Heredero de un multimillonario romance Capítulo 12

- También quiero mi propio piso, preferiblemente una casa. Podría ser pequeño, en una zona económica. Quiero estudiar, ir a la universidad, obtener un título universitario, ¡y quiero que me consigan un buen trabajo!

- Oh, aquí vamos", silbó, "Tienes una gran boca, chica.

Estoy tranquilo.

Sí, es cierto, tengo un poco de mal genio.

- No hay ningún problema", dijo. - No seas pobre, haré lo que quieras, sólo sé sumisa y obedéceme. Me gusta que seas tan brillante. Aunque, sinceramente, pensé que pedirías una montaña de ropa, una villa en las Maldivas y una tarjeta oro ilimitada, pero me sorprendiste gratamente. Chica modesta, bonita...

Me cogió la mejilla y me la frotó.

- Oye", dije indignado.

- ¡Y tú eres muy guapa! Nos lo vamos a pasar muy bien", los ojos oscuros volvieron a brillar con saña, absorbiéndome en sus abismos. - Va a ser divertido. Prepárate.

Mi estómago se apretó en espasmos calientes y extraños.

Cuando me miraba con avidez de esa manera.

Con sus peligrosos, pero tan hipnotizantes, ojos grandes.

Un tono raro. Es la primera vez que veo uno. Increíble...

- Entonces, ¿hacemos un trato?

Sólo lo hago por mi hermano y por el bebé que llevo bajo el corazón y del que no podría hacerme cargo. ¡Ahora él, o ella, tendrá una oportunidad de vivir!

Es cierto, no quiero matar al pequeño hombrecito, pero tampoco puedo dejarlo atrás, hay una serie de buenas razones para ello. La mejor salida es aceptar la oferta de Uvarov. Sin duda podrá dar al bebé todo lo que otros niños sólo pueden soñar.

Respiro profundamente y luego, al exhalar, respondo:

- De acuerdo. Acepto.

- Bien", ronronea el gran maestro, encantado con su próxima victoria. - Pronto firmaremos el contrato. Cuando mis abogados lo hayan preparado. Haré la llamada ahora.

Uvarov me deja libre, marcando el número de alguien en la pantalla de un teléfono súper moderno. Nunca he visto uno de estos. Nunca he visto uno.

No me muevo.

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