas falsas en los ojos de Meredith. Extendió la mano para atrapar a Meredith por el cuello de la camisa, atrayéndola con fuerza hacia él.

Su mirada siniestra se fijó en Meredith. "¡Para comenzar, jamás fuiste la chica que conocí junto al mar, en Colina Abril!".

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa Pecadora